Creí Que Era El Amor De Mi Vida

Capítulo 40

Rubén llegó junto con su abuelo y entraron a la cocina donde estábamos nosotros

R: hola, ya llegamos

A: hola

Me besó.  Cuando terminamos el desayuno, preparamos nuestras cosas para ir a la montaña. Salimos y esperamos a lía, una vez todos, nos pusimos en marcha. Rubén me contaba mas sobre su niñez en noruega y mas cosas.
Empezábamos a caminar cuesta arriba y cada vez era un poco pesado

A: ¡esperen, un momento!

R: ¡alto, todos!

Cuando tomé aire me incorpore y continuamos nuestro camino.
Cuando habíamos llegado al punto mas alto después de 10 paradas continuas, por mi. Pude observar el hermoso panorama que brindaban las vistas desde esta altura

A: ¡es precioso!

R: ¿en serio te gusta?

A: claro, desde aquí ponemos ver casi todo

Le miré y me estaba mirando mientras sonreía, nos acercamos para darnos un beso mientras sus primos de Rubén estaban en caos total. Se separó Rubén de mi con cara de disgusto

R: ¡ay callaos la boca niños ¿que no veis que interrumpen mi beso perfecto?!

Gritó y todos empezaron a llorar

L: bien hecho Rubén, ¿has pensado ser pastor de niños?

R: ¡¿que?! Nunca dije que golpearia niños

A: jajaja eres un excelente padre, no te acerques a mis hijos ¡¿quien quiere ir por un helado después?!

Todos gritaron "helado" y pararon de llorar, mire a Rubén victoriosa

A: aprende de la mejor

R: yo pude haber hecho lo mismo para calmarlos

A: ¿si? Yo lo hice pero lo mejor es que tu vas pagar los helados

Después del paseo por la montaña, fuimos a un heladería como prometimos y todo mundo feliz con su helado, excepto Rubén, estaba de "niña" apartado en otra mesa fingiendo estar molesto, aunque creo que solo queria llamar la atención. Me acerqué a Gadel

A: embarrale un poco de helado a tu padre

Susurre y me miró sonriendo

G: ¿y si se enoja?

A: le diré que fui yo, anda

Sonrió y se levantó acercándose a Rubén cauteloso

Narra Rubén:
Estaba comiendo mi helado apartado de los demas para no desesperarme por los niños

G: Papá...

R: ¿s...

Me gire para verle y me puso su helado en mi cara, me miró sonriendo

R: ¡vas a pagar!

Agarré a Gadel para que no corriera y le hice cosquillas

G: ¡mamá ayudame!

R: ¡te llenare la cara de helado!

Se acercó Anne

R: admite que fuiste tu la de la idea

A: ¿o si no que?

R: le llenare la cara a Gadel de helado

G: ¡no!

Dijo aguantando la risa por las cosquillas

A: si, fui yo

R: te libero