Desperté. Eran las 12:47.
¡MEDIO DÍA! ¿No me desperté en eso del medio día?
-Por fin despertó la bella durmiente.-
Fue increíble la sonrisa exagerada que emití, realmente me alegraba escuchar a... Quien fuera quien hubiera dicho eso.
Giré mi cabeza y miré a Saúl cambiándose de camisa -Realmente tenía un físico esbelto, tenía cuadros en su abdomen y tenía una espalda demasiado grande. En fin, no podía verlo como otra cosa más que mi hermano mayor- y miré a Mark a mi lado, sentado en un tronco caído de árbol seco. Él me ayudó a incorporarme y me di cuenta de que él fue quien me dijo lo que escuché.
Me levanté, me tallé los ojos y visualicé mi alrededor.
Árboles secos, tierra árida, bosque denso. Habíamos acampado en un bosque totalmente obscuro por la densidad.
-Alex, debemos irnos. Dormir aquí no fue una gran idea, pues, gracias a la oscuridad muchísimos Soñadores debieron habernos visto. Debemos irnos ya.- Quien lo dijo, fue Mark.
-¿Alex?- Dijo Saúl.
¡Cierto! A Saúl nunca le había dicho mi nombre, nunca nos presentamos.
Mark estaba tan confundido, pensó que ya nos conocíamos pero... Que Saúl no supiera mi nombre, era demasiado extraño.
Asentí y le dije a Saúl que ese era mi nombre. Me llamaba Alejandra, pero que todos siempre me decían Alex. Me encantaba que me dijeran así.
Alex.
-¿Saúl y tú no se conocían?-
Saúl simplemente tomó su mochila muy molesto, parecía que no terminaba por aceptar que Mark nos acompañara. Así que tuve que ser yo quien contestara la pregunta.
-Si nos conocemos, lo considero como mi hermano mayor. Lo aprecio. Solo que olvidé decirle mi nombre, soy Alex.- Fue estúpido. Decirle que lo apreciaba, que lo consideraba mi hermano mayor. ¿QUÉ CARAJOS ME PASABA? ¿Y si la Pesadilla estaba dentro mío?
Mark estaba cada vez más confundido, me tomó del hombro al ver que Saúl me había ignorado. Se estaba comportando como un completo patán.
-¿Qué no le vas a responder, idiota?-
Odié que hiciera eso. Iba a empeorar las cosas y probablemente, se molestaría conmigo también. Lo que yo más temía, era que tomara sus cosas y se fuera, que nos dejará a nosotros dos -Mark y yo- solos.
Estaba enfrente mío, parado. Dándome la espalda. Pero no se movía.
Yo bajé la cabeza y una lágrima salió, caminando lentamente por mi mejilla.
Hasta que, de repente, Saúl dejó su mochila bruscamente. La lanzó a un árbol, donde se estrelló y salieron varias cosas de ella, también se escucharon estruendos dentro de ella -Al parecer se rompieron algunas cosas- y giró hacia mi violentamente.
Sus ojos estaban posados en mi. Corrió en esa dirección y me abrazó con fuerza. Me susurró algo al oído demasiado bajo, tuve que prestar todo mi desempeño para poder escucharle.
-Tu me recuerdas a alguien...-
Fue todo.
Mark, -que había presenciado todo- nos preguntó algo que no entendí. Seguramente Saúl si lo escucho, pero simplemente lo ignoró.
Se levantó rápidamente y me tomó de las manos.
-Tu me recuerdas mucho a May. Mi hermanita menor. La perdí por completo, le dispararon al tratar de salvar a mi madre. Murió. ¡NO QUIERO PERDERTE A TI TAMBIEN, ALEX!- Miró a Mark por primera vez desde mi despertar- Por eso me molesté con Mark cuando estábamos en el supermercado. En primera, por qué pensé que quería hacerte daño. Y en segunda, por qué pensé que, si se quedaba, a mí me olvidarías tan rápido y él se volvería tu nuevo héroe.- Agachó la cabeza, me soltó y volvió a tomar sus cosas.
-Nunca le haría eso a un amigo, hermano. Estamos juntos en esto. Vamos al mismo destino, y estamos en el mismo tren. Ella significa mucho para ti, tanto como tú para ella. Yo salgo sobrando aquí. El que debería de irse sería yo.- Comenzaron las estupideces DE NUEVO. No quería que Mark se fuera, él era también importante si queríamos sobrevivir. Era mucho mayor que yo, pero aun así me alegraba tenerlo cerca, no puedo decirle que lo quiero tampoco. Es demasiado rápido. Pero los necesito juntos.
Mark tomó su mochila y se adentró en el denso bosque.
-¿Qué acaso no pueden dejar su miertero orgullo por un momento? Vean a su alrededor, probablemente seamos de los pocos sobrevivientes después de que se desató la Pesadilla. Nos NECESITAMOS.- Ambos giraron, y se miraron. Luego me miraron a mí y continué hablando. -Mark es mayor que tú y yo. Podría conocer más lugares que tú y yo juntos. Y tú Saúl, eres más joven que él pero mayor que yo. Eso nos sirve de mucho, puedes ser más ágil. ¿Qué acaso no lo entienden?- Estaba frustrada, molesta.
Me senté, me coloqué las manos en la cabeza y me dejé caer. Los miré a los dos. Estaba realmente agotada, simplemente escuché murmullos. Después de tanto sollozo vi que ambos hicieron un gesto afirmativo mirándome, y después se tomaron la mano y la estrecharon. Me ayudaron a integrarme.
Tardé en levantarme pero me sostuve, después me dieron un chocolate que había en la mochila de Saúl. Y me repuse rápidamente.
Me sentía feliz, nueva, energética.
Después los tres acordamos que deberíamos conseguir otras dos mochilas, -una para Mark y otra para mí- pues, no podríamos tener todas nuestras municiones en la mochila de Saúl.
Pasamos caminando unas cuantas millas hasta que comenzó a anochecer, encontramos un motel totalmente en ruinas. Sin pensarlo dos veces entramos en él -antes de hacerlo, se escuchó un grito. Recordé lo que me habían dicho mis amigos y me apresuré a entrar al edificio- y buscamos a personas aún... Cuerdas. Pero el edificio estaba vacío. Encontramos unas cuantas armas en las habitaciones, como: Cuchillos, tijeras, y un pequeño machete para cortar carne. Después, entramos en una habitación y metimos una cama extra a una habitación. Yo tuve mi propia cama, Saúl la suya y Mark otra. En menos de un segundo, todos nos quedamos totalmente dormidos por el agotamiento del día anterior.
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Días Contados
ActionAlex. Una chica de 14 años que comienza a describir cada uno de sus días a partir del inicio del desastre. Encuentra amigos, tanto vivos... Como MUERTOS. Su finalidad es el encontrar un lugar seguro, encontrar una cura y venganza. Jugar TODO por el...