CAPÍTULO 38

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-¿Lo de siempre?



-Agrégale aros de cebolla y esta vez que sea jugo de naranja. -Eran las tres de la mañana y Lauren otra vez estaba en ese lugar de comida rápida. -¿Tienen algo dulce aquí? Lo que sea.



-Trota de chocolate con crema de frutilla, solo queda eso.



-Súmalo al pedido. -El joven asintió y ella suspiró, quería dormir. Estaba cansada.



Cuando llegó a casa le dejó las cosas a Camila en la cama y fue al baño. Salió ya casi volviéndose a dormir.



-Odio la crema de frutilla, Lauren.



-¡Pues no la comas! ¿Qué? ¿Quieres que vaya y le diga que se la saque porque no te gusta? ¡Me pediste algo dulce, dijiste lo que sea! ¡Ahí lo tienes, Camila! ¡Trágate toda esa puta comida! -Pasó sus manos por rostro y se acostó a su lado dándole la espalda. Sintió como su esposa salió de la cama y de la habitación. -Soy una idiota. -murmuró.



Salió de la habitación y la vio de espaldas en la cocina. Se acercó sin decir nada y la abrazó por detrás dejando amabas manos en el vientre de Camila sintiendo como el niño se movía dentro de su esposa.



-Lo siento, mi amor. Estoy muy cansada y se me ha ido la mano.



-Te he cansado yo, lo siento.



-No. No eres tu. Camz, lo siento.



-Esta bien. -susurró.



-Mírame. -Camila se giró y Lauren secó sus lágrimas. -Perdón, Camz. -dejó un beso en sus labios. -¿Vamos a la cama? -La morena asintió y Lauren la llevó al cuarto. Se acostó. Apagó la luz y cuando se giró Camia estaba mordiéndose el labio. -¿Qué?



-Alguien no quiere dormir. -bajó la mirada y puso una mano en su vientre. Lauren se acostó a su lado y pasó el brazo por encima de Camila. Bostezó y su esposa se rió cuando notó que Lauren se había dormido al instante. -¿Te gusta que mamá te abrace? -susurró acariciando sus costados. El niño ya no estaba moviéndose.



Y pensando en que debía dejar de pedirle cosas a Lauren se quedó dormida, pero solo por algunas horas mas. Cuando despertó por dolores en sus costados notó que Lauren ya no la abrazaba y estaba boca abajo. El bebé estaba estirándose y le hacía doler sus costillas.



-Mierda. -dijo entre dientes. -Ya no hagas eso. -habló en voz baja creyendo que con eso el niño pararía, pero era en vano. Mordía su labio para no gemir del dolor. Miró a Lauren que se giró en la cama y pasó un brazo por su vientre como lo había echo horas atrás y se acercó más a Camila escondiendo su rostro en el cuello de la morena. Entonces así los dolores pararon y parecía que su pequeño había vuelto a estar quieto. -Eres increíble. -murmuró acariciando su barriga y besando la mejilla de Lauren.



**



Lauren se pasaba el rato acostada boca abajo en el césped del parque con su teléfono. Solía ser adicta a Tumblr, ahora que ya no trabajaba tanto como antes, esa manía había vuelto. Camila estaba sentada a su lado viendo una revistas de "madres primerizas".



El día estaba hermoso, no había nubes en el cielo y el sol daba cierto clima cálido.



-No creo que sea tan difícil tenerlo. -susurró dejando el libro. Lauren bloqueó su teléfono y miró a Camila.



-No necesitas esa estúpida revista, vas a ser una buena madre. -Camila sonrió.



-Eres adorable. -Le dijo acariciando su mejilla.

When life hits you {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora