Había un chico, si, ojos verdes, cabello castaño y una sonrisa encantadora. De esas que logran que te distraigas y termines tirando el café en la mesa de las frutas. Este chico ya llevaba varios días seguidos viniendo a este café, a un horario constante alrededor de las cuatro y cinco de la tarde.
No, yo no me quejo de la vista porque por dios, este chico es hermoso pero mi lado curioso siempre se pregunta qué fascinación tiene con esta cafetería pues en realidad, es algo simple y ya varios clientes se habían quejado lo que nuestra querida "Marta" cocinaba para los clientes. Así que, ¿Qué hacia este chico aquí con tanta constancia? Bueno, lo inteligente seria sacarle la sopa lentamente...lo cual incluiría acercármele...si, eso sería lo más inteligente pero falla una cosa: yo no lo soy.
-Por favor acércate ya a ese chico y déjate de tonterías.-Me sorprendió Memo, un amigo mío que trabaja conmigo en la cafetería.
-¿Tanto se me nota?
-¿Qué estas atrapada por ese castaño alto de ahí? Sí, se te nota
-Simplemente...tengo pena de acercarme, además estoy trabajando no es como se pudiera ir a preguntar su nombre así de fácil. Oye, por cierto míralo bien... ¿no te parece que ya lo habías visto anteriormente? Antes de que frecuentara este lugar me refiero.
-No, nunca en la vida pero ¿sabes? Si es fácil acercarse, mira.- Y después se acercó así de fácil a platicar con el chico de cabello castaño. QUE POR QUE NO SE VALE COMO EL PUEDE HACERLO.
Los vi platicar tranquilamente, el chico de oh-sonrisa-encantadora hasta ¡lo invito a sentarse con él! O bueno, eso es lo que yo doy como hecho al ver que señalaba una silla y Memo solo negaba con la cabeza.
Increíble, ¡Memo ya logro hasta ligar con este chico! De repente Memo dejo de hablar y se dirigió hacia mí. Maldito, una sonrisa de-mira-que-fácil asomaba en sus labios.
-¿Fue muy difícil, acaso?
-Eres chico, no es como si quisieras ligar con el
-¿Estas segura de eso?.-Levanto sus dos cejas de una manera bastante divertida que no pude evitar soltar una carcajada. Memo se unió a mí y comenzamos a llenar de risas todo el establecimiento.
-Disculpa amigo ¿Qué es tan divertido?-Mierda, esto no puede estar pasando. Chico guapo se acercó a nosotros así como si fuéramos compinches de toda la vida.
-Nada Jorge.-dijo eso último mirándome como si quisiera decirme "vamos Andrea ya supiste su nombre"
-Hey.-chico castaño por fin noto mi presencia y me sonrió. Maldita sea, su sonrisa es preciosa. Justo de esas sonrisas que te dan fuerza, que te hacen sentir capaz de poder escalar el Everest, sin importar la presión atmosférica y toda esa mierda.
-Hey, Jorge, ella es mi amiga y compañera de trabajo Andrea, Andy él es Jorge.-Nos tomamos la mano para saludarnos (en realidad él fue el que me la pidió, un caballero sin duda) y juro por dios que sentí un cosquilleo ¡lo juro!-¿Saben? Tengo que hacer algunas cosas, recuerden este es trabajo así que luego hablamos Jorge
-Hey ¿te ayudo?-Alguien que me explique por qué diablos dije eso.
-No, tu descanso comienza en unos minutos así que pueden charlar
-¿Qué? Pero mi descanso comienza...
-Si, pero yo soy tu jefe así que puedes tomarlo ahora
-No eres...
-Gerente, es lo mismo
-Pero...
-¡Nos vemos Jorge!.-Y se fue dejándome sola con este chico que era demasiado alto. Sentado se le notaba menos. Estaba ocupada pensando en este tipo de cosas, mientras analizaba al chico cuando note que, de hecho, Jorge seguía ahí y estaba buscando tener contacto visual conmigo. Podría pensar que intentaba, tal vez, coquetear conmigo pero simplemente no paso así. Tal vez tiene novia y la quiere mucho. O tal vez no le gusto. Simple y sencillamente, no puede haber mucho detrás de eso.
