CONTINUACIÓN

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-¿Estas contento Alejandro?, ¿estás contento de traerla aquí?.

-No puedo creer que seas tan estúpido, de dejar ir a alguien como Sofía.

Me tomo de la mano y me sacó de la casa.

-Perdóname, me dijo Alejandro. Tenias razón, él es una persona diferente, no sé porque te dijo todas esas cosas, perdóname.

- tú no tienes la culpa, le dije, ¿me puedes llevar a tu lugar preferido?.

-No quiero estar sola en mi casa.

-Claro, me respondió Alejandro.

Me llevó a ese lugar, donde me había llevado la primera vez, no quería estar en casa, tenía miedo de ahogarme en mi tristeza:

Al fin llegamos pero esta vez no bajamos del auto, el lugar estaba encharcado, nos quedamos ahí sentados, mirando el panorama, yo lloraba pero Alejandro siempre me dió mi espacio, me dejó desahogarme no se entrometía, ¿Por qué mi vida volvía hacer una mierda?, si no fuera por la amistad de Alejandro en esos momentos estaría muerta de dolor, Alejandro se quedó dormido, y yo seguía llorando, no podía dejar ir a Daniel , ¿se iba a casar?, ¿con quién?, ¿y si solo lo dijo para que me alejara de él?, no entendía nada, cuando se fue estaba bien, y de repente regresa, y me dice "aléjate de mí, me voy a casar", esa noche fue muy larga, escuchando los ronquidos de Alejandro, mis suspiros, y el miedo de imaginar mi vida sin Daniel. Al fin me había quedado dormida, y cuando desperté estaba llegando a mi casa, limpie mis ojos y Alejandro me dijo. -tienes que ir a descansar, al rato hay clases.

-Está bien le respondí, lo mire, y le di las gracias.

-No agradezcas, para eso están los amigos.

Bajé del auto, y abrí la puerta ahí estaba mi Mamá en el sillón acostada.

-¿Mamá?, ¿Qué haces aquí?.

-¿Dónde estabas?.

-te llamé ayer, para decirte que vendría, y no respondías.

-me quedé con Alejandro.

-¿Quién es Alejandro?, preguntó mi madre.

-Es... Hermano de Daniel.

-¿Qué hacías con su hermano?, ¿y Daniel?.

-terminamos...

-¿Por qué?, ¿es por eso que traes los ojos tan hinchados?.

-SI, es por eso, y Mamá, no quiero hablar al respecto, cuando este de mejor ánimo hablamos.

-Esta bien, pero tienes mucho que explicar, ve a ducharte que casi son las 7 y te llevaré a la escuela.

-Mamá jamás me has llevado a la escuela, estaré bien, yo puedo irme sola.

-Hija, me dieron 1 mes de vacaciones, quiero aprovecharlo contigo, ¿ok?, déjame estar cerca de ti.

-Está bien Mamá.

subí a mi habitación , me mire al espejo, mis ojos estaban hinchados y me sentía muy mal, tomé una navaja y me fui a duchar, sabía que no podía cortar mis manos porque mi mamá se daría cuenta, así que corte mis piernas , de verdad dolía mucho, y la sangre se iba a la coladera, termine de ducharme y me seque las heridas, me vestí y me puse unas gafas, para que no se vieran mis ojos hinchados de tanto llorar, mi mamá me preparó el almuerzo, pero yo no comí , le dije me lo llevaría para comerlo en la escuela, mi mamá me dejó puntual en la puerta, y entre rápido, a mi salón, me senté hasta tras como siempre, y después de un rato entro Daniel, ni siquiera me volteo a ver, como podía olvidar a Daniel, si él estaba en mi mismo salón, Me encontré con Alejandro en la hora del almuerzo, y le regalé lo que mi mamá me había preparado, le dije que yo ya había desayunado y que estaba muy llena, se lo creyó todo, así que no insistió a que comiera, le dije que pasaría tiempo con mi Madre, y que no nos podríamos ver, me llevó a casa, y me la pase toda la tarde con mi Mamá, no hicimos nada fuera de lo común.

Así fue durante la primer semana con mi Mamá, ella me llevaba al colegió y Alejandro me traía, la segunda semana fue más difícil la escuela, Daniel pidió su cambió de salón, a la vez fue triste, pero comprendí que solo así podía alejarme de él, paso la tercera semana, y Elena regresó a la escuela, vaya fue mi sorpresa, Daniel y Elena habían regresado, era muy difícil para mí, verlos pasear, por los pasillos de la escuela, agarrados de la mano, y entonces comprendí que el amor, no era como lo pintaban en las películas, también tenía sus partes de dolor, un dolor que nadie podía describir ni siquiera las heridas en mis piernas, que cada vez eran más, me di cuenta que estaba regresando a los mismos hábitos que antes, ya no comía, y me cortaba, pero todo se olvidaba cuando estaba con Alejandro, el me hacía olvidar todo lo malo, y siempre me ponía feliz con sus tonterías, me di cuenta que si mi mamá no hubiera estado, hubiera hecho cosas peores, un día me sentía tan mal, que Alejandro fue a verme a casa, estaba tan deprimida que no tenía ni fuerzas para pararme.

-Se lo que haces Sofía, sé que no comes, y que te cortas, me dijo Alejandro.

-¿Cómo lo sabes?, estoy bien Alejandro, solo estoy cansada.

-Cansada de vivir, lo noto en tu cara, en tu cuerpo, tienes que aprender a quererte, si no lo haces tú, jamás nadie lo hará, tienes que respetar tu cuerpo, para que los demás lo hagan, ánimo la vida sigue, hay más amores que te esperan muchos.

Me dejó sin palabras, Daniel siempre me abrazaba y me besaba cuando me cortaba, pero Alejandro había sido diferente, el me habló duro, como un niño como Alejandro era tan maduro, creo que tenía sus etapas, a veces se comportaba como un loco, pero ese día me había demostrado que también podía ser una persona madura, Ese día me levanté a comer un poco, Alejandro compro muchos juegos de mesa, y jugamos con mi Mamá, cuando llegó la noche él se fué.

Mi mamá y yo estábamos limpiando todo el desorden que habíamos dejado y ella me dijo.

-El te quiere.

-Losé Mamá, somos tan buenos amigos.

-No me refiero a ese tipo de amor.

La miré con cara de sorpresa.

-¿A qué te refieres?

-El se está enamorando de ti.

-Mamá te equivocas, no puede ser eso, él y yo somos buenos amigos, aparte yo fui la novia de su hermano, jamás pasaría algo.

-Yo sé lo que te digo, sé la forma en que él te mira.

- te equivocas.

Le cambié la conversación.

-Mamá casi es el mes y ya estás por irte.

-Hija exactamente de eso, te tengo que hablar.

-¿aja?.

-me harán un traspaso.

-¿Cómo?

-SI ya no tendré que trabajar tan lejos, ahora podré vivir aquí.

-¿de verdad?, ¡mama no puedo creerlo! Qué alegría.

-Si después de tanto tiempo, de trabajar y ser tan eficaz, el jefe me hizo un traspaso, ahora mi nuevo trabajo quedara a una hora de aquí

-Mamá, felicidades, ya te tocaba, estoy muy feliz por ti, podremos estar juntas más tiempo.

-Losé hija, bueno me da gusto que la noticia te haya alegrado, ahora ve a dormir, mañana tienes que ir a la escuela, estas por graduarte y faltas mucho, no quiero que tus notas bajen.

-ok Mamá, prometo ponerme al corriente.

Estaba feliz, que mi mamá después de tantos años trabajaría cerca, se lo merecía, subí y me acosté, toda la noche pensé en lo que mi Mamá había insinuado.

¿Alejandro estaba enamorado de mi?

no, no eso es imposible, el solo me ve como una amiga, jamás me ha insinuado nada, al fin me quedé dormida, y al otro día me desperté con mejor ánimo para ir a la escuela.

Llegue a la escuela y estaba en la primer clase cuando Elena, presumió su anillo de compromiso con Daniel, me di cuenta que cada día me resignaba un poco más, aun que seguía ese hueco en el corazón que no podía llenar con nada...


Ella es SOFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora