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Ashton Irwin era mi amor platónico de adolescencia, y si, sabía que había un 50% de probabilidad de que fuera un hijo de puta, pero eso no le quitaba lo hermoso y gran ser humano que era para mí y muchos. Todo lo de esa noche había sido sin esperarlo, sólo de la nada, acababa de estar cerca de él, sin poder procesarlo aún. Tal vez debí besarlo, pero algo dentro de mi era consciente aun de que un chico como él, jamás se fijaría en mi; un chico como él, no me vería más que como a una fan, sólo una chica más.

—Tengo algo tuyo que debo devolverte — sonreí sin interés. Me di la vuelta. Javier se acercó a mí. Llevaba consigo una sombrilla, con la cual me cubrió de la lluvia.

—Mire nada más cómo está señorita! — sonó preocupado.

—Todo está bien Javier, gracias.

— La señorita Williams lleva casi una hora esperándola —no respondí.

Entramos al Aeropuerto, no había mucha gente. Braelyn me esperaba sentada cerca de una pequeña jardinera. Vestía unos jeans azul oscuro, tenis blancos y una sudadera rosa. Llevaba consigo dos maletas, dos bolsas de mano y a lado de ella, una sombrilla escurriendo de agua.

— Brae, perdón! —a saludarla. Se levantó.

—Bree, no te preocupes— sonrió. —Justo a tiempo— encogió los hombros. —Pero, ¿por qué vienes así? —me miró de arriba abajo.

¡Maldición!

—Larga historia, mejor vamos — dije tomando mi maleta y bolsa.

—¿Segura que quieres quedarte así? — dudó

—Te lo prometo que sí — reí.

—Puedo ayudarles—dijo Javier acercándose.

—No, así está bien, de verdad— sonreí. —Gracias.

Javier es algo así como que su acompañante. Lo conocemos desde hace más de un año. Él es un señor amable, serio y muy respetuoso. Algunas veces me siento culpable por mi mal humor y contestarle mal.

—Javier te veremos en un tiempo— habló Braelyn, lo abrazó. —Gracias y pues...— encogió los hombros. —nos veremos pronto.

—Suerte señoritas — sonrió. Me detuve y lo miré.

—Éxito para ti también Javier — sonreí.

Nos fuimos directo a la entrada del vuelo, nos registraron las cosas, los pasaportes y todo eso. 




=O=

—¿Cómo te fue con Matt? — se burló.

¡Por Dios!

— Sólo es mi amigo —rodeé los ojos.

—Si, claro, tan amigo que en medio de una fuerte lluvia te dio su chamarra, ¿no? — rió. —Bree, no pasa nada, él me cae bien— fruncí el ceño.

—A mi también.

—¿Estás nerviosa? — dijo. La miré sin muchos ánimos. —Bree, todo saldrá bien, ya verás! — sonrió.

—Primero Dios, así será— sonreí.

—Quizá sea bueno que duermas —advirtió.

Brae y yo estamos juntas desde hace 3 años. En la Universidad, fue donde nos conocimos. Al principio eramos serias la una con la otro pero desde el primer grado, nos llevamos bien. Creo que ella es como yo, somos medio serias, pero con una mente demasiado mal viajada, bueno, muy de vez en cuando. El punto es que ambas reflejamos seriedad pero muy en el fondo, nos ponemos a mal pensar. Recién terminamos la carrera, mi hermano me convenció de viajar, y lo hice, con dificultad al principio pero después pude adaptarme, obtuve un buen empleo y desde entonces vivo viajando, y poco después ella vino para acá.



=O=  

—Bree —alcancé a escuchar. —Abree, despierta —me movían de lado a lado. —Ya llegamos Bree —decía ella.

Mierda.

Habíamos llegado. Abrí los ojos. Enseguida me levanté. Bajamos y fuimos hacia la entrega del equipaje. Entonces sonó el celular... Varias veces. Miré a Brae y ella me miró.

— Contesta —dije desesperada del sonidito. Me miró seria. —¿Qué?.

—No es mi celular! —dijo pausadamente. Entonces me hizo dudar.

¡Ups!

Metí la mano en la pequeña bolsita que llevaba desde la noche anterior y saqué mi celular.

—¿Ya ves? No es mío —dije, volvió a sonar. Entonces bajé mi mirada.

¡NO ME JODAN!

¡RAYOS!

—No puede ser —dije metiendo mi mano al bolsillo derecho de la chamarra. —OH POR DIOS.

Es imposible.

No.

En serio, no.

Saqué el celular, un iPhone para ser exactos, el cual venía dentro y que no paraba de sonar.

MIERDA.

Di media vuelta y comencé a moverme como loca mirando el celular.

¿CALUM?

Volteé a ver Braelyn quién me miraba confusa.

—No puede ser —mordí mi labio.

AY NO.

—Dios, ¿qué voy a hacer? —me acerqué a ella.

ME MATO.

— Ay no, Braelyn, moriré!*- me quejé haciendo pucheros.

—¿Qué ocurre Bree?, ¿Qué pasa? —sonó asustada.

MIERDA.

—¿De quién es ese celular? —me tomó de los brazos.

DE ÉL.

—¿Quién te está llamando? — dejó de sonar.

EL SEXY MORENO.

— Bueno no, debió ser él— la miré preocupada.

—¿Quién? — preguntó desesperada.

AY NO.

— Ahora no—dije sin ánimos.

Eso no podía estar pasando, quizá lo reconocí, le dije idiota, me burlé e incluso casi lo besé, pero esto no podía estar pasando.

—¿Es el celular de Matt?.

Imposible.

No ahora.

No a mi.

No con él.






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¡Hola! Pues, una vez más aquí estoy... Espero no haya sido tan malo :c Me siento rara de todo esto.

Es mi segunda novela que escribo, la primera que hago "publica" y sé que es un asco xD

Así que no dejaré de agradecer a quienes la leen.

[ Es mala ._. Pero pues ya empecé, ahora la tendré que terminar. ]

GRACIAS =)

Gone. | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora