Capitulo 4.
Regresé al departamento un poco disgustada y confundida. No sabía porque me sentía así, lo mejor era olvidar todo y seguir adelante.
Empezé a sacar las cosas de la canasta en donde las había puesto y entonces caí en la cuenta de algo.
-Maldita sea!-exclamé irritada. Había olvidado la pasta, lo más importante y se me había olvidado.
Tomé las llaves del departamento y salí otravez a buscar la pasta. Esta vez no iba a ir hasta el mercado y arriesgarme a ver esos ojos azules y esos labios perfectos; entonces, recordé a la novia. Disipé todos esos pensamientos de mi cabeza mientras caminaba por las calles de piedra.
Entré a una pequeña tienda de pastas. La dueña era una señora ya mayor con la que me llevaba muy bien.
-____! Pero que sorpresa cariño-me saludó Marian desde la caja.
-Marian, buenos días-le sonreí amablemente
-Que te trae por aquí mi cielo?-preguntó cariñosa. Ella había sido como una...mamá, desde esa noche. Ella era amiga íntima de mi madre, siempre había estado junto a ella y junto a nosotros.
-Vengo por lo de siempre-dije volviendo a la realidad.
-Claro!-rió alegre-aquí tienes-me extendió una bolsa con lo que necesitaba.
-Muchas gracias-le sonreí y saqué cinco euros que metió en la caja registradora. Ella me devolvió la sonrisa y yo salí del establecimiento.
Ya afuera comenzé a caminar. Al doblar en una esquina, ví una figura familiar recargada a una pared. Ví más detenidamente y me di cuenta de que era Harry....fumando!.
Me acerqué a el y me volteó a ver con los ojos inyectados en sangre. Al instante sentí miedo.
-____...-dió un paso hacia mi y yo retrocedí otro.-que pasa?-me miró desconcertado.
-¿Porqué tienes los ojos rojos?-pregunté distanciada.
-No dormí bien-su repuesta sonsaba sincera pero no me debía de fiar.
-¿Y porqué estas fumando?-lo fulminé con la mirada. El no respondió.
Me di la vuelta y pretendí seguir con mi camino.
-No ____, no es lo que piensas.-me di la vuelta para encararlo-si quieres podemos ir a platicar a un lugar más tranquilo.-asentí con la cabeza y seguí derecho rumbo a una cafetería casi vacía.
Nos sentamos, yo ordené un frappe de té verde y el un expresso bien frío.
Cuando el camarero se fué nos quedamos en silencio, entonces el comenzó a hablar.
-Empezé a fumar por la ansiedad que tenía despues de que nos despidieramos ayer....tampoco pude dormir por eso-agregó arrepentido. No me gustaba verlo así.
-Y porque te dió la ansiedad?-pregunté tomandolo de las manos. El sonrió un poco y volvió a ponerse serio.
-Creí que nunca ibas a querer volverme a ver después de lo que pasó. Toda clase de cosas pasaron por mi cabeza y entonces fue cuando recaí.
-¿Como que no iba a querer volverte a ver? Eres mi mejor amigo y además, fué solo un beso-dije tratando de consolarlo.
-Para mi fué más que eso-dijo mirandome con eso grandes ojos verdes.
-Harry...-traté de deslizar mis manos fuera de las suyas pero el me las sostenía firmemente.
-¿Es que no te gustó?-preguntó con la mirada desepcionada.
-No estoy diciendo que no me gustó-aclaré-pero Harry...somos amigos.
-Y podemos intentar algo más-justó en ese momento el camarero llegó con las bebidas y al fin me soltó las manos.
-Harry yo...-traté de decir tomando mi frappe. Estaba frío.-No se si quiera intentar algo más.-Su expresión fue de tristeza. Dió un grande trago a su expresso y continuó hablando.
-____, tu me gustas mucho, desde qie ibamos juntos en la escuela. Dime, yo no te gustó ni un poquito?
-Si, si me gustas un poco, pero sabes que eso no cambia mi forma de verte.-dije angustiada
-Y no crees que yo te podría conquistar para que así puedas ver lo mucho que te quiero?
No dije nada. Estaba mordiendo el popote del vaso freneticamente.
El tomó mi mano y la besó. Fué entonces cuando ví el reloj que traía en la muñeca. Eran casi las cuatro y la comida todavia no estaba lista.
-Harry tengo cosas que hacer-dije apresurada retirando mi mano de su agarre. Metí las manos en la bolsa del pantalón tratando de buscar un billete de diez euros pero no lo encontraba.
-Tranquila-volteé a verlo desesperada y el me sonreía tierno-yo pago.
-Harry gracias-me despidió con un beso que por poco y fue en los labios, alcancé a mover la cara y solo me lo dió en la comisura de estos.
-Hoy en la noche hablamos-me gritó mientras salía del café apresurada a llegar a hacer la comida.
Al fin había acabado de hacer la comida. Cansada, tomé una ducha preparandome para el turno de noche en la cafetería. Zayn no llegaría hasta como las seis y yo tenía que estar en el trabajo a las cinco cuarenta y cinco para salir a las diez de la noche. Le dejé una nota sobre la mesa.
"Te dejé la comida en el recipiente morado que esta al lado del tostador. No incendies la casa porfavor :)
Te quiero
____"
Salí hacia el trabajo y llegué sin contratiempos. Me pusé el delantal negro que cubría todo mi dorso hasta arriba de las rodillas y empezé a atender a los clientes.
El tiempo se estaba pasando extremadamente lento. Eso de servir cafés se estaba volviendo tétrico. Lo bueno era que Marco no se había reportado a trabajar, según Carol estaba enfermo. Yo no le creía nada.
El día siguió corriendo lento hasta que por encima de las tazas y los recipientes de canela ví esos cabellos dorados otravez. Me asomé un poco mejor con el corazón a mil y comprobé que era el. El mismo hermoso hombre que había visto en el mercado estaba sentado en una de las mesas de la cafetería. Pero esta vez sin compañía.
-Te toca a ti, estoy exausta-dijo Heather quien reemplazaba a Marco por esa noche. Apuntaba a ese hombre de ojos azules que no dejaba de verme.
Tomé la pequeña libreta en las manos y saqué una pluma. Me acerqué temblorosa a tomarle la orden. Cuando llegué a la mesa las palabras no me salían.
-Hola-murmuró con una voz ronca y sensual que hizo que todo en mí se activara.

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Un Amor Pasajero
FanfictionUn Amor Pasajero Sinopsis ____ Malik, una chica común que vivía en Roma tratando de ganarse la vida, ella y su hermano Zayn vivían tranquilamente en la hermosa ciudad; hasta que ____ se da cuenta de las emociones encontradas cuando un sumple turista...