Tipos de satisfacción.

Temores.

Con una extrema pereza Karamatsu fuerza los músculos de sus párpados, tarea titánica para el ya que el cansancio sigue en pie sobre su espalda. O puede que sea algo más...

- Despierta, cacamatsu. Ya son más de las 10 - Definitivamente abre los ojos y brinca asustado. Por suerte soltó el aire calmándose. Con una mirada tranquila se dirige a su hermano que se encuentra encima de su espalda.

- No pesas nada, my kitty. ¿Has estado comiendo bien? - Un ruido desagradable como el que provocó los intestinos de Karamatsu, crean un ambiente irónico. Ichimatsu lo asesina con sus penetrantes ojos, no paso mucho para que enseñara los dientes - Después dices que yo soy el imbécil - Gruñe

- ¡¿He-ee!?, ¡No es lo que piensas! ¡Tu sabes que me preocupó por ti! - gatea alterado por el futon tratando de alcanzar al chico.

- No es de tu incumbencia si me muero de hambre - se levanta en un ademán molesto y camina hacia la puerta.

- Oh, cariño. Tu eres más que una responsabilidad...- estira su brazo y agarra fuerte el tobillo de ichimatsu, travieso, atrae el pie haciendo que él menor pierda el equilibrio.

Inevitablemente cae brusco en el regazo de Karamatsu, su rugido ya se veía venir con solo mirar su rostro - ¿¡Qué coño te pas...! - un dedo se interpone por arriba de sus labios - Ssshh...- el ceño no podía contraerse más en la indignación.

- Vamos que aquí el que debe despertar de mal humor soy yo - karamatsu ríe risueño, observando como su hermano lo miraba desconcertado; y en efecto, ichimatsu tiene base para sentirse así, el mayor le está mirando de una manera cálida. Como si estuviera viendo a un niño.

Primera vez que ichimatsu tiene miedo de lo ciego que puede ser su hermano.

Desvía la mirada de Karamatsu sonriendo derrotado. Era obvio, no?. Se dio cuenta de lo necio que puede llegar ser esos ojos, lo fastidioso que es enfrentarlos. No puede evitar dejar salir un jadeo patético.

- ¿Que pasa? ¡¿Te duele algo?! - Karamatsu aprieta los hombros del menor, tratando de que éste le dirija la mirada. Se preocupó aun más al sentir como algo húmedo y caliente cae en su mano. Karamatsu no quería volver a sentir esta angustia por su pequeño hermano.

No quiere sentir esto por él, por que quiere ser fuerte delante de el. Ser fuerte para hacerle reír al final de este cuento.

- No pasa nada, sólo me di cuenta de lo idiota que eres - esfuerza una risa enojada pero lo único que logra es una visión lastimosa. Una mueca extraña y llorona en su rostro pálido.

- My love...- Karamatsu lo abraza aferrándose al cuerpo terriblemente delgado - Ojala pudiera saber lo que piensas ahora mismo.- Dice con convicción, apoyando la frente en el hombro del contrario.

- Es mejor que no, te ahogarías de inmediato. Créeme. -  Dice cerrando los ojos, permitiendo lo que tanto se privó por mucho tiempo. Se siente bien esa calidez, le recuerda que sigue aquí, que hay esperanza. Karamatsu acaricia el cabello desordenado.

-  Tienes un lugar al que puedes permanecer. Lo sabes, no? -

Ichimatsu no dijo nada, sólo asiente y se deja abrazar.