DÍA 7

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Vaya... Ahora que lo recuerdo, nos atrasamos un día en llegar al gobierno gracias a que no lograba despertar el día anterior. Esta vez, seguí mi vida como el primer día que llevaba con Saúl. Dormir, y despertar a tiempo. Todos despertamos temprano y vaya que hicimos una larga caminata...

A medio día decidimos platicar un poco sobre los objetos que encontré en el supermercado -Si, los audífonos- y les di un par a cada uno. No tardamos mucho en probar si en realidad podíamos comunicarnos así que nos separamos en el bosque. Que estúpido, tal vez haya Soñadores en esa área... Pero aún así lo hicimos.

Yo me adentré en el bosque... Hasta llegar a lo más denso, era más tranquilo pues... Revisé mi reloj y apenas serían las 3 de la tarde y no estaba demasiado obscuro. Es decir, si... La densidad no dejaba que mucha luz penetrara la zona, pero aún así... Lo hizo.

Mientras nos alejábamos íbamos charlando para mantener la comunicación y más que nada, saber si en realidad funcionaban y HASTA QUÉ DISTANCIA funcionarían. Duramos caminando unas dos horas. Llevamos una gran distancia recorrida -estábamos separados, pero obviamente íbamos en la misma dirección- hasta que, en una de esas frases que decíamos, todo se escuchó realmente extraño. Yo no los escuchaba, ni ellos a mí. Al parecer, si tenían una distancia en específico... Recorrimos 5 km hasta que lo que yo oía era un 'ptssssssss' muy largo. Se había ido por completo la señal. Comencé a ir en la dirección contraria a donde iba para acercarme a ellos.

Poco a poco nos fuimos encontrando. Decidimos no alejarnos mucho.

Después de encontrarnos totalmente y estar uno al lado del otro, llegó el anochecer y decidimos dormir en una montaña no muy alta. -No me agradaba mucho la idea pero me moría de cansancio. No había comido nada desde que me levanté, me recosté en el suelo, bebí y comí algo. Y después caí en un profundo sueño. Fue el día más rápido que haya pasado.

Escuché susurros ahogados en fondo de mi mente -supongo que era por qué Saúl y Mark estaban charlando antes de dormir. Siempre lo hacían, se habían vuelto muy buenos amigos- hasta que un sueño, extraño... Como el que me había invadido la noche anterior, volvió a surgir...

Esta vez, volví a un cuarto con muchas literas y un montón de niñas. Eran las mismas con las que estaba en el camión. Sólo niñas. Pero había algo extraño: las niñas que me habían golpeado, ya no estaban. Ningún rastro de ellas.

-¿Donde está Kacy?- No se lo había preguntado a alguien en particular. Realmente no sabia como, parecía más bien un recuerdo, en lugar de un sueño. En serio. ¡ESA ERA LA ÚNICA EXPLICACIÓN LÓGICA A LO QUE YO RESPONDÍA SIN TITUBEAR! Como si las conociera desde siempre.

-¿No te enteraste? Después de lo que le hicieron a Raily... -era evidente que no quería decirlo, pero yo sabía que se refería a lo del asesinato. Me parecía extraño el saber esas cosas...- y que tú estuviste a punto de pasar lo mismo por culpa de ella y sus amigas, los Ministros las mandaron asesinar. Eso pasó...-

Después de esa conversación, no recuerdo cómo... Pero nos llevaron a todas a un tipo extraño de escuela. Solo para chicas.

Pasamos unos momentos muy tranquilos, en silencio. Nadie pronunció ni una palabra. Pareciera que ni siquiera respirábamos, nadie emitía sonido alguno. Hasta que una chica, dos filas a mi derecha, comenzó a respirar difícilmente. Volteé a mirar de donde provenía ese sonido. Y la vi a ella, -no supe su nombre- tenía los ojos inyectados de sangre, totalmente rojos. La mirada incrustada en el piso, hasta que comenzó a gritar.

-¡ME...SIENTO MAL! Ya... LO DIJE.- Soltó de golpe.

Todas se habían dado cuenta de lo que había pasado y unas personas entraron al aula -o lo que solía serlo- y se le acercaron lentamente mientras ella se tomaba las sienes con ambas manos. -¡ME DUELE MI CABEZA! ESO... ES... ¡¡TODO!!- La última palabra sonó como un aullido.

Todo eso traía muy mala pinta, eso había pasado exactamente con mi madre.

Después de eso, otros dos HOMBRES emanaron por la parte trasera del aula y tomaron a la chica de los brazos. Ella comenzó a patalear y a lanzar mordidas al azar para ver si alguna de ellas daba en su objetivo. Los hombres que acababan de tomarla, llevaban un traje extraño. Era color azul marino y tenía unas letras impresas en cada uno de los trajes -no lograba descifrar que decían, mi mente y mis ojos estaban hipnotizados por lo que estaba sucediendo- y me di cuenta de que también las otras personas que entraron delante del aula, llevaban el mismo traje con letras impresas pero llevaban armas.

La chica comenzó a pelear contra esas personas, hasta que se detuvo. No me había dado cuenta de lo que pasaba, la sedaron. Y de inmediato empuñaron un arma frente a su nariz... La misma niña que me había explicado lo que les habían hecho a esa tal 'Kacy' comenzó a susurrar algo, que al principio no entendía -¿Qué dices?- Tenía mucha curiosidad de saber lo que tenía que decir.

-Ellos... Ellos son los que asesinaron a Kacy. Ellos son los Ministros- Estaba tan aterrada, igual que yo.

Uno de los Ministros cambio la dirección del arma hacia su frente y jaló del gatillo sin vacilar. La asesinó a sangre fría. Un charco de sangre se destapó en el suelo, los Ministros estaban cubiertos de ella al igual que mis compañeras cercanas a la que solía ser una chica muerta -ahora-

Todas estábamos mirándonos mutuamente, nadie sabía él por qué de la reacción de los Ministros ni lo descubriríamos. Mi mirada se apagó con una ráfaga de dolor en mi pierna izquierda.

Cuando recobré la conciencia miré en donde me encontraba. Resultó que todas volvimos a la sala en donde estaban las literas, y comencé a tranquilizarme -pensé que había vuelto al hospital- y después, me concentré en mirar de donde emanaba el dolor, y resultó que me habían pinchado justo en la pierna izquierda. No parecía que tuviera un fin, más que el de sedarnos a todas -digo a todas por qué estaban conmigo mirándose cada quien su pinchazo, ya que estaban en diferentes partes del cuerpo por cada niña- hasta que una voz comenzó a sonar en mi cabeza...

-Tranquila, nena. Ya pasó todo...- Alguien siempre me decía nena, pero no recordaba quién era...

-¿Qué haces en mi cabeza? ¡¿QUÉ...?! ¿¡QUIEN ERES!?- Había mucho ruido en la habitación así que comencé a gritar ya que yo no podía hablar en la mente de otras personas.

Como al parecer, mi mensaje no le había llegado, continuó hablando.

-Debes tener en claro algo, no matamos personas solo por matarlas y eliminar a más gente por segundo de este asqueroso mundo. Debes entender por qué lo hicimos. Nancy tenía la Pesadilla. ¿Comprendes? La Pesadilla se infiltró en el cuartel más seguro, o que al menos así lo creíamos. Debíamos deshacernos de ella, debes entender por qué lo hicimos. Con nosotros estarás a salvo, y hagas lo que hagas NUNCA CONFÍES EN TU INSTINTO- Me miré por enésima vez el pinchazo que me habían dado, y creo que ella se dio cuenta. -Soy la doctora que te ha atendido siempre, Kaya. Nunca te haré daño. Y también quiero decirte un secreto... Esto no es solo para sedarlas... Esto hará que todos sus... -Ya no pude escuchar más. Algo hacía que la voz se distorsionara- ... Se borrarán por completo.

Me levanté de golpe y miré a todos lados.

-¿Alguna pesadilla?- Dijo Mark en tono sarcástico.

Saúl solo lo miró diciéndole con esos ojos el típico "Cállate, idiota"

-Alex, ¿estás bien? Estás sudando mucho... Eso... Pasaba yo con algunos de mis sueños... ¿Necesitas ayuda?- Dijo Saúl.

-No, estoy bien. Buenas noches-

Realmente estaba molesta, no sé por qué. Tomé una sabana y me eché a dormir. Por fin pude dormir toda la noche hasta el siguiente día.

Días ContadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora