1609
El príncipe BaekEun se encontraba dando vueltas y vueltas en su habitación desde que había entrado en ella, aun no podía creer lo que acabada de suceder hace unas horas atrás, aun no cabía en su mente que ambos habían superado sus miedos y acabaron entregándose el uno al otro. En su mente con cabía mayor perfección de sus cuerpos unidos y los cánticos gemidos que salían de la boca de cada uno.
Todo parecía tan irreal...
ChanLi quien al llegar a su habitación cayó de rodillas, sus piernas no aguantaron, aun temblaban. Aun no superaba aquel momento. Aquel momento que había sido mágico, fue el mejor momento que había pasado en su vida. Sentir la suave y delicada piel de su amado, cada uno de sus movimientos, los gemidos de ambos.
Todo fue tan perfecto...
Flashback
Ambos amantes llegaron al punto exacto por el cual estuvieron el día anterior, ambos sabían que seria el ultimo día libre para estar juntos. Por lo tanto, no querían que el día acabe. Querían detener el tiempo.
BaekEun quería aprovechar aquel momento... si no era ahora tendría que esperar mas tiempo. Y no lo haría, no quería esperar más.
ChanLi tenia claro que si no era ahora quizá no seria nunca, debía arriesgarse una vez más. Por amor.
Ambos empezaron aquella velada hablando y riendo, pero pronto las risas y frases pararon, la distancia se acortó y un beso inicio todo, un beso que fundió sus cuerpos.
Caricias, mas besos, roces, gemidos, aquel palpitar en sus intimidades. Solo señalaban y llevaban hacia una única cosa.
«Había llegado el momento»
Lentamente se fueron deshaciendo de las prendas que llevaban, eran varias capas de ropa que ahora solo molestaban y cubrían su piel innecesariamente. Pronto ambos quedaron desnudos.
ChanLi pudo ver aquel delgado, fino y hermoso cuerpo que poseía su amado, podía ver con claridad cada detalle de su cuerpo, aquella pequeña cintura que dirigían a sus anchas caderas, aquella piel de porcelana, y a su vez aquel formado trasero que poseía. Se sentía un completo libidinoso por pensar de aquella forma al ver el cuerpo de su pequeño, pero seria imposible no hacerlo, su cuerpo era perfecto, que aquel hanbok siempre ocultaba.BaekEun pudo ver aquella piel que quiza era uno tono más oscura que la propia, aquella pequeña musculatura en sus brazos, las piernas largas, delgadas y marcadas que poseía su amado, aquel vientre plano y esculpido que poseía, aquella masculinidad que sus prendas ocultaban. Ciertamente, su gigante era lo más bello que pudo haber visto.
Pegaron sus cuerpos, sus intimidades volvieron a rozarse pero esta vez sin ninguna prenda de por medio. Gemidos escaparon de sus labios al primer roce.
Devoraron sus labios una y otra vez. Los gemidos eran soltados por ambos, aquella sensación de una corriente interior estaba presente. Aquellas ganas de más, mucho más.BaekEun se sentó sobre el regazo de ChanLi, el solo instinto provoco que empezara a hacer movimientos circulares sobre la intimidad del alto provocando que soltara gemidos roncos y necesitados.
Pronto llego el momento, ninguno no sabia muy bien que hacer, pero con cuidado y lentitud ChanLi se había adentrado en el interior de BaekEun, quien al sentir aquella intromisión soltó un gemido desgarrador que puso de preocupación al alto.
Pero pronto aquellas gotas saladas provenientes de los ojos del pequeño desaparecieron y los gemidos de dolor junto con ellas, siendo remplazados por sonoros gemidos de placer.
Aquel sonido de las pieles de ambos chocando acompañado de los gemidos del BaekEun y ChanLi eran la gloria. Aquellos movimientos con las caderas que hacia volver loco al pequeño aumentaban el ritmo.
Aparte de los gemidos, aquel momento se lleno muchos te amo, palabras tiernas y sus nombres dichos de la boca de cada uno.
Cambiaron de posición, el alto recostó a su amado con cuidado sobre la hierva seca y colocando delicadamente aquellas delgadas piernas en sus caderas. Con esto aquellos movimientos se volvieron más profundos, los gemidos del pequeño aumentaron a tal punto de que no podían besarse, ya que gracias a los gemidos aquellos besos se cortaban a cada instante.
ChanLi tomó la intimidad de BaekEun y comenzó a moverla a la vez que seguía embistiéndolo, tratando de que ambos movimientos estén sincronizados.
BaekEun al sentir la mano del alto sobre su intimidad empezó a desfallecer, jamás había sentido tanto placer. Nunca había sentido esto.
Pronto aquellas embestidas tocaron punto, se hicieron mucho más profundas, más exactas, más placenteras, provocando de que sus miembros empiecen a palpitar el doble y sus vientres bajos enviaran ondas de placer.
BaekEun termino por liberarse en la mano del alto, y en medio de los dos con un largo gemido. ChanLi quien al sentir el interior del pequeño reducirse, terminó por liberarse dentro de él con un ronco gemido que acompañó al de su pequeño.
Su primer orgasmo había llegado...
La respiración de los dos se fue regularizando. Volvieron a besarse, pero este fue un beso tierno. Que lo decía todo. Aquel beso dio a entender que lo que acababa de suceder a sido real.
El alto salio del interior del pequeño, quien a sentirlo jadeo suavemente. Se sentía vacío.
Se abrazaron, intentado de que ese momento nunca acabe, de poder quedarse así para siempre, aun se encontraban desnudos, sin protección alguna, a la orilla del río, en la libertad de la noche. Solo la luna fue testigo de aquel momento.
«El destino acababa de unir sus almas por siempre»
Fue así como ambos llegaron a aquel momento, sentían en el pecho algo que en sus dos años de relación no habían sentido. Algo especial.
Ninguno sabia como describir aquella sensación que sentían aun despues de aquella escena, aquel momento, que con solo recordarla empezaban a sonreír. Sentían la calma, lujuria, pasión y amor recorrer por todo su ser.
Todo era perfecto...
Pero aquella felicidad duraría poco, el destino sabia lo que le tocaba a aquella pareja, sabia el camino que le tocaba, con lágrimas, dolor y sangre llegaría a su fin.
«Todo cambiaría al día siguiente»
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Una segunda oportunidad [ChanBaek/BaekYeol]
Fiksi PenggemarCuando el destino de dos almas es amarse, pero en su proceso se crean obstáculos e incluso la separación definitiva de ambos, aún incluso después de la muerte sus almas se volverán a encontrar. Porque, «Nacieron para amarse» y el destino buscara la...