Peligrosa Aventura. (Camren)

Bebe o muere

Taylor fue la primera en despertar. Le dolía la cabeza, después recordó todo. Lauren. Se paró y vio dos cuerpos, el de su hermana y el de otra chica. La chica tenía dos mordidas en su cuello. Parecía estar...muerta. Le vinieron a la mente imágenes de sus padres, así estaban. Mordidos y sin una gota de sangre. Escuchó a alguien despertar. Era Lauren.

-¿Taylor?- Oh, oh. Había bebido sangre del vampiro ese. Taylor se arrodilló a lado de su hermana y la abrazó.

-¡Lauren!- Empezó a llorar. Era tener a una hermana vampiro o...matarla. -Lauren. ¿Cómo te sientes?- Tomó su cara con sus dos manos.

-Tengo hambre...- Taylor tenía que hacer algo. -¿Qué pasó? ¡Taylor el vampiro!- Trató de levantarse pero Taylor no la dejó. -Taylor.-

-Shhh tranquila-

-¿Por qué lloras? ¿Tay?-

Taylor abrazó a Lauren y volvió a llorar, más fuerte. Lauren le regresó el abrazó aún no entendía bien que había pasado. Cuando Taylor pudo tranquilizarse levantó a Lauren y la tomó de la mano.

-¿Tienes hambre?-

-Sí...¿Tienes sándwich?-

-Sí. Voy por él.

Lauren iba a seguir caminando, pero recordó a la chica. Volteó y la vio. Toda ensangrentada. Se arrodilló, la cargó, y la llevó a dónde estaba su hermana. Tenía un olor...a sangre que le agradaba...

-¡Lauren! Deja a la chica aquí. - Taylor sabía lo que pasaba pero aún no se lo podía decir a Lauren, pero tenía que ser pronto, si no, moriría. -Ten toma, el sándwich-

Lauren dejó a Camila y se sentó en el tronco a comer su sándwich. Taylor traía un botiquín y empezó a curar las heridas de la Camila. Estaba amaneciendo y los primeros rayos salían.

-Agh- Lauren se quejó.

-¿Qué pasa, Laur?-

-Me duele mi boca, mis dientes. Aparte, la luz...la luz me molesta.-

En ese momento recordó que los vampiros se queman con el Sol. Lauren no podía estar ahí. ¡Chris! Diablos tenía que volver a casa. ¿Y la chica? Rayos. Tendrá que llevarla también. Ella porque no podía estar muy cerca de Lauren.

-Vámonos- Recogieron todo, Lauren se llevó la maleta y Taylor a la chica.

Cuando llegaron a casa Chris estaba dormido en la sala, con una caja de pizza en la mesa de enfrente de él.

-Lauren, lleva a Chris a su cuarto y baja. Rápido. No te quedes con él.- No su hermana no podía ser uno de ellos.

-Sí- Subió a Chris y bajó rápido, como había dicho su hermana. Cuando bajó vio a Taylor acomodando a Camila en el sillón. Tenía gasas en el cuello. Ella olía tan bien...ese olor a sangre. No. No Lauren. Olvida eso.

Taylor cerró cortinas y todo para que el Sol no entrara. Lauren se sentó en el sillón de enfrente de Camila. Para Lauren era una chica hermosa. ¿Quién era? Sus labios...No, deja de pensar en eso Lauren. Ahh los dientes, no dejan de doler. Putos dientes.

-Laur- Taylor se sentó a lado de su hermana.

-¿La chica está bien?-

-Sí, va a estar bien. Pero...-

-¿Algo tiene?-

-No, Lauren. Olvida a la chica por un momento.-

-Lo siento.-

-¿Recuerdas lo de los vampiros?-

-Sí...-

-¿Recuerdas como alguien se transformaba en un uno?-