Pero, dejando eso de lado, si había algo en su mirada. Es extraño decir eso, pero notaba algo que ni yo misma podía explicar: ¿pureza? ¿Amabilidad? ¿Dulzura? No tengo idea, pero este chico me daba mucha confianza. Y definitivamente me gustaba eso.
-¿Te conozco?-Lo dije porque yo seguía con la pequeña pisca de duda de que yo ya lo había visto antes de que viniera a este local. Me dio una sonrisa tímida y confieso totalmente que su sonrisa es demasiado bonita.
-Tal vez, he salido varias veces en televisión
-¿Y por qué lo dices como si nada? Amigo, a mí me encantaría salir en televisión aunque sea una sola vez. -Hizo un gesto de que-quieres-que-te-diga levantando los hombros y pude notar (por primera vez, sinceramente) que tenía una playera con dibujitos de Star wars. ¿Cuántos tiene, 22, 23? No lo sé, pero era adorable.- ¿y por qué saliste en tv, dime?
-Para un programa que se dio en Disney channel hace tiempo, no es la gran cosa.
Y entonces por fin recordé de donde lo conocía. ¡Este chico era León, en Violetta estaba segura! Mi hermana de 12 años cuando estaba al aire lo veía, y varias veces me tocó verlo con ella.
-¡Yo sé quién eres, eres Jorge Blanco!-El chico ya-no-tan-misterioso sonrió como si su más grande secreto hubiera sido descubierto.- ¿Así que ese es tu "no es nada" eres un éxito todavía estoy segura.
-Bueno, no he parado desde entonces, así que si, supongo que "no es nada" se refiere más bien a un "lo fue todo"-Dato curioso: cuando dijo "lo fue todo" lo dijo de una manera tan infantil y tierna, pero divertida de la misma forma. Me reí, porque si: el chico podía hacerte sonreír demasiado fácil ¿Qué clase de poder es ese?
-¿Te molesta si nos tomamos una foto?
-Bueno ¿te gustaría que fuera aquí con tanta gente caminando alrededor? Es tu descanso, vamos afuera aunque sea. Sé lo que te digo, no quieres una foto en la que una persona llegue a colarse, yo sé de eso.
Caminamos a afuera no antes de que Jorge pagara su café y Memo me mandara una sonrisa de "¡Lo lograste!" cuando la verdad es que no estaba interesada en Jorge en ese aspecto, si me pongo a pensar. Jorge tiene algo que te hace encariñarte con él al instante, eso sí, pero no como novio ni como nada más. Además, es Jorge Blanco, supongo que no se queda en un lugar quieto y que tiene que estar viajando constantemente. Mejor como su amiga.
-Oh si, mi hermana es fan de la serie ¿podrias darme un autógrafo?-Hice malabares para buscar un papel y lápiz en algún lugar de mi mandil cuando Jorge afirmo con la cabeza. Por fin le di ese papel y lo firmo. Interesante como pone una carita feliz, muy lindo.
-¿Tomamos la foto ya?-Jorge se acomodó en una zona donde le pegaba la luz perfectamente y diablos, se veía precioso. Yo me acomode a su lado y yo tome la foto.-Bien ¿sabes? Me encantaría quedarme contigo más rato, o con ese chico Memo pero debo irme
-Sí, entiendo.-Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.-Nos vemos después ¿va?
-Por supuesto que nos veremos por ahí.- Era algo lindo, porque estaba segura que lo vería una vez más en algún otro lugar. Su aura me lo confirmaba. Estúpido, lo sé. Jorge dio la vuelta no sin antes volver a sonreírme (lo cual, se agradece) y se fue.
Es curioso, porque no le pregunte la razón de que viniera tanto a este lugar, o mejor dicho: qué diablos hacia un chico como él en este lugar pero, de verdad se agradece mucho porque gracias a eso conocí a una persona demasiado hermosa, por dentro y por fuera puedo jurar.
Y si, al llegar a casa mi hermana se emocionó demasiado por todo lo que me había pasado, y también me conto que Jorge próximamente sacaría un disco solista. ¿Saben qué? Estoy segura que no le perderé la vista pronto. No sé qué tiene este chico, pero de que es especial, lo es.
Para: Andrea
Por Sarita A.
