Dark Lustfulness {HunHan}

Como las estrellas fugaces

Tanto en la Tierra como en el Cielo y el Infierno existen la historias, existen los problemas e igualmente las desgracias. Llueve porque un ángel es desterrado de los brazos de Dios, pero los humanos dicen que sólo se trata de un fenómeno atmosférico. Cuando tiembla y su lugar de paz se sacude, es porque Lucifer ha quemado a uno de los suyos por faltar a las reglas del infierno, pero los humanos dicen que sólo es el movimiento de placas tectónicas.

Nada es como el mundo cree. Y SeHun odia los estereotipos.

Cuando él era un simple mortal, infeliz con la vida que llevaba pero al mismo tiempo agradecido por lo mismo. SeHun seguía odiando los estereotipos, ¿por qué la gente no se esmeraba en conocer las cosas que estereotipaban?

Una sonrisa de nostalgia acompaña su rostro mientras mira el suelo alfombrado del cuarto de LuHan, naturalmente en el infierno no hay un tiempo como tal, pero SeHun sabe que LuHan lleva un buen rato en la Tierra. Y de hecho, se siente extraño, porque es como si quisiera tener a LuHan cerca. Tal vez sólo extraña molestarlo.

Recorre la cama con las palmas de su mano mientras cierra sus ojos y recuerda como hizo suyo al pelinegro, de una manera salvaje y ruda. Abre sus ojos y suelta un largo suspiro, odia sentirse de esa manera pero odia más no saber cómo es qué se siente. Es como si quisiera odiarlo pero algo en su interior le dice que el muro de incomodidad que antes tenía, se había roto en el momento en que ellos tuvieron sexo.

Miles de veces había escuchado hablar sobre lo que era la tensión sexual pero él siempre tenía a quien quisiera, ¿por qué LuHan sería especial?

— ¿Qué coño haces aquí? —levanta su mirada y se encuentra con LuHan.

Frunce el ceño y lo mira con atención, LuHan parece estar demasiado pensativo.

— ¿Tú piensas?

— ¡Claro que si, joder! —el pelinegro deja caer su cuerpo en el único sofá de cuero negro que hay en su habitación, en su cuarto no hay ventanas y por consiguiente es poca la luz que alumbra el cuarto.

Golpea su rodilla con las yemas de sus dedos mientras mira a algún lugar, SeHun ladea la cabeza en un gesto curioso y cruza sus brazos, ahora que lo recordaba, tenían mucho de qué hablar y ese parecía el momento perfecto.

— ¿Por qué perdiste el control con aquel hombre? —pregunta, directo y sin rodeos.

LuHan lo mira por unos cortos segundos y después bufa.

—No te importa.

—Oh, sí que lo hace.

El cuarto se queda en silencio y LuHan siente la enorme necesidad de golpear a SeHun. Pero no sabe por qué, aquella declaración de BaekHyun aun lo tiene pensando y odia sentirse de esa manera: dudativo, nervioso y confundido. ¿Por qué se siente así?

—Mejor respóndeme tú, ¿cómo fue qué moriste?

SeHun parece sorprendido cuando la pregunta sale de la boca de LuHan, abre la boca pero las palabras no salen de esta. Tartamudea sin saber que contestar. Baja la mirada y mira sus pies descalzos, como si fueran lo más interesante en ese momento. El pelinegro golpea el descansa brazos del sofá.

—Bien, si no lo dirás, puede irte ahora mism...

—Fue hace ya varios años. —SeHun suelta, interrumpiendo a LuHan. Y este último se da cuenta del repentino cambio de actitud.

¿Dónde quedó el SeHun arrogante de siempre? ¿Por qué ahora se veía tan vulnerable? ¿Por qué LuHan siente lastima por él?

—La razón por la que morí fue porque mi padre estaba metido en asuntos poco... convenientes. Si mi padre hacía algo mal, no sólo él lo pagaría, sino también su familia. Mi padre estaba loco, le pegaba a mi mamá siempre que podía, también a mí y a mi hermano. —suelta un fuerte suspiro y alza la mirada, una leve sonrisa parece brillar ante la oscura habitación. —Mi hermano logró escapar junto con mi madre. Yo me quede a distraer a mi padre así que perdí la oportunidad de escapar del infierno que mi padre representaba para mí. Que irónico.