Parte 7

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Trazó mapas concretos, marcando explícitamente rutas con diferentes salidas. Escribió una lista de las cosas necesarias. Un tambo, gasolina, cerillos.

Para quemar toda evidencia, ropa, guantes, que usaría en su crimen. Dejaría un auto o moto, cerca de la ruta de escape, para salir pronto y lograr que coincidiera con su cuartada.

Se aseguraría de causar un corto circuito, en la bodega, y causar, un incendio "ocasional", destruyendo todo recurso de valor monetario.

Estudió lo básico de electricidad, lo escribió detalladamente. Compró varios materiales para practicar la simulación del accidente.

Consiguió papeles, ensayó la letra de Nobri, muchas veces, falsificó su firma, su letra, sus palabras. Haría una nota de fastidio hacia la vida, la dejaría por ahí olvidada, escrita en algún día de su desolada vida, deseando acabar con su vida, odiando su proceder de terrible desilusión.

Todo estaba planeado, todo lo había conseguido ya, menos el arma. Improvisaría, otra vez, podría comprar una a nombre a de él, podría usar su falsa caligrafía. También eso escribió.

Faltaban 7 días, para la noche marcada. Debía tomar extremas precauciones, tendría que ser más fuerte. Había fortificado sus brazos. Hasta detalló los ejercicios que realizaba cada mañana, dibujó la forma cómo atacaría...por la espalda.

Aunque ese paso, le parecía nauseabundo, era traición, prefería hacerlo de frente. No se decidía. Odió su grado de justicia que cargaba a cuestas, se odió por planear tal terrible mal.

Se vio al espejo, ahí está, mirándose con una tenue luz, con una mirada lejana en el recuerdo. Faltan dos días para la noche marcada.

Su rostro se va tornando cobrizo, oscuro, mirada traidora y sonrisa casquivana. No es su rostro, es Nobri. Grita, lo rechaza. De manera, natural corre, llorando grita que nunca será el. Baja, sube, decidido piensa lo que debe hacer.

El crimen perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora