Parte 3

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El viento azotaba con fuerza los cristales estrellados de las viejas ventanas, las gotas de agua se impactaban cada vez con más fuerza y los relámpagos iluminaban por instantes la pequeña habitación donde Marcos y Elisa se abrazaban con más fuerza a mí al escuchar los fuertes estruendos.

Mientras les cantaba canciones ellos me acariciaban el cabello, era todo lo que tenía, y ellos solo me tenían a mí.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y una silueta se iluminó con un oportuno relámpago, era él.

-¿Dónde diablos estas maldita? ¿Estas cogiendo con otro o qué? ¿Por qué no me contestas?-

El olor a alcohol inundo la habitación, la falta de electricidad por la tormenta hacía aún más desesperante mi intento de alejar a los niños de allí.

-Contéstame maldita puta ¿dónde estás perra? -.

-Estoy aquí - grité desesperada-.

Se abalanzó sobre la cama cayendo encima de Elisa, ella soltó un grito de dolor y miedo mezclado, su hermano la tomó de la mano y salieron corriendo hasta su pequeña habitación, mi pequeño Marcos sabía que era el momento de ser valiente.

AlexandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora