Tipos de satisfacción.

No tener miedo.

Caminaban de regreso a casa tomados de la mano. Karamatsu no soltaba la muñeca vendada de Ichimatsu, tenia miedo de que siguiera sangrando aunque ya no sea el caso.

El no volvería a soltar esa mano por mucho tiempo...

- Nii- San - Nombra el menor - ¿Mhnn...? - Karamatsu lo ve de reojo.

Hubo un momento antes de que se decidiera hablar - Podrías...¿No decirle esto a los demas? -

- Tú sabes que no puedo hacer eso, Ichimatsu - Firme regresa la vista al frente. Ya estaban a punto de llegar a la entrada de la casa.

- Pero...- Los dos se detienen delante de la puerta - Puede que se los diga cuándo estés mejor - Mira resentido la muñeca vendada, casi oculta por el suéter morado, con una sonrisa floja en sus labios. Ichimatsu se siente mal viendo la expresión de su hermano. El arrepentimiento cae en su cabeza. Duda pero se arriesga.

Karamatsu vale más que la pena.

- ¡Nii-San! Yo...- El estremecimiento al sentir la puerta siendo abierta lo interrumpe

-¡Al fin ustedes llegaron!, ¡Estábamos muy preocupados! - Exclama Osomatsu saltándoles encima, abrazándoles.

- ¡Oi!, ¡Los estás asfixiando! - Choromatsu lucha para que Osomatsu soltara a los pobres.

Entre los cuatro luchaban para separarse hasta que llega corriendo Jyushimatsu como una bala hacia ellos, derrumbando de un sólo golpe.

- Esto me hará famoso...- Susurra Todomatsu tomando fotos desde la puerta con aura perversa al rededor...