Capítulo 1: El principio.

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PETER:

Estamos sentados en el garaje de Ralph. Las paredes grises mal pintadas están cubiertas por telarañas que llevan ahí décadas. Hoy es el día. Mi hermano está sentado detrás de mi, tiene las piernas estiradas y sujeta un cigarrillo con la mano derecha. Estoy nervioso. No me gusta lo que quieren hacer pero no tengo mas remedio seguir adelante. Lo hago para proteger-la. Solo me he unido para eso.

— Vamos, donde está esa zorra? — pregunta Steve saliendo de la puerta trasera. Lleva unos pantalones negros y una camiseta gris oscura. Una cadena cuelga de su mano y se la va enrollando al brazo con lentitud.

— Sus padres se irán dentro de dos horas. — dice Ralph con el móvil entre las manos.— Hasta entonces esperaremos.

— Yo atacaría a las 8:30. — digo yo.— Dejemos treinta minutos de margen por si los padres se descuidan algo y deciden volver.

Todos asienten. Mi hermano se levanta y deja caer el cigarrillo en el suelo, aún encendido.

— Yo me voy. Quedamos aquí a las ocho. — Abre la puerta de madera con fuerza.

— Nos vemos. — digo yo imitando a mi hermano.

Cuando estoy fuera lo adelanto poniéndome a su lado.

— Estás seguro que quieres hacerlo. — me dice con las cejas alzadas. — si te pillan te matan.

— Sí. — digo mirando hacia adelante. — No quiero que le hagan daño. He hablado con ella en el instituto. És una buena chica.

—Yo te cubriré. — dice mirándome serio. — Pero si las cosas se ponen serias no cuentes conmigo. —Asiento pensativo. Me da una palmada en la espalda y luego hace un gesto con la cabeza. — Me voy a ver a Elle, luego te llamo.

Se separa de mi y entra en su furgoneta con rapidez. Sé que la vida de Olivia esta en mis manos. Y por primera vez tengo miedo de cagarla. 

****

OLIVIA:

Doce horas antes:

El primer día de clase. Siento que el corazón me va a estallar en cualquier momento. Sé que lo veré. Estará con sus amigos en el comedor. Se reirá y mostrará esos hoyuelos que solía besar con suavidad. Me mirará con sus ojos verdes que me enamoraron desde el primer día que lo vi y luego girará la mirada como si no nos conociéramos. Como si nunca hubiera existido.

Atravieso el parking con rapidez, esquivando los coches de segunda mano que predominan el espacio. El sol aún es cálido, pero no por mucho tiempo. Mi instituto es de los mas grandes de Chicago. Todos los jóvenes que viven en el centro estudian ahí. Hay mas de cinco mil estudiantes con solo cuatro cursos. Así que es casi imposible conocerlos a todos. La mayoría los recuerdo de vista pero no se ni la mitad de los nombres. Abro mi taquilla haciendo girar la rueda de hierro varias veces. El pequeño armario metálico esta tal i como lo recordaba. En el interior solo dejé un par de libretas sin terminar y un jersey de recambio para emergencias. No sabéis las veces que me ha salvado este trozo de tela. Saco mi horario de la agenda para saber mi primera clase. Biología. Dejo un suspiro de frustración antes de cerrar la taquilla con un fuerte golpe y encaminarme hacia la aula.

— Se te ve enfadada. — dice Hailey atrapándome. — ¿Que te pasa Liv?

Ella es mi mejor amiga. Es la única persona en la que puedo confiar. Desde que somos pequeñas hemos estado muy unidas. Es como la hermana que siempre he deseado y que por desgracia nunca he tenido. Me mira preocupada, siempre lo hace.

— Me toca biología con el Mr. No Te Lo Repetiré Mas. — digo yo imitando la voz del señor Adams. Ella se ríe moviendo su pelo castaño hacia un lado.

—Yo tengo economía con Margaret así que no te quejes. — dice poniendo los ojos en blanco. — ¿Que problema tiene esa mujer con los mocos? — las dos hacemos una mueca de asco. Sé a lo que se refiere. Cuando menos te lo esperas se esta pasando un pañuelo por debajo de la nariz. Una vez conté todas las veces que hacía ese gesto en una hora. Treinta-i-dos puñeteras pasadas.

Me separo de ella para entrar en la clase. La puerta esta abierta y se pueden ver algunos de los alumnos dentro. Hay un par de chicos del equipo de lacrosse que se están pasando un estuche rosa entre ellos. Una alumna morena los persigue enfadada pero no logra alcanzarlos. En la otra punta un grupo de chicas se reúnen en una mesa y cuchichean bajo para que nadie las oiga. Cojo una mesa en la ultima fila y saco el cuaderno. Estoy justo al lado de la ventana. Miro al exterior mientras espero que llegue el profesor. En el parking no hay nadie. Es muy raro verlo sin toda la gente acaparando el espacio. Parece mas grande. Veo mi pequeño Ford en un un rincón.

—Perdona. — el chico que esta sentado delante mío se gira. Me mira un par de segundos. Lleva puesta un chupa de cuero negra. Su pelo castaño rizado cae por su frente caóticamente pero a la vez le da un aire despreocupado y juvenil. Justo cuando nuestras miradas chocan se que nunca lo he visto. Sus ojos azules me analizan ligeramente. Trago saliva. — ¿Me puedes dejar un boli?

—Sí. — digo tropezándome con las palabras. ¿Pero que haces? Me regaño a mi misma. Cierro los ojos un par de segundos para centrarme. Cuando los vuelvo a abrir él me está mirando con una sonrisa burlona. Noto como se me encienden la mejillas. Saco un bolígrafo azul de mi estuche y se lo paso sin decir nada. Él me lanza una ultima mirada y se gira.

Dejo escapar el aire que he contenido sin darme cuenta. Justo en ese momento aparece el señor Adams. Lleva una camisa azul con las axilas sudadas, unos tejanos negros y unas deportivas blancas. Su barriga cervecera amenaza con destruir el botón del medio de la camisa. Analiza a todos los alumnos con su mirada de halcón haciéndolos callar y volver a su sitio. He de admitir que ese hombre crea respeto. Sus ojos se paran con los del chico que tengo delante, arruga el entrecejo y sus labios dibujan una de sus sonrisas malévolas.

— ¡Pero si tenemos un nuevo alumno en nuestra clase! — exclama con falsa felicidad. — Ven a presentarte chico. — cuando dice esto mueve la mano haciendo entender que se levante y se ponga a su lado.

Veo como la espalda del chico se vuelve rígida. Supongo que no esperaba salir delante de todo el mundo. Se levanta lentamente mostrando su imponente altura. Cuando se acerca al profesor se mueve con seguridad. Sin dudar un momento de lo que está haciendo. El señor Adams parece un gnomo de jardín a su lado.

— Hola. — dice él levantando la mano con una sonrisa. Todas la chicas le responden riendo. — Me llamo Peter Nichols y soy de Wilmette. Me he mudado aquí por el trabajo de mis padres — justo cuando dice esto se me queda mirando durante unos largos segundos. Puedo jurar que dejo de respirar. Mi corazón late cada vez mas i mas rápido hasta que aparta la mirada. Noto como si me hubieran quitado parte del alma.

— Muy bien chico. Ve sentarte. — dice poniendo los ojos en blanco. Él se encoge de hombros y vuelve a su sitio con la misma seguridad que antes. Pero en vez de sentarse se me queda mirando unos largos segundos antes de guiñarme el ojo. 

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He empezado este proyecto con mucho amor, espero que os encante tanto como a mi. :)

Archivo multimedia: Wake me up when September ends - Green day

Un beso,

Silencesoul10.

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