Capitulo 2. Parte 5.

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Abraham se mantenía en silencio, contemplando la inmensidad del cielo estrellado. La noche se extendía ante ellos, y la luna brillaba con un resplandor plateado. Calisto se acercó a su lado, notando  preocupación en su mirada .

—Abraham, ¿puedo hablar contigo? —dijo Calisto con timidez.

Abraham asintió, apartando la vista de la luna para centrarse en esa pequeña loba de pelaje niveo, el cual le recordaba sin cesar a otra loba de pelaje identico y aun asi la diferencia entre ellas era abismal.

—Lo que tienes que decir es importante, ¿verdad? —preguntó Abraham, notando la seriedad en los ojos de Calisto.

Calisto asintió y se giro para mirar el astro que iluminaba la noche.

—Estoy preocupada por Elara, por lo que está a punto de enfrentar. Sé que siempre hemos tenido nuestras diferencias, pero ella es mi hermana, y estoy asustada por lo que pueda ocurrir. —Las palabras de Calisto eran honestas y sinceras, revelando una preocupación genuina por Elara.

Abraham la miró con empatía. A pesar de su corta edad y todo lo que le habia pasado esa pequeña loba poseia una madurez increble. podia ver en sus ojos el temor que sentia por la situacion que estaba pasando su hermana.

—Entiendo tus preocupaciones, Calisto. Todos estamos preocupados por Elara- decir su nombre en voz alta le producia un cosquilleo en el estomago- pero ella es fuerte y valiente —Abraham habló con la voz tranquila y segura que lo caracterizaba. A pesar de las preocupaciones y el miedo que surgieron en su interior, Abraham comprendía el por qué de la determinación de Elara. Sabía que, como futura líder de la manada de Santos, ella se veía impulsada por la responsabilidad de proteger a su familia y su linaje. La valentía y el espíritu feroz de Elara eran cualidades que admiraba profundamente.

Calisto asintió, sintiéndose reconfortada por las palabras de este.

—También hay algo que necesito decirte, Abraham. Durante este tiempo, Jacob y tú habéis sido un gran apoyo para mí. Me he dado cuenta de que, a pesar de lo dificil de mis situacion, sois como una familia para mí. —Las palabras de Calisto eran sinceras y dulces, cargadas de cariño y empatia.

Abraham sonrió, sintiendo la calidez de esas palabras mientras observaban la luna en el cielo nocturno. Estaban en un claro del bosque, rodeados por altos árboles que susurraban al compás de la brisa. La luz plateada de la luna se derramaba sobre ellos, pintando el paisaje en tonos de plata y azul. El fresco aire nocturno soplaba suavemente, y Abraham rodeó los hombros de Calisto, atrayéndola hacia sí. La suave calidez que emanaban era como un balsamo para las heridas de ambos-

—Eso significa mucho para nosotros, pequeña loba—La voz de Abraham resonó con determinación y amor fraternal. Miraron juntos la luna en el cielo en completo silencio.

Calisto se encontraba a su lado, compartiendo la tensión del momento. A pesar de las diferencias y desafíos que había enfrentado, esta era sin duda una de las personas mas fuertes que Abraham habia conocido. Como futuros miembros de la misma manada, compartían un destino en común. Había algo reconfortante en saber que no estaban solos en este viaje incierto.

—Abraham, no sé qué pasará, pero necesitamos estar ahí para apoyar a Elara, sin importar el resultado—dijo Calisto con determinación, mirandolo a los ojos ahora.

Abraham asintió, apreciando la comprensión y el compromiso de esa pequeña mujer, aun medio niña. A pesar de la incertidumbre que se cernía sobre ellos, sabía que debían mantenerse unidos en este momento crucial. Su Luna y su manada dependían de ello.

La noche avanzaba, y Abraham sabía que debían prepararse para el enfrentamiento que se avecinaba. Elara, quien estaba en el centro de todo, estaba lista para asumir su destino como líder de la manada. En ese momento, su corazón se llenó de temor, preocupado por su seguridad .

En medio de la conversación, Calisto se acurrucó en los brazos de Abraham, exhausta y abrumada por las emociones de la noche. El calor y la seguridad de Abraham la envolvieron, y antes de darse cuenta, se quedó profundamente dormida.

Después de la conversación, Abraham decidió partir. Con cuidado, cargó a Calisto en sus fuertes brazos y, moviéndose con sigilo a través del bosque, bajo el manto argénteo de la luna llena, el bosque adquirió unatono  encantado. Los rayos lunares se filtraban con gracia a través de las hojas de los árboles, tejiendo un manto de luces y sombras sobre el suelo. Los robustos troncos de los árboles se erguian como guardias sombríos, destacando en su majestuosidad contra el lienzo del cielo nocturnal, y las hojas bailaban al compás de una brisa ligera.

El lecho del bosque estaba tapizado por hojas caídas que crujían con cada paso, como si el propio bosque respondiera ante su presencia. Las sombras danzaban en las raíces de los árboles, mientras que el perfume de la tierra húmeda y los musgos se mezclaban con la fresca fragancia del aire nocturno.

La luna llena proyectaba su luz para iluminar el sendero, permitiendo a Abraham guiarse con facilidad en este. Cada recoveco y escondite del bosque parecían saturados de un encanto singular que solo se podía experimentar en plena noche, bajo la mirada brillante de la luna, con una ultima zancada llegó a la puerta de la cabaña donde Jacob los esperaba. Golpeó suavemente la puerta y, cuando Jacob abrió, susurro con urgencia.

—Jacob, hermano, necesito irme por un tiempo. Por favor, prométeme que cuidarás de esta pequeña loba y la protegerás. Es mi responsabilidad velar por la seguridad de Elara.

Jacob asintió con determinación, comprendiendo la gravedad de la situación. Prometió proteger a Calisto mientras Abraham emprendía su carrera hacia donde Elara enfrentaría su desafío.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2023 ⏰

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Luz de Elara. Saga lunas de Jupiter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora