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1607 — Corea

Una tarde cálida de primavera se hizo presente al oeste de Corea, aquel lugar dueño del gran palacio en la cual vivía la familia imperial. La cual se encontraba conformada por los reyes y sus dos hijos.

Lee BaekEun, el heredero al trono, el hijo mayor de los reyes, poseedor de una gran belleza, sutileza y una dulce voz. Quien fue educado por los mejores maestros de canto de la región. Con el tiempo mejoro, dejando en alto a su familia.

Lee EunYae, segundo hijo de los reyes, también era poseedor de una fina belleza, pero al contrario de su hermano, se inclino por las artes, amaba pintar retratos y paisajes, la pintura era lo de él. Fue educado por uno de los mejores artistas de la región al igual que su hermano.

Aquella tarde, los dos príncipes se encontraban jugando en los jardines de palacio, pero no estaban solos, un chico mas los acompañaba. Uno que era mas alto que los príncipes y a su vez era hijo de uno de los miembros de la corte imperial. ChanLi era su nombre.

Las sirvientas se encontraban rodeando a los chicos, por si alguno llegaba a lastimarse, cosa que ya había pasado una vez. Pero solo fue un pequeño susto. O ver si alguno necesitaba algo.

Los chicos corrían y jugaban por toda la extensión del jardín, pero de momento a otro los dos mayores ChanLi con 15 años y BaekEun con 14 se acercaron a lo que parecía un roedor caído en una de las esquinas del jardín. Ambos se preguntaban que era y porque se encontraba ahí. Al llegar a aquel lugar ambos notaron que era una ardilla, una que parecía estar herida. Ambos aun con la mirada clavada en aquel animalito comenzaron a preocuparse por la vida del pequeño.

—¡Hermano!— Llamo el príncipe mayor a quien miraba a distancia aquella escena —Trae algo para envolverlo— y sin más el menor de todos salio corriendo hasta una de sus cuidadoras, la cual le entregó lo que parecía que era un pañuelo de gran tamaño.

Al regresar el pequeño con aquel pedazo de tela, el mayor de ellos tomo a la pequeña ardilla entre sus brazos, y el príncipe mayor acarició su cabeza, diciendo que se veía muy adorable.

—Parece una rata— Dijo el príncipe menor burlándose.

—¡No es una rata!— Dijo el BaekEun —Ahora es mi hijo, demuéstrale respeto al hijo del futuro rey— volvió a decir con autoridad.

—Bueno, es nuestro hijo, recuerda que fui yo quien lo vio— Dijo el mayor de los tres.

—Nuestro hijo— Repitió el príncipe con un leve sonrojo en las mejillas.

«En aquel momento, el destino ya había juntado sus almas»

Tanto BaekEun como ChanLi cuidaron de su ''hijo'', curaron aquella patita rota que tenia, lo alimentaron y arroparon. BaekEun era quien estaba más a cargo del pequeño, ya que se quedaba en su habitación y era ChanLi quien se levantaba muy temprano por las mañanas para ir hacia palacio real para poder ver a BaekEun y a su pequeño ''hijo''.

Cada que ChanLi entraba a la habitación de su amigo aun lo encontraba durmiendo, a lo cual el veía como una escena demasiado adorable, pensaba que su amigo era lo más bello de aquel palacio. ChanLi veía con ojos distintos a su amigo, cada que lo veía, tocaba, o hablaba con el sentía un gran revoloteo en su ser.

«¿Sera que me gusta? Esto es malo» pensaba él, ya que tenia muy en claro que no estaba a la altura del príncipe, y los dos eran hombres.

[...]

Cuatro meses habían pasado desde entonces, había llegado el día en el que ChanLi y BaekEun tenían que liberar a su ''hijito'' ya que se encontraba en mejores condiciones, estaba completamente sano, y era momento de dejarlo en su hogar, y ese era la libertad.

BaekEun tomo a su pequeño y lo dejo al pie de un árbol, el animalito se sintió confundido, y regreso hacia sus cuidadores.

