Parte 1. Capitulo 2.

241 20 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En la foto Abraham con Dacota.

Respiré profundamente mientras el agua caliente me envolvía por completo, como un abrazo tranquilizador en medio del tumulto del día. Un suspiro de alivio escapó de mis labios mientras mis dedos se deslizaban sobre mi nuca, disfrutando de la sensación de la relajante cascada de agua tibia que recorría mi cuerpo. El agua caliente, como una caricia, se deslizó por mi espalda, rozando mis glúteos y acariciando mis piernas antes de fluir con gracia hacia el suelo de la bañera. Un enorme charco de tierra, un mudo testimonio de mi reciente y desastroso encuentro en el foso de barro, decoraba el suelo del baño.

Recordé cómo había caído torpemente en esa fosa de barro. Recordé la fría y pegajosa textura que me envolvió, y el penetrante hedor que impregnaba el lugar. Un escalofrío recorrió mi espalda al rememorar el olor nauseabundo que parecía haberse impregnado en mi piel.

Tomé el champú y apliqué una cantidad generosa en mis manos. Con movimientos enérgicos, masajeé mi cabellera, disfrutando de la espuma que se formaba y el suave aroma que llenaba el aire. Luego, enjuagué el champú, permitiendo que el agua tibia eliminara cualquier residuo. Mientras el agua seguía cayendo suavemente sobre mí, el teléfono sonó varias veces, su tono resonando de manera inconfundible en el silencio de la casa.

Me apoyé en la pared de la ducha, permitiendo que el agua continuara cayendo, acariciando mi piel como un regalo del cielo. Un gemido involuntario escapó de mis labios cuando el agua tocó mis pezones endurecidos, un roce inesperado que me hizo erguirme, con los ojos repentinamente abiertos. Sacudí la cabeza para asegurarme de aclarar completamente mi cabello antes de salir de la ducha, dejando el caos temporal del baño para atender más tarde.

Me acerqué a la ventana. El sol apenas asomaba en el horizonte cuando me asomé. Observé con fascinación cómo el poderoso astro gradualmente tomaba el control de la noche, disipando la oscuridad con sus rayos dorados. Toqué el cristal, sintiendo los tenues rayos del sol en un tímido intento de calentar la habitación.

Fue en ese preciso momento que el teléfono sonó de nuevo, sobresaltándome. Descolgué el teléfono sin contestar, sabiendo que el llamante tenía algo importante que decir a esas horas tempranas.

-Elara - una voz profunda habló desde el otro lado de la línea. - Soy...

-Jacob - lo interrumpí. - ¿Qué sucede?

-Ayer no viniste - respondió, tratando de explicar su llamada.

-Caí en un terraplén y aterricé en un foso de barro y otros desechos.

Hubo un silencio en la línea, como si buscara una forma adecuada de disculparse por la inoportuna ubicación del foso de barro junto a su casa, pero no pudo encontrar las palabras.

-Esta noche - dijo, tanteando el terreno. - ¿Vendrás?

-Esta noche comienza el ciclo lunar - gruñí, consciente de sus intenciones. - No me enlazaré contigo durante toda la época. Hemos tenido buenos momentos, Jacob, pero pasar una luna entera juntos es demasiado para mi loba.

-Lo entiendo, Elara - su voz dejaba entrever su frustración. - No soy tu Mate.

-Lo lamento - gemí, frustrada, mientras me dejaba caer en el sofá. - Me encantaría, ¿sabes?

-Lo entiendo, Elara - pero su voz llevaba un toque de dolor. - Que tengas buenas iluminadas noches.

-Que la luz de la luna esté siempre contigo, Jacob - dije antes de colocar el teléfono en su sitio.

Contenido para adultos.

El timbre sono poco despues de que colgara y supuse que seria el cartero o alguien que madrugara tanto pero no podia estar mas equivocada.

Unos preciosos ojos azules me miraban, estaba sin camiseta y jadeando, así que supuse que había venido corriendo de su casa a la mía, la cual no estaba precisamente cerca.

-¿Como?- acerté a preguntar antes que sus labios chocaran ferozmente contra los mios, gemi en voz alta agarrando su pelo mientras lo atraía mas a mi, la toalla cayo olvidad al suelo mientras el pasaba sus manos por mis caderas.

Jadee cuando me levanto, y jadee de nuevo cuando me empotro contra la pared mas cercana, eche la cabeza atrás mientras el besaba mi cuello.

-Jacob- dije mientras tiraba de su pelo para alejarlo de mi piel- no quiero enlazarme contigo para la época.

-De acuerdo- dijo mientras frotaba su evidente erección contra mis húmedos labios- aun no es de noche- gruño mientras me penetraba con dos dedos- tan húmeda- lamió mi cuello y volvió a besarme y ahora ya no eran los dedos los que me penetraban, gimiendo enganchados el uno al otro contra esa pared follamos desesperados por ese paraíso espaciado.

Gruñí contra su cuello mientras llegaba a mi orgasmo, el salio rápidamente de mi poniéndome de rodillas y penetrándome fuerte por detrás, se inclino sobre mi amasandome un pecho mientras que con la otra mano me frotaba el cliotris incansablemente, comencé a jadear cuando sentí la perdida completa de mi cuerpo, aullé mientras me corría y el aulló poco después cuando alcanzo su propio clímax.

El timbre volvió a sonar y me desperté completamente, aun excitada, ¿acaba de correrme con un sueño? gemí de frustración mientras me levantaba, sentí humedad en mis bragas y gemí, la época había comenzado e iba a ser muy muy larga.




Luz de Elara. Saga lunas de Jupiter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora