1.8 Enamórate.

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No quería estar ahí.

Odiaba a mis amigas por haberme obligado y mi odio era mayor para Alena. Porque ella es la culpable de mi dolor, ella había planeado todo.

Todo empezó porque yo había rechazado al magnífico Aaron y mi Alena había concluido que algo estaba mal conmigo, así que, le pidió al que consideró gay, su novio, que me consiguiera un chico para salir, y por supuesto que fue una muy mala idea, porque detesto las citas a ciegas. Si de por si el novio de mi amiga no me cae nada bien por qué rayos Alena creé que un amigo de él me vaya a gustar. Debe haber algo muy mal en mi querida amiga y me estoy empezando a preocupar, quizá deba llevarla con la tía Sanange para que la revise, es probable sufra de un trastorno.

¿O algo está mal conmigo por seguir siendo su amiga?

Creo que sí. Sin embargo, no podría alejarme de Alena, aun cuando tiene un novio de mierda.

Regresando al presente les informo que el nombre del chico es Elmer y no es feo. No es tan feo como otros que el homosexual me ha recomendado. Sin embargo, ahora no me importaría si fuera Brad Pitt o Niall Horan el que estuviera frente mío, yo no quería estar aquí. No debería exagerar tanto, porque a Brad y a Niall les daría hijos aunque eso conllevará un dolor de los mil infiernos. Ustedes deben entender. Tengo una ligera debilidad por los chicos rubios.

Estoy divagando, como siempre.

Hoy no es mi mejor día amigos.

Había peleado con André en la mañana por su estúpida nueva novia, mi media hermana iba a venir a vivir con nosotros, Sídney tiene problemas en la escuela, mi mamá no está en su mejor momento y mi padre... trabajando. Nada fuera de lo normal, lo sé. Por lo que repito, Elmer no es feo, pero no quiero estar aquí, escuchando las tonterías que el chico me dice, fingiendo mi risa para que el chico no se sintiera mal, comiendo la asquerosa hamburguesa de pollo y con la mirada de Daniel que se encontraba con esa estupenda y hermosa chica a tres mesas de nosotros.

¡QUIERO SALIR DE AQUÍ AHORA MISMO!

Dios debe odiarme y no le culpo. No soy buena católica. Ni siquiera soy buena humana. Invento excusas para no ir a misa los domingos. Incluso a veces soy una ofensa para los homosexuales, digo los he insultado diciendo que el novio de mi mejor amiga es uno, eso es peor que quitarles sus derechos.

Daniel me descubre mirándolo, me dedica una sonrisa engreída a lo él y regresa la vista a su despampanante acompañante. Bueno, ella si combina con él. Los dos son guapos. Ella es tan Kendall Jenner y él es tan Harry Styles. Se ven bien juntos pero a mí no me gustan. Al igual que las adolescentes enamoradas de Styles no soportan la idea de Kendall y él guapo chico. Debo dejar de hacer menciones sobre los chicos de esa banda ¿británica o americana? Bien, es que Sid está muy obsesionada con ellos y yo pienso que son lindos. Ver sus caras y escuchar sus voces todos los días tiene efecto en mi, no son feos ¿vale?

Debo agradecer que Daniel no pueda leer mentes porque mis pensamientos son tan humillantes que sólo me dejarían en la total vergüenza. El sólo saber que estoy haciendo analogías con una banda para adolescentes ya es demasiado denigrante y no deseo que Daniel descubra nunca que yo sigo teniendo un serio crush hacia su persona. Me ha costado hacerle creer a todas mis amigas que yo lo tenía superado ya, y así debía seguir por mucho tiempo. Siendo yo la única que lo sabe, de este modo nadie me hará preguntas que no quiero responder. El dolor será solo mío y no habrá razones para hacerlo de otros. Prefiero guardarlo para mí que recibir miradas de lastima.

No me gusta recordar la época en la que lo dejé jugar conmigo, lo peor de ellos es que yo estaba muy consciente de que él sólo quería usarme a medias y nada más. Él me lo dijo y repitió hasta el cansancio, y yo hice lo que toda tonta niña bien no debe hacer: me encule del chico malo.
En mi caso el chico malo no se enamoró de la chica buena como sucede en los libros cliché o las películas gringas.

Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora