"Aún soy principiante"

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El viento sopla, las heladas gotas de agua lo acompañan y los vidrios de cierto club de Arte se empañan.

-¡Así no! No puede ser tan fuerte el trazo, pero eso no quiere decir que titubees...
-Por favor, cálmate, no soy tan bueno como tú... Apenas ingresé al club.

Una chica algo desesperada intentaba asesorar a un joven dibujante, le ordenó:

-Ok, ok, ok... Pasemos a otra cosa... Dibuja una chica de tu imaginación
-¿De mi imaginación?- dudoso preguntó el jóven de cabello negro levemente rojizo.
-¿Acaso nunca has visto una chica?
-Sí, pero...
-Entonces dibuja- dijo sumamente decidida
-Ay...

Fue lo último que pronunció, mientras ella jugueteaba con su cabello largo hasta media espalda.
La mano del apuesto joven se movía y una fina mano, impaciente, volvía a realizar los movimientos en la mesa de donde colgaban unas piernas cruzadas. Sentada en la mesa, se emocionó cuando el chico le enseñó el dibujo, no obstante, cuestionó:

-¿Por qué el contorno de su pecho es recto pero en su cuerpo dos curvas indican que tiene bastante busto? No tiene sentido... ¿Nunca has visto una mujer?
-Pues sí pero... Por favor, no sea tan dura, aún soy principiante...
-Sólo te excusas en eso, sin embargo...

Se vio interrumpida por la alarma de su celular y al final, sólo dijo esto:

-Disculpa me tengo que ir... Continuaremos esto la próxima semana, cuando te puedas quedar al igual que yo, mientras, practica lo de hoy.

Pronunció sonriente, tomó sus cosas y se marchó. Él sólo asintió y se quedó una hora más practicando mientras se propuso mejorar a como diera lugar.

Aunque dibujando, tan sólo pensando en una chica, terminó dibujando a su compañera que le asistía de maestra.

-¿Eh? ¿Por qué la dibujé justo a ella?...

Se cuestinó extrañado... pero intentando ignorarlo, siguió dibujando. A pesar de ello, cada que comenzaba, la volvía dibujar...

A veces ese largo cabello castaño flotaba en el aire o bien, esos ojos lo miraban; quizás, a esa sonrisa la acompañaba una tierna mirada, mientras un mechón de cabello se encontraba enredado en su dedo...

No importaba qué, no dejaba de dibujarla.

Así Que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora