Capitulo VI

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Una semana Se repetía una y otra vez mientras miraba el techo de la cocina. Sonrió de medio lado y le hecho otra ojeada ansiosa a la puerta.

Su cuerpo –que había dejado caer con desanimo sobre la silla un par de horas antes. Se tenso al notar que ya había pasado la semana, ella llevaba casi un día de retraso.

No quería ser obsesivo, mucho menos celoso, no pretendía asustarla o volver a causarle daño… pero sus nervios iban a sufrir un colapso si no la veía llegar en breve.

-Por lo menos… –el susurro fue interrumpido por una vaga, pero satisfecha, sonrisa que se curvo sobre sus labios.

Estaba en paz consigo mismo porque sabía que aquella preocupación extrema no era producto de celos irracionales. No se molía los sesos por imaginarla con Sai, u otro compañero de la misión. Lo hacia porque temía que algo hubiese salido mal, que ella estuviera herida… esa era su verdadera preocupación.

O tal vez había decidido no regresar –pensó. Abrumado por la posibilidad de perder aquello que tanto amaba. Era conciente de que, si ella lo dejaba, su vida volvería a sumergirse en tinieblas, ya que lo único que traía luz a su existencia era aquella sonrisa adorable que nunca perdían sus labios.

Hacia ya muchos años que no sentía esto. Una ansiedad desmesurada, una agonía lenta y dolorosa… un nudo en su garganta.

Cerró los ojos con firmeza, no era posible que sus fuerzas le abandonaran a merced de los sentimientos. Sentía como poco a poco se le iban llenando de lágrimas, y no concebía la idea de permitirse llorar por una mujer.

¡El era Uchiha Sasuke, demonios! Nadie podría haberle arrebatado una miserable lagrima ni aunque lo hubiesen sometido a torturas inimaginables, y ella… simplemente se las arrancaba sin piedad.

La última vez que su blanquecino rostro se había humedecido con agua salada…

Arrugo la frente con molestia al recordarlo, sus ojos aun se sellaban con fuerza intentando contener las gotas cristalinas y los recuerdos de la noche en que masacraron su clan golpearon con ímpetu en su cabeza.

-¡Maldita mujer! –grito furioso, mientras llevaba sus dos manos a la cabeza y hundía su rostro entre ellas.

Su mente estaba tan absorta en pensamientos inconclusos y desordenados que no le permitió advertir la presencia a su lado hasta haber oído su voz.

-Vaya recibimiento –dijo con ironía.

Sus labios se torcieron en una muestra de enfado hacia él, pero con la gran practica que tenia en el manejo de la paciencia, logro sin costo alguno convertir aquello en una sonrisa calida.

-No hablaba de ti –rugió irguiéndose de inmediato y alejándose de ella.

-Es un alivio saberlo

Su tono estaba impregnado de sarcasmo, y su semblante se había vuelto algo frívolo, como si esperase una mala noticia.

-¿Ha sucedido algo malo? –ahora la preocupación se dejo ver, dándole un matiz mas calido a la conversación.

-Nada que yo sepa

Creyó ver que el refregaba su brazo contra la cara, pero al estar él de espaldas a ella no pudo apostar por ello.

-Sasuke, ¿Estas bien? –sonó incrédula, una sospecha paso por su mente pero la desecho al instante. Él no era "ese" tipo de hombres. No soltaba una lagrima ni aunque le pagaran por ello.

-¿Cómo te ha ido? –su trato era formal, como si ya no fuesen pareja.

-Bien, supongo. –dudo. –Sai esta herido, creo que no he sido de gran ayuda.

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