Capítulo 26.

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Kate

Estaba en shock. No tenía reacción, no pude hacer más que lo que venía haciendo desde hacía un mes. Llorar.

Estaba embarazada. Eso que temía, estaba sucediendo. Y me sentía tan culpable por no sentirme feliz. Siempre había imaginado mi primer embarazo, como la felicidad más grande de mi vida. Junto con mi esposo, mis metas, mi trabajo. Y nada de eso estaba ocurriendo. Salí temblando de aquella habitación y me tiré encima de Ashley, con el rostro empapado, mientras sollozaba.

- ¿Por qué a mi? ¿Por qué fui tan estúpida? - lloriquee mientras descargaba toda la angustia dentro mío.

- Kate, Kate..- dijo preocupada - Nena, cálmate..¿que te dijo el médico?

La voz del médico se oyó a mis espaldas, por lo que supuse que estaba hablando con Ashley, pero no me importó. Estaba hundiéndome en mis propios pensamientos. Sentí el frío piso congelarme las rodillas cuando caí al suelo. Sentí que no tenía fuerzas para nada más, deseaba que me cayera una avalancha encima.

- Shhh - Ashley me acarició el cabello y pude sentir sus delicadas manos hacer fuerza para tomarme los hombros. - Nena, levántate. Por favor, puedes..puedes dañarte. - Sorbí mis mocos mientras intentaba frenar el llanto. Me paré del suelo con ayuda de Ashley y me senté a su lado. Una enfermera me trajo un vaso de agua y la miré borrosa, por las lágrimas.

- Señorita..¿esta bien? ¿necesita atención médica? - negué rápidamente y Ashley habló por mi.

- Estará bien, la llevaré a casa. - La mujer se quedó mirándome durante un rato y luego no la sentí más a mi lado. - Vamos, Kate. Vamos a casa.

Caminé junto a ella, sintiendo sus brazos envolverme y sostenerme. Mis piernas flaqueaban y me sentía une débil. Sólo podía mirar mis pies y lo borroso que se veían a medida que las lágrimas se acumulaban por segundo para caer. Ashley acariciaba mi espalda dándome consuelo.



- Todo estará bien nena, estoy aquí para ti. - Me sentí egoísta al escuchar esas palabras y desear que fuera Justin quien me las dijera. Era tan irreal. Subimos al ascensor, y sentí las miradas de la gente, pegadas a mi. Pero no me importaba, desde luego. Las puertas se cerraron y abracé a Ashley con todas mis fuerzas. - Por favor, Kate. Deja de llorar así..eres fuerte, no estás sola. - Sollocé, como si sus palabras fueran las justas y necesarias para largarme a lloriquear como una marica. - Puedes hacerle mal a tu bebé, por favor. - Sentía la preocupación y desesperación en su voz - Las enfermeras se asustarán y correrán a internarte - al escuchar sus palabras, intenté calmarme, pero era tan difícil hacerlo.


Las puertas del ascensor se abrieron y Ashley me sostuvo nuevamente para caminar hacia la salida.


- ¿Kate? - la voz de mi madre me hizo congelar. Sentí mi corazón latir frenéticamente y limpié mis lágrimas con las mangas de mi saco. - ¿Hija, qué ocurre? - corrió hasta mi, mirándome a los ojos. Su ceño se frunció exageradamente al verme llorar y su miedo era notorio. - ¿Te han lastimado? ¿te duele algo? - miró mi cuerpo verificando que todo estuviera en orden.


- S-sí - logré decir - e-estoy bien - solté entre el hipo de la angustia.


- ¿Qué le pasa? - se dirigió preocupada a Ashley.


- Le..le duele un poco la panza, son..cólicos. Ya se le va a pasar, acabamos de venir del médico. - Supe que eso no la había convencido y me miró nuevamente intentando convencerse. Rogaba que lo hiciera, estaba muriendo de miedo y de nervios, no quería que se enterara, no era el mejor momento.

BIG MISTAKE. - jb. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora