1.1 Lo que recuerdo.

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Desperté en una cama. Estaba desnuda. No sabía que pasaba pero cuando sentí la respiración de alguien bajo de mi, cuando su calor me hizo consciente de su precencia baje la mirada hacía él, la persona que me sostenía arriba de su cuerpo. Sus brazos me rodeaban con fuerza. Podía sentir su calor por todas las partes de mi cuerpo.

Un hombre.

Cabello castaño y ojos miel. Guapísimo. De esos hombres que no me mirarían en la vida real.

Justo ahora me percato cuenta que esto no es real.

Abre los ojos. Miel. 

"¿A qué le temes?" La pregunta sale de su boca con suavidad, con cautela. Sus ojos parecían estar viendo su todo. Era esa mirada encantadora. Todo mi cuerpo reaccionó por esa mirada.

"Enamorarme de ti." Susurre inconcientemente. Él me sonríe con ternura y yo escondo mi rostro en su pecho. Unos muy trabajas pectorales. Porque bueno, en mis sueños los hombres se deben caer de buenos. Por lo que es razonable él lo hiciera.

Mi respuesta pareció tensar sus aura mucho y eso me impulsó a besarlo. Dije todo lo que sentía en ese beso, añoraba que el sintiera que lo quería y que mis temores me inpedian amarlo como él quería. Nos separamos y ahora él me miraba con una gran sonrisa, una gran sonrisa triste.

"Ya es muy tarde, cariño."

Ya no sé que más paso después de eso para nuestra mala suerte.

Debo decir que este es uno de mis sueños favoritos y al cual recurro cuando estoy despierta y la vida es aburrida o cuando no puedo dormir. Justo como se ha puesto ahora en clase de biología. A veces divago en este sueño y me imagino siendo amada por este hombre que no existe y que habría pasado después. No me juzguen. Mi vida es en serio aburrida. Es simple.

Perdón si lo más divertido y entretenido me ocurra en la noche cuando estoy  dormida.

Lector, sólo mi nombre denota aburrimiento: Lizabeth Bounderby.

Tendrán que tenerme paciencia.

Continúa leyendo, quizá te identifiques con alguno de mis sueños. Debo advertir que pueden tornarse de colores extraños. Así como pueden ser tan dulces y románticos, pueden ser tenebrosos o escandalosos.

Miro el pizarrón una ves más, sigo sin entender. No seré bióloga. Deslizó mi mirada hacia la derecha, justo en la segunda fila sentado junto a la ventana está Daniel, toma apuntes y tiene un semblante de concentración que me hace reír. Para él esto no es difícil, aunque casi nada es difícil para él. Podría hacer o tener lo que quiera. Daniel está consiente de eso. Es un gran patán, y es mi mejor amigo desde que lo conozco.

Sonrío, me ha descubierto mirándolo. Me guiña un ojo.

No piense que Daniel me gusta. Lo hizo alguna vez pero ahora es diferente. Conozco a este chico tan bien que sería muy estupido de mi parte sentirá algo más que cariño hacia él.

Vuelvo mi vista al frente y sé que soy estupida porque no dejo de pensar en él y si mirada.

No he caído por él, esta vez no.

ΩΩΩΩΩΩΩΩΩ

Este es un capítulo corto, muy corto, eso es porque éste es una pequeña prueba de como será narrada ésta historia.

Besos.

Si aprietas el botón en forma de estrella pasarás el próximo examen que presentes con más se ochenta. :)

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