Capitulo 3

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Cuando nos quisimos dar cuenta eran ya más de las diez...

-Santana vamos. Tengo hambre -Se quejaba mientras yo me miraba en el espejo.

-Cansina, lo dijiste ya como tres veces. -

-Es que Rach me dijo que cenasemos con ellas, ya sabes. Son nuevas, tenemos que ser amables.-

Me giré para mirarla molesta *¿desde cuando se preocupa por la novatas?*

-Cuando te dijo eso?-

-Cuando corrías fuera del lago.- Dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-No vengas de lista Quinn.-

-Anda vamos -se levantó y me dió un azote a lo que yo no pude evitar soltar un suspiro.

Salimos de la cabaña y andamos hasta la cafetería apestosa de ese lugar. No se comía tan mal, pero soy Santana López, todo es poco para mí.

Me senté en una mesa vacía mientras Quinn iba a por la comida. Rachel me vió, se acercó y se sentó en la mesa sin ni siquiera pedir permiso. Esta chica es idiota.

-¿Puedo preguntarte algo? - *Por qué tiene esa voz tan chillona?*

-Adelante gnomo. -

-¿Tu amiga es lesbiana...?-

¿Perdón? ¿En serio me estaba preguntando si Quinn, mi Quinn era lesbiana? Sí, lo estaba haciendo. Estúpida, es obvio.

-Por supuesto que no, las lesbianas dan asco. Si lo eres te recomiendo que dejes esta mesa antes de que te escupa en la cara y te patee el culo. -

Ella solo bajó la cabeza mirando la mesa, parecía que estaba rezando. Pobre idiota.

Quinn no tardó mucho más, puso nuestra comida en la mesa y le sonrió a Rachel, la cual le imitó.

-¿Qué tal Rach?-

-Ehm... Bien, oye podríamos hablar a solas?-

-Por supuesto, volvemos ahora San.- Besó mi mejilla y ambas se levantaron alejándose de mi campo visual.

Estuve como un cuarto de hora esperando que regresasen. Cuando por fin lo hicieron no pude evitar fruncir el ceño ante sus sonrisas.

Quinn se puso a mi lado y Rachel en frente de ella.

-Me ha pedido salir, ¿te lo puedes creer? Osea tengo una cita San.- Susurró a mi oído, ¿era entusiamos eso que notaba? Dios...

Apreté mi mandíbula, la miré seria unos segundos y luego puse la sonrisa más falsa que jamás había puesto en mi jodida vida.

-Me alegro por ti Q. ¿Cuando es?-

-Será mañana, vamos a pasar todo el día juntas. Siento cancelar nuestros planes.- Besó mi mejilla varias veces y me abrazó mientras yo solo podía fulminar con mi mirada a esa asquerosa chica que tenía la nariz de pinocho.

Cuando Q fue al servicio, no perdí la oportunidad de afrontar a esa estúpida.

-Escucha rata, Quinn es mía. Ella no es lesbiana como tú, ella solo quiere gastarte una broma pesada, ¿acaso no ves? Cómo una chica así iba a estar contigo.-

-Escucha Santana, no voy a quitarte a tu amiga.-

-Eso lo sé, ella siempre me escogería a mí antes que a tí.-

-Te la traeré pronto mañana.-

-No irá contigo y más te vale no tocarle ni un pelo a mi chica.-

-Para ser homófoba pareces tenerle demasiado apego.-

Cuando fuí a rechistarle, Quinn apareció cortando la conversación. Después de eso solo hablaron ellas dos, es como si yo no hubiese existido. Por qué me siento tan mal?

Regresamos en silencio a la habitación y nos acostamos. Le puse una estúpida excusa a Q para dormir separadas pero en realidad me alegró que hiciera caso omiso a mis palabras y se acurrucara a mí en mitad de la noche.

Al despertar ella ya no estaba a mi lado.

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