Capítulo 7: El apuesto chico nuevo.

17 2 0
                                    

Ha pasado un día. Llevamos cuarenta-i-ocho horas en ese motel ruinoso y siniestro. Tengo que reconocer que la compañía de Peter lo hace todo más bonito. Pero aún me pregunto algunas cosas. Quiero llamar a mis padres, saber que están a salvo, pero cada vez que saco el tema Peter niega con la cabeza y me dice que es demasiado peligroso. Lo único que he podido hacer es ver películas en ese viejo ordenador hasta que me duele demasiado la cabeza como para seguir mirando. También quiero llamar a Hailey, puede que sea un poco pesada a veces, pero es mi mejor amiga. Seguro que está muy preocupada. Me la puedo imaginar con los ojos entrecerrados mirando mi silla en clase y pensando en la mayor locura sobre lo que estoy haciendo.

— ¿Puedo usar el ordenador?— le pregunto a Peter. Él está sentado en su cama, con el portátil en las manos. Se ha cambiado de ropa y ahora lleva los pantalones de chandal que estaban dentro de la maleta negra.

— Claro. — me dice con una sonrisa. Me lo pasa después de cerrar el programa que estaba usando.

Rápidamente abro el google chrome y en el buscador escribo "SoyC" con decisión. Peter se ha acercado a mi para ver la pantalla. Hace un mueca de confusión cuándo lee lo que estoy buscando. La entrada principal es sobre una chica muy popular de último curso. La típica rubia, delgada y con un novio en el equipo de fútbol. Bajo el cursor para ver las otras entradas. Se me hace un nudo en el estómago cuando leo la segunda.

"¿La pequeña Young desaparecida?

Hace ya un par de días que el apuesto chico nuevo y la pequeña Young no aparecen por el instituto. Esto me parece sospechoso, ¿a vosotros no?

Me encanta esta nueva pareja. Tanto secretísimo me hace estar mas y mas pendiente de ellos.

Os mantendré informados pequeños cotillas."

— Esa chica no hace mas que ponerse en la vida de los demás. — digo yo mordiéndome el labio con rabia.

— A mi me parece gracioso. — dice Peter sonriendo a la pantalla del ordenador. — No sabía que existía esto. Me gusta que me llamen el apuesto chico nuevo.

—Eres tan arrogante. —le digo yo poniendo los ojos en blanco. Él se encoge de hombros y me mira con las cejas alzadas.

— Así que somos la pareja de moda. — afirma con una sonrisa coqueta. Se acerca a mi oreja suavemente. — Creo que no deberíamos defraudarlos. — me acaricia la cintura con una mano y con la otra me gira la cabeza con suavidad hacía él. Nuestros labios están a un par de centímetros. Me aparto de él con una sonrisa.

— Me dijiste que podíamos esperar. — le recuerdo.

— Mentira. — me señala con un dedo acusador. — Te dije que te demostraría que no te rompería el corazón. — le guiño el ojo y me levanto de la cama con un salto.

— Voy a ducharme. — le digo caminando hacía la puerta del baño. Él no contesta, está cotilleando el blog de SoyC con una inmensa curiosidad en los ojos.

Me he pasado agua caliente por el cuerpo un par de veces para entrar en calor. El vapor ha inundado la habitación de un modo reconfortante. Me paso el champú barato que había en el baño y me aclaro el pelo rápidamente. No huele a nada en concreto, es muy artificial. Con lentitud salgo de la vieja ducha blanca y me envuelvo en la grande toalla de color gris crudo. Mierda, no tengo cepillo, pienso. Empiezo a peinarme el pelo mojado con los dedos, usándolos como un peine. Es bastante útil dentro de todo. Me visto con el suéter negro y los pantalones de pijama cortos y me pongo unos calcetines limpios de la bolsa.

Cuando salgo el aire de la habitación entra en el baño y disuelve el vapor que he creado con el agua tibia. La puerta está abierta dejando entrar el aire. Arrugo el entrecejo confundida. Un chico está sentado en la cama, por unos segundos me he pensado que era Peter, pero por el modo de vestir se que no es él. Me acerco lentamente, de puntillas para no hacer demasiado ruido. El corazón me late rápido, como unos tambores enloquecidos.

— Te estoy oyendo. — dice el chico girando. Es el hermano de Peter. Lleva una chaqueta negra muy grande, con la capucha puesta sobre el pelo de color oro. Los tejanos amplios y rotos parecen haber sido usados por tres generaciones seguidas. — Nos marchamos.

—¿Donde está Peter? — pregunto quedándome quieta en el mismo lugar. Él suspira frustrado.

— Ha tenido que marcharse, saben done estas. Los esta distrayendo. — dice mirándome con los brazos cruzados. Él también tiene los ojos azules como su hermano, pero un poco mas pequeños.— Vamos.

— ¿Como sé que eres de fiar? — le pregunto mordiéndome el labio.

— Porqué sino ya te habría clavado un tiro. — asiento confundida y los sigo lentamente.

Agarro la bolsa negra aún tirada sobre la mesilla de noche y apilo todas las cosas esparcidas por la habitación. La cazadora negra de Peter aún está en el suelo. Done la dejó el día que llegamos. Me la pongo sobre el suéter. Me va muy grande. Me llaga hasta las rodillas y tengo que arrugarla por los codos para que pueda sacar las manos. Pero huele como él. Salgo hacía fuera corriendo. Su hermano ya está en la taquilla de recepción. Pagando por la estancia a la mujer mayor. Ella cuenta el dinero con una sonrisa victoriosa. Un pensamiento fugaz pasa por mi cabeza. Durante las últimas veinticuatro horas que he estado con Peter no he pensado ni una sola vez en Scott. Sonrío al pensar eso. Puede que algún día me rompa el corazón, pero de momento me lo está curando. 

------------------------------------------------------------------------------------

Archivo multimedia: Ride - Twenty one pilots. 

Dejad comentarios y estrellas :)

Os quiero. 

SafelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora