Llevaba más de cinco minutos esperando a mi madre y me estaba irritando, aunque la espera me ayudaba a pensar sobre la manera de hacerle comprender que Fabray vendría conmigo al campamento. Me sentía observada pero por más que miraba no veía a nadie mirandome, era extraño ya que soy un bombón y todos me desean.
El coche ya estaba enfrente de mí, mi madre levantó la ventana del copiloto para que la oyera bien.
-¡Santana sube al coche ahora mismo!- Parecía irritada y no solo por el hecho de haber chillado demasiado.
-¡No pienso ir a ningún campamento sin Fabray!- Dije con una sonrisa maliciosa
-Esta bien Santana, tu ganas, hablaré con sus padres.
*Bien hecho López*, antes de subir al coche, levante la cabeza y pude ver a una chica de mi edad, diría yo. Con ojos azules, era muy delgada y pálida, sonrió dulcemente y me saludó con la mano, no se porque pero pasé y me monte en el coche, habia ganado y no podía permitir que contraatacara.
Subo a mi habitación y termino de arreglar mi maleta, *llevo todo*, agarro el móvil y marco el número de Quinn. No tardó ni cinco segundos en contestar.
-Cuanto tardabas, ¿querías preocuparme López?
-Se dice hola.- Dije de forma sarcastica.- Además debía hacer la maleta.
-Cierto, tu madre pasa a las nueve y media por mí, tendrás que madrugar. -Dijo riendo.
-Uff solo espero que estemos en la misma cabaña o sacaré a Snixx y toda Lima Heights caerá sobre ellos.
-Relaja San, deja que Snixx descanse, allí hay mucho trabajo. Además el primer día es para descansar y el segundo vienen los chicos del campamento mixto!! Así que si tenemos suerte no solo tendremos chicas todo el verano.
-Lo sé - Solté una pequeña risa que ella acompañó von una mucho más dulce- Bueno Fabray, tengo que acostarme o mañana me levantas tú.
-No lo dudes López, que descanses. -Dijo con una dulce voz.
-Sin ti lo dudo, pero igualmente. Hasta mañana.
Colgué, tire el telefono encima de la ropa de mi escritorio, es verdad que últimamente no dormía mucho y Quinn se quedaba conmigo, eso me ayudaba bastante. Pero esta noche mi cabeza está en el campamento. Y cuando me quise dar cuenta ya era de día y.....
Siento unas pequeñas cosquillas por toda la cara y el cuello, pero me gustan, estiro el pie y compruebo aún con los ojos cerrados que no estoy tapada y por la luz que me molesta alguien debe de haber abierto mi cortina. Abro los ojos y lo primero que veo es a Quinn a centímetros de mis labios, me da un beso más en el cuello, esas eran las cosquillas, me mira y dice:
-Bueno dormilona, al final tuve que venir a levantarte yo misma. ¿Por cierto has visto ese escritorio? Eres una guarra. -Dijo entre risas, yo aún no había reaccionado hasta que se acercó y me besó, cerré los ojos pero el beso no duró más de un pequeño instante en el que se me fue arrebatado el cielo, y entonces se sentó a mi lado sonriendo.- Bueno ¿y no piensas darme los buenos días? Desagradecida.
-Eh... buenos días.- Dije entre un bostezo, me levanté y me puse como en modo perrito, la besé durante unos segundos.- Y bien ¿me ayudas a vestirme?-Dije con una pícara sonrisa, ella asintió.- Luego iremos a desayunar y ya despues nos iremos al campamento. Ufff que mal dormí hoy.- Dije mientras me acercaba al clóset y cogía ropa.
-Eso es porque has dormido sin mi.- Dijo, mientras se daba la vuelta para poder ver como me cambiaba de ropa.
-Antes de que veas como me visto, tengo que bañarme pervertida.- Ella comenzó a reír.
-Sabes que te encanta que te mire.- Dijo sin parar de reír.- Espera López que me baño contigo.- Dijo mientras se quitaba la camiseta, tenía el vientre plano y abdominales y eso que tuvo un bebé.
Cuarenta y cinco minutos después estábamos de vuelva a mi habitación. Terminamos de cepillar nuestro pelo y bajamos a desayunar. Mi madre por poco nos mata cuando encontró la cocina llena de chocolate y a nosotras igual. Nos mando a ducharnos de nuevo. Cuando terminamos fuimos al coche.