Parte 15. Cuando pides favores no insultas

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Pov Lena

Estuvimos vagueando un buen rato por todo el centro comercial, pero ya me empezaba a aburrir y sobretodo me dolían las piernas. Lana estaba metida en su mundo, muchas veces ella hasta se perdía del mundo real  gracias a eso. Seguimos caminando por un largo tiempo hasta que a lo lejos vimos a Lennon caminando sin rumbo y parecía algo perdido — él y mi hermana eran tal para cual, ambos eran idiotas hasta la médula.

— ¿ Ese de por ahí  no es Lennon? —pregunté —. Quizá deberíamos de ir a hablar con él —sugerí.

—Ni de broma, prefiero no hablar con él, intente hablar antes y no me quiso dirigir la palabra, y algo que tengo es dignidad —se cruzó de brazos mientras negaba con la cabeza.

—Vamos Lana, seria una buena idea que hablemos con él, digo nos podríamos quedar a dormir en su casa, y podrían ser amigos de nuevo — jale de su brazo para acercarnos a Lennon, se podía el rechinido de los tenis de mi hermana contra el suelo, debido a que se negaba a caminar, prácticamente la estaba arrastrando —que raro que andes de cobarde, hasta le tienes miedo a un chico de tu edad.

—No le tengo miedo —se defiendo — te salvo de su herma... Olvida lo, luego te darás cuenta de los habitantes que viven con Lennon.

Pero los miedos de mi hermana se hicieron presentes, ya era muy tarde para ella puesto que estábamos justo al frente de Lennon.

—Lennon, necesito un pequeño favor —me límite a decir.

—Ya se me hacía raro que te hubieses acercado a hablarme — suspiro pesadamente pero aunque pareciera que lo estaba molestando, en realidad parecía feliz y no apartaba la vista de mi hermana.

—Vamos al grano, yo necesito hospedaje por unos días, tú vives en una casa, o eso quiero suponer ya que dudo de que tu hermano se haya criado en una casa, diría que se crió en un basurero.

—Lena...—reprocho.

—Lo siento, olvidaba el sabio consejo que me dijo una amiga alguna vez.

—¿Y cuál fue? —preguntó algo curioso.

—Cuando pides un favor no insultas y pides por favor.

—Como quisiera ayudarte pero — jalo se mi brazo se acercó mas a mi y me susurró —. No me encuentro muy cómodo estando cerca de tu hermana— ambos disimuladamente giramos a ver a ni hermana, estaba viendo las puntas de su cabello. Cuanto se notaba que estaba realmente incómoda y eso que ella estaba algo lejos de donde nos encontrábamos, ni me había fijado cuando se alejo —. Vamos, seguro mi hermana olvido el tema del chico pelirrojo — en ese momento vi que se había tensado un poco así que hice lo que cualquier hermana haría, diría que él era el culpable — y posiblemente olvido que intento disculparse y la tú la evitas te y no respondidas a sus mensajes.

—Entiende, estaba algo molesto porque —y se quedó en completo silencio y sin habla, y ese era precisamente el problema. No debería de existir ese porque, ya que no eran absolutamente nada. Hasta donde yo estuviera enterada.

—Ya entiendo tu problema, no te caigo bien. Y pensar que te consideraba mi amigo.

—No es eso Lena, de todos modos no se si mi madre deje que se queden.

Bromas de gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora