❁ Capítulo 2 ❁

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11 de Noviembre del 2015

Querida kitten, cada vez que te veo cantar en el espejo sin duda alguna me enamoro más de ti. Hoy cuando cantaste gorilla de Bruno Mars una gran erección provino de mis pantalones, tu hermosa y sensual voz combinada con esa hermosa y sensual letra sin duda me hizo dedicarte una como lo llevo haciendo en estos 3 meses que sé de tu existencia.

-tu papi, Sr. Styles.

Cuando el señor que sale corriendo de su casa se acerca a mi, ve mi rodilla y palidece un poco. Yo estaba cautivada por sus lindos y hermosos ojos verdes con distintas tonalidades, sus rizos caían por sus hombros, sin duda los hombres con el cabello largo me atraen y mucho.

-¿Estás bien?- pregunta tocando levemente mi herida haciendo que soltara toda la respiración que estaba conteniendo.- mierda.

-No lo sé.- murmuré avergonzada por haber respondido eso.

-¿Cómo no lo vas a saber?- frunce el ceño mientras dirige su mirada a mi.

-No lo sé.- volví a responder golpeandome mentalmente.

-Bien ¿crees que te podrías levantar para llevarte a mi casa y curar tu herida?- se levantó y me extendió la mano.

-No lo sé.

Muy bien, estoy aquí platicando con el hombre que podría catalogar como hombre perfecto y lo único que sale de mi boca es un "no lo sé" jamás me voy a perdonar esto.

-¿Puedes dejar de decir "no lo sé"?- pregunta con una cierta molestia en su voz.

-Sí, yo solo... Disculpa-. Sonreí levemente mientras trataba de levantarme del césped y daba un gemido por la punzada de dolor que sentí.

-Ven, déjame ayudarte.

Se acerca a mi y me carga en brazos mientras se dirige a su casa. Trato de no pensar que estoy entre sus fuertes brazos ¡pero es imposible! Él sin duda está como quiere. Al entrar a su casa dirijo mi mirada al lindo sofá que se encuentra en la sala y a las decoraciones en blanco y negro que hay.

Él se dirige a la cocina y trae una pequeña caja en la cual hay diversos tipos de pastillas, algodón y lo demás. Se agacha a la altura de mi rodilla y limpia mi herida con un poco de alcohol, ésta arde un poco haciendo que nuevamente soltara un gemido haciendo que el hombre que tenía en frente cerrara los ojos y tomara una respiración profunda.

-¿Se siente bien, señor?- pregunto al ver su reacción.

-Sí, disculpe, es que le tengo un poco de fobia a la sangre.- suspira y vuelve a pasar el algodón por mi herida.

-Yo igual-. El dirigió su mirada a mi y me dedicó un linda sonrisa haciendo que yo sin duda alguna me sonrojara.

-¿Cuál es tu nombre, princesa?- pregunta él colocado una gran vendaje en mi herida.

-Skylar pero me puedes decir Sky-. Sonreí mientras me sentaba bien en el sofá-. ¿y tú?

-Harry, pero me puedes decir papi.

Sentí como un nudo se formaba en mi estómago mientras enredaba mis dedos en el dobladillo de mi falda, sin duda eso era lo más caliente que un chico me había dicho en mis cortos años de edad.

Su sonrisa creció más al ver mi reacción, los nervios me estaban consumiendo. Sentí cómo colocó su mano en mi mejilla mientras yo agachaba la mirada.

-Creo que debería irme, fue un gusto conocerlo y muchas gracias por su ayuda.

-No fue molestia.- sonrió de lado mientras se levantaba del sofá y me acompañaba a la puerta de su casa.

-De nuevo, muchas gracias.- sonreí mientras cruzaba la puerta.

-No fue nada, Sky.- se acercó a mi dejando un corto beso en mi cuello haciendo que mis piernas temblaran.

Salí rápidamente de su jardín para dirigirme a mi casa que estaba justo en frente de la suya.

Al entrar vi una nota de mi madre en la cual explicaba que no podía venir al almuerzo porque se complicó un poco en el trabajo, agarré los 30 dólares que dejó junto con la carta y pedí una pizza a domicilio. A los 20 minutos el timbre de mi casa sonó y rápidamente abrí la puerta para agarrar la pizza que el repartidor me tendía. Sin duda la pizza de pepperoni era lo mejor que podía existir.

Al comerme la mitad de la pizza ya no podía comer más. Dios, comí demasiado. Saqué el celular del bolsillo de mi falda y vi que tenía tres mensajes uno de Kate y dos mensajes de un número desconocido. Abrí primero el de Kate y leí rápidamente lo que escribía.

"Recuerda hacer el informe de química para mañana"

Rodé los ojos y abrí los mensajes del número desconocido.

"Qué lástima que no te quedaste más tiempo conmigo"

"Por cierto, soy Harry, tu papi"

Dear Kitten'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora