KATY
Emma aún no llega al partido y mi hermano está demasiado desconcentrado jugando. Salo mira hacia acá buscándola todo el tiempo.
Van perdiendo y el segundo tiempo está por comenzar.
—Katy —escucho que me llaman.
—Hasta que llegas —le digo a Emma
—Había mucho tráfico —dice Tiffani.
Con dificultad sube los escalones un poco agitada.
—¿Cómo van? —dice antes de saludarme con un beso en la mejilla.
—Perdiendo —dice Noemí.
—Como el capitán esta desconcentrado, todos los están.
—Es mi culpa por lo que paso.
—Si es tu culpa, pero por que no habías llegado aún.Se la pasa mirando hacia acá en vez de jugar.
EMMA.
Ayer no lo vi casi nada y hoy menos, solo deseo verlo. Suena el silbato para el segundo tiempo, los jugadores de ambos equipos salen a la cancha.
No veo aún a Ben, a pesar de que ya todos están fuera.
—¿Dónde está? —pregunto a nadie en particular.
—No lo sé.
Mi celular comienza a sonar. Es el, al fin.
—¿Dónde estás? —le pregunto a penas contesto.
—¿Dónde estás tú?
—Con las chicas en la graderías.
—Tardaste mucho en llegar.
—No sabía si debía venir.
—Por supuesto que sí, tu novio está jugando un partido muy importante.
—¿Ya no estás enojado? ¿Seguimos siendo novios?
—No ya no, es solo que la noticia de verdad me impacto, más cuando fue ese imbécil de Will.
—Perdón, debí decírtelo.
—Ya no importa, debo irme antes de que me reten más de lo que ya lo hicieron.
—Estabas jugando muy mal.
—Me faltaba mi chica de la suerte.
—Se el mejor.
—Siempre.
El partido comenzó y las cosas estaban mal, los chicos iban perdiendo, Will no quería pasar la pelota a ninguno de sus compañeros así que el entrenador lo sacó del juego.
Cosa que Complico más la situación, Will es un excelente jugador.
Pero los chicos se las arreglaron, el partido ya iba a terminar y estaban empatando, se les notaba a todos muy cansados.
—Vamos chicos —digo en voz alta, mas para mí misma..
Todos estaban ansiosos por saber el final, quedaba solo segundo, nadie gritaba, temiendo a lo que podía suceder.
Rodrigo va corriendo con la pelota le da un pase a Will quien ya está muy cerca de hacer el gol, pero alguien del otro equipo se le interpone en su camino, se la entrega Felipe quien corre lo mejor que puede y patea hacia el arco.
El arquero salta para detenerla pero solo la roza, logrando entrar y el silbato que da la señal que el partido término suena. Todos gritan y saltan en sus lugares aunque muchos ya bajaron hacia la cancha incluyendo a las chicas que fueron a felicitar a sus novios.
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NUESTRA PEQUEÑA
ChickLitPortada : @CeciliaDalis Me he convertido en la típica estúpida que se dejo engañar por el popular que deseaba sexo. En un momento de debilidad que me encontraba me deje llevar, ni siquiera lo amo o me gusta, aunque si acepto que es guapo y deseado p...