Prólogo

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Luego de aquel triste día cuando la muerte de Lily y James Potter llegó, y de que el señor tenebroso fuera destruido o eso pareciera. Harry Potter el niño que vivió no fue el único. Max, el hijo de Severus Snape también lo hacía. Aquel niño sería mandado a destruir al hijo de unos de los magos más famosos, los Potter.

Severus quería a Lily, pero tenía que salvar a su único hijo. Estaba solo en esto, el señor tenebroso no iba a cumplir aquella macabra profecía, no iba a usar a aquel pequeño inofensivo bebé para destruir al pequeño Harry Potter que también tendría Snape que cuidar.

El dolor fue horrible en aquel momento, pues la muerte de uno de los amores de su vida iba a quedar como un simple recuerdo enterrado en su corazón. Por otra parte, la criatura que creo con tanto amor, tendría que ser olvidada por el bien del mundo mágico. Su hijo tendría que quitar de su vida como más pudiera, aunque fuera una misión imposible.

Lo tomó y lo separó de Harry que yacía en su cuna con varias lágrimas de sufrimiento para llevar al pequeño Max al orfanato más cercano, abandonándolo por siempre y tratar de cuidarlo de aquella maldad.

Para así no cumplir aquella profecía siniestras que los mortifagos esperaban...

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[Mar.06.2016]

El hijo perdido de Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora