Como Perros Y Gatos. [Yaoi]

Capítulo 5- ¿Un gato y un perro juntos?

(Punto de vista de Ryuu)

Cuando desperté por la mañana sentí mis ojos cansados al abrirlos, los sentí muy pesados que casi vuelvo a dormir, casi, de no ser porque sentí como una ¿nariz? Precionaba mi nuca y unas manos grandes y cálidas se posicionaban en mi cadera, al sentir esto rápidamente me voltee para ver que era o más bien quien era la persona que hacia esto.

Cuando me giré, sólo la cintura, sentí como mi nariz chocaba con la que hace un momento estaba en mi nuca y me quedaba perdido en unos ojos cafés, no, eran más bien un rojo claro, como un tono entre rosa y rojo, pero ¿por qué estoy pensando en esto?, o mejor aún ¿por qué no me muevo?, es por culpa estos ojos, son tan intensos que me paralizan.

Tum Tum, Tum Tum.

Espera, ¿qué?, mi corazón esta latiendo rápido, ¿por qué?. Bajé mi mirada a los labios de él, que para mi eran al menos perfectos, estoy viendo sus labios ¿por qué? Pero más importante ¿por qué tengo ganas de besarlos? Cuantas preguntas, estoy perdiendo la cabeza, no se que hacer para salir de esta situación.

–¿Quién eres?–Pude escuchar, y al mismo tiempo sentir en mi cara un susurro en un tono dulce del chico que tenía enfrente de mi.

Sentí como mis mejillas se sonrojaban al oír su voz por primera vez, ¿sonrojarme? ¿Yo? Nunca en mi vida me había pasado ¿¡qué es esto!?. Pero de momento regresé a la realidad, es un extraño y estoy durmiendo a su lado. Me levante rápido de la cama y pude ver como me miraba, o al menos eso creía después de todo no podía ver casi nada.

Tomé mis lentes de la mesa que estaba al lado de la cama y me los puse, mi visión mejoró pero no mucho, podía ver y distinguir las cosas, pero no muy a fondo, regresé mi vista al chico en mi cama, intentó levantarse pero soltó un gemido de dolor y se volvió a recostar.

–Es mejor que no hagas esfuerzos, sino se abrirá tu herida– Le dije en un tono lo más serio y calmado que pude.

–¿Quién eres? O mejor dicho ¿Qué eres?–Me dijo, ¿a qué se refería con que era?

–¿A qué te refieres?–

–Tus orejas, tu cola y tu olor, son como algo que jamás había visto u olido en toda mi vida, es diferente–

–Sigo sin entender soy un delmentiano, igual que tu, no entiendo a que te refieres con diferente–Dije ahora confundido.

–Delme ¿qué? No se que es eso yo soy un selenciano, nacido obviamente en Selencia– Dijo intentando ponerse de pie de nuevo, esta vez lo logro.

–¿Selencia?–

–Asi es– Dijo mientras se acercaba a mi hasta quedar a pocos centímetros de distancia.

Selencia... Ahora todo tenía sentido, las alarmas, su herida y su olor, ¿por qué no me di cuenta antes? Estoy en problemas y graves, estaba perdiéndome en mis pensamientos cuando sentí una mano en mi mandíbula, levantándome el rostro, y otra a un costado de mi cabeza.

–¿Y bien? ¿Quién eres?–De nuevo pude sentir el calor en mis mejillas desvíe mi mirada.

–Yo te salvé, es mejor que me digas tu quien eres–

–De acuerdo–Sentí como volteaba mi rostro al suyo para verlo directo a los ojos de nuevo. –Soy Higawashi Shin, 18 años soy un mitad perro nacido en Selencia, ¿y tu?– Esta vez se separó de mi al ver mi incomodidad pero no se alejó.

Mitad perro, como lo temía, trate de enfocar mi mirada en su cabeza para ver si tenía orejas de perro, pero por más que pude no las diferencie de unas orejas de gato, ayer había sido el peor día para perder los lentes.