Días Contados

DÍA 8

De acuerdo. Desperté normalmente, al parecer los chicos no querían decirme ni media palabra después de cómo reaccioné ayer.

-Lo... Lo siento, en serio. Perdón por haber reaccionado así ayer, solo que... Tuve una especie de malos sueños. Pero, joder ¡Parecía tan real! Como si eso hubiera pasado hace miles de años.- Dije de golpe.

Los chicos, que estaban sentados en unos troncos, se reunieron a mi alrededor para escucharme mejor.

-Alex, tuviste una pesadilla demasiado fuerte, convulsionaste en plena madrugada, te dio temperatura así que para bajártela te tuvimos que...-

Mark se detuvo, no quería continuar, como si lo siguiente que fuera a decir me molestara, me incomodara o algo por estilo.

-¿Qué sucede, Mark?- Pregunté.

-Es incomodo decirlo, mejor que... Que Saúl te lo diga.- Agachó la cabeza y se rascó la nuca.

Esto daba muy mala pinta, estaba desesperada por saberlo. Afortunadamente Saúl continuo lo que el otro chico no había terminado.

-Es que, bueno. Ambos nos asustamos mucho al verte convulsionar y con muchísima temperatura... Así que nos tomamos la libertad de que, para bajarte la fiebre, te bañamos en el río... - Soltó una sonrisa muy grande, dejando salir todos los dientes, con un gesto de nerviosismo.

No lograba captar la idea, pero me di cuenta que tenía ropa muy distinta a la que me había puesto el día anterior. Caí en la cuenta de que ¡Mark y Saúl me habían quitado totalmente la ropa para bañarme! ¡¡ME VIERON DESNUDA!!

-¡Ewww! ¡¡SON UNOS PUERCOS!!- Realmente estaba molesta, aunque ellos me hayan ayudado a, posiblemente, salvar mi vida, no me agradaba la idea de que alguien viera mis... 'Partes privadas' por así decirlo. Pero... Bueno, creo que al fin y al cabo debemos estar bien. Es decir... Ya no tendré nada que ocultar, podré quitarme la ropa frente a ellos sin ningún miedo.

La prioridad aquí, era llegar por fin al gobierno...

Ni siquiera me había dado cuenta, pero cuando dije que ellos eran unos puercos, millones de frases de perdón o razones por las cual justificar que lo hayan hecho, penetró en el aire sin que me diera cuenta. Cuando reaccioné por fin de mis pensamientos, escuché frases como: "Lo sentimos" o "Lo hicimos por tu bien".

-Chicos, ya. Lo siento también por ponerme algo dramática, lo siento. Solo que nunca nadie me había visto desnuda. Pero sé que ustedes no hicieron nada malo conmigo- Les dije, mientras me levantaba de mi 'cama' jaja.

Ellos me ayudaron a incorporarme y cada uno me dio un abrazo, y solo dijeron a una sola voz -Nunca te haremos daño-

Después de unos minutos ya nos habíamos puesto en marcha hacia el gobierno, nunca me sentí con tanta suerte. Es decir, tenía a Saúl, era como mi hermano mayor, como si tuviéramos algo en común, como si nos conociéramos de antes. Era obvio que Saúl sabía cada movimiento que él hacía, sonido que emitía, o mirada que daba. Así que era seguro que daríamos ganadores en una lucha que nosotros tuviésemos. Saúl sabía a donde deberíamos ir, y como entrar y muchos detalles, pero no sabía exactamente POR DONDE deberíamos ir. Ahí entra Mark. Mark es un hombre joven, no un chico como Saúl. Mark tiene un poco más de fuerza bruta, pero muy astuto. Era definitivo que llegaríamos justo un poco antes del anochecer si íbamos al paso que llevábamos justo ahora.

Todos llevábamos armas, mochilas, y los audífonos que había encontrado hace unos días... Iba todo demasiado tranquilo, hasta que me dio por pensar en el sueño que pasé durante la noche...

No sabía cómo comenzar, realmente no sé ni por qué lo hice, pero recordé el pinchazo que me habían dado en mi sueño... Y me dio por revisar mi cuerpo. No recordaba donde me habían pinchado así que revise todo. Cada mancha, cada perímetro... Hasta que recordé que el dolor de mi sueño, provenía de mi pierna izquierda... Y ahí estaba. Mi aliento se volvió más agitado, mi corazón más rápido. El pinchazo estaba ahí, invitándome a tocarlo.