Unexpected Romance (Harry styles)

Capitulo 32

El molesto sonido del celular vibrando debajo de mi almohada me despertó alejandome del hermoso sueño en el que me encontraba. ¿Que no se puede descansar en domingo hasta tarde? ah! Odio a quien sea que haya llamado. Pasé mi mano debajo de la almohada y saqué mi celular. En la pantalla se leía el nombre de Harry. Oops, no dije nada.

-Hola- contesté

-Buenos días bella durmiente- dijo con su hermosa voz.

-Buenos días Harry- saludé riendo levemente.

-Debes de estar muy cansada para contestar a la tercera llamada- dijo Harry.

-Demasiado- respondí. El rió.

-Oye, tienes algo que hacer hoy? Mi mamá, Gemma y yo estamos cocinando un delicioso almuerzo y ya confirmaron todos así que no puedes faltar- dijo Harry.

-Mmm... es que quedé de almorzar con Sofia hoy...-

-Ella puede acompañarnos también. No hay problema, al contrario; Nialler estará feliz- interrumpió Harry indispuesto a oír un No. ¿Como le hacía para encontrarle solución a todo? Los dos reímos.

-Entonces si es así, ahí estaremos- respondí.

-Si quieren las paso a traer- ofreció Harry

-No te preocupes, nosotras llegamos- Harry era demasiado caballeroso y amable pero a veces exageraba.

-Está bien... A las 12:00 en mi casa- Lo convencí y aceptó a regañadientes.

-Ahí estaremos bye- confirme.

-bye. Te quier- corte la llamada. Dios! Corte la llamada y el iba a ¿decir lo que escuche? Me quedé pensando en mi cama. Si volvía a llamar iba a parecer desesperada pero le había cortado e iba a parecer grosero. -Me disculparé en el almuerzo- pensé. Me levanté y dirigí a alistarme.

***

Toqué el timbre de la casa de Sofia. Abrió Lucy, su empleada y muy cortésmente me dejó pasar.

-Está arriba en su oficina- me informó.

-Gracias- Le di una sonrisa y subí corriendo las escaleras de dos en dos.

-Hola- saludé entrando a su oficina.

-Hola- respondió tratando de darme su mejor sonrisa. Su trabajo muchas veces la ponía tensa. La saludé con un beso en la mejilla y me senté en una de las sillas.

-Que haces cumpleañera?- pregunté tratando de animarla un poco.

-Estoy terminando de arreglar algunas cosas con los gerentes de ventas, un total dolor de cabeza- bufó.

-Mmm. Tengo un muy buen remedio para ti- dije cerrando la tapa de su ordenador. Ella frunció el ceño confundida. La tomé del brazo y nos dirigimos fuera de su oficina.

-Tu te arreglarás mientras yo hablo y soluciono las cosas con esos buenos para nada- dije apoyando mis manos en su espalda mientras la empujaba hacía su habitación. -Esto está muy lindo... y estos zapatos le quedan perfectos- dije sacando algunas prendas de su guardarropa. Cuando volteé ella estaba sentada en la cama observándome con una sonrisa.

-Eres increíble- rió tomando el atuendo que le di.

-Gracias, ya lo sabía- bromeé saliendo de la habitación después de tirarle un beso por el aire. Cerré la puerta y me dirigí a su lugar de trabajo. Me senté en su escritorio, abrí nuevamente la laptop y comencé a hablar con los gerentes de ventas. Eran un dolor en el trasero pero traté de controlarme y hablarles con calma. Después de unos minutos apareció Sofía por la puerta.