—No pequeño... debes irte— Dijo BaekEun con mucha tristeza.

—Puedes volver cuando quieras— Dijo el alto, animando a BaekEun y a su "hijo".

Y sin mas el animalito los volvió a mirar una última vez y luego salio corriendo hacia aquel árbol frondoso en el cual lo había encontrado.

Ambos chicos volvieron a palacio, y al llegar entraron a la habitación que le pertenecía al príncipe. Para tratar de distraerse y pasar el rato el príncipe BaekEun se puso a cantar una de las nuevas canciones que le habían enseñado, este contenía mas notas altas y agudas. Y que para él era claramente pan comido. Y estas notas fueron acompañadas de aplausos por parte de ChanLi.

Lo que restaba del día se la pasaron cantando, bueno mas el príncipe que su acompañante. Luego cambiaron aquel juego por uno de fuerzas. El cual con el rato, risas y cosquillas se volvió mucho mas divertido.

Pero...

De momento a otro su juego calmo, dejaron de forcejearse, dejaron de rodar por el suelo y las risas pararon, ambos se encontraron cara a cara, BaekEun se encontraba sobre su amigo, acorralándolo contra el suelo.

Ninguno sabe como llego a pasar, o explicarse como llegaron a juntar sus labios en un tierno beso, en como el príncipe había besado a su amigo. Pero a ninguno le importo. Ninguno se separo, solo hasta que fue necesario.

Ambos cambiaron su posición, se sentaron en el suelo con algo de distancia, pero la cual era una distancia no tan lejana. Era lo suficiente, ya que de todas formas ninguno quería separarse del otro.

El más alto quiso hablar, pero BaekEun se lo impidió posando un dedo sobre los labios que acaba de besar.

—ChanLi, acepta mis sentimientos por favor— BaekEun se sentía estúpido por haber hecho lo que hizo, pero había merecido la pena, había besado a su amigo, al amigo que amaba, o al menos eso pensaba él, ya que no sabia cuales eran los sentimientos de más alto.

—Sabes que es imposible verdad— Dijo el alto como afirmación, mas no como pregunta, para en un instante ver como BaekEun se levantaba con la mirada baja. —Pero no he dicho que no.

ChanLi se puso de pie y tomo el brazo del príncipe incitando a que se quedara a escucharlo. Y este lo hizo.

—Es usted hombre majestad, yo también lo soy, usted es un príncipe heredero al trono y yo solo el hijo de uno de los hombres de la corte que sirve al Rey, su padre, no estoy a su nivel, pero eso no impide a que yo sienta esto que estoy sintiendo por usted— El alto hablo con respeto hacia el príncipe intentando que él comprenda que no estaban al mismo nivel, y aunque le doliera, tendría que dejarlo ir.

—Te he pedido que no me hables de usted, menos ahora, se que intentas alejarme, no lo haré, no lo haré ahora que se que ambos sentimos lo mismo, tomare el riesgo, ¿Tomarias este riesgo conmigo?.

No habían palabras que describieran aquello que había sentido ChanLi al escuchar aquella frase, quería aceptar, quería tomar el riesgo, y lo haría.

—Lo haré— Dijo ChanLi, para luego tomar al príncipe, a su príncipe entre sus brazos, y rodear cada parte de su cuerpo para no dejarlo ir nunca.

Volvieron a mirarse, el alto acarició la mejilla del pequeño, y nuevamente juntaron sus labios.

Ninguno quería hablar, ninguno quería que aquel momento acabara, solo eran ellos dos. Dándose su primer beso.




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Nota Importante: Cambie los nombres en este tiempo, luego tendrán sus nombres normales. Estos son los cambios:

ChanLiChanYeol

BaekEunBaekHyun

Lo dejo acá y lo haré también en los capítulos que siguen hasta donde quede esta parte. Los nombres son muy similares, no creo que hayan errores, pero igual se los deje. (cualquier duda haganmelo saber)

Ambientado en la antigua Corea.

—Yurie.

Una segunda oportunidad [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora