12 de abril del 2008
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Eran las 8:32 de la mañana y todavía no conseguía pasajeros. Mire al cielo, el sol brillaba como nunca. Puerto Rico, no me imaginaba otro país en donde pudiera vivir en tranquilidad con todos mis colegas del trabajo. Sinceramente era el mejor trabajo de mi vida.Seguí conduciendo en dirección al centro, necesitaba pasajeros y como ha esta hora todos ya estaban en el trabajo era un poco difícil. Baje los vidrios de mi Volkswagen para sentir el calor de San Juan la capital de Puerto Rico, cuando me detuve en un semáforo que para mi mala suerte estaba en rojo. Con un suspiro me arrecoste al asiento del auto y espere.
-¿Disculpe?.-pregunto una voz masculina en la ventana de mi auto. Gire mi cabeza para conseguirme a un muchacho de unos veinte años, supongo.-¿Me puede llevar?.-dijo desesperado, yo asentí y el chico no perdió tiempo de montarse.- ¡Gracias!.
Pise el acelerador ya que el semáforo cambio a verde. Podía observa que el chico estaba nervioso y preocupado.
-¿Le pasa algo?.- el muchacho me miro con el ceño fruncido.
-¿Cómo lo sabe?.-Yo sonreí.
-Tengo experiencia.- Y era cierto, muy cierto.-¿Paso algo?.-volví a preguntar y así obligando al muchacho a contar la historia.
-No... bueno sí. Me acabo de escapar de mi boda.-dijo tragando saliva. Yo, lo mire sorprendido.
-¿Por qué?.-le pregunte. El chico dudo unos minutos pero luego se desahogo.
-Mi novia es de familia millonaria y pues... yo solo soy un simple ingeniero. Sus padres no quieren que se lleve a cabo la boda... y yo decidí a último momento...-Tardo unos minutos en responder.- no seguir con esto.-Lo mire por el espejo, estaba un poco nervioso
-¿Y por qué no quisiste?.- El muchacho se puso colorado. Tardo otros minutos en responder.
-Le fui infiel.- dijo simplemente él. Abrí la boca, literalmente, sacudiendo mi cabeza lo observe.
-¿Amas a tu novia o a la otra muchacha?.-le pregunte.
-No, no amo a Wendy. Que es mi... novia.- Yo asentí entendiéndolo.
-Te entiendo.-el muchacho arrugo su frente.
-¿Si?, ¿Cómo?, ¿Le ha pasado?.- Si supieras, pensé.
-Algo así.- el joven sonrió por primera vez, desde que se había montado.
-¿Puedes contarme?... ¡Oh disculpa!.-dijo el chico de repente.- No me he presentado... soy Luis.- me dijo tendiéndome la mano, yo la tome sin dejar de mirar la carretera.
-Niall.- Luis sonrió.
-Ahora... ¿me cuentas?. Por favor.-pidió este impaciente. Yo, suspire rindiéndome.-Claro... Todo comenzó...-dije con una enorme sonrisa.- Este mismo día...