One Shots.

Me amarás.

Hide away —Daya.

Otro día, otro llanto.

—¡ES QUE TU NO LO ENTIENDES MAMÁ! —Lloraba la chica mientras gritaba acostada en su cama, escondiendo la cara en la almohada.

—¡Pues ayudame tu a comprenderte!

—No es facil mamá... —Sollozó fuertemente. —A él parecen gustarle las chicas fáciles... Las que se desnudan antes de la segunda cita. —Lloró sintiendo su corazón encogerse. —Y yo...

—No eres así, lo sé, bebé. —Suspiró su madre. —Así como a las chicas les gustan los chicos que no las aprecian. —Al escuchar aquellas palabras la chica agachó la cabeza. — Pero nena, quizás...

—Quizás nada, madre. —Gimió la chica, con lágrimas aún cayendo de sus ojos y resbalando por sus mejillas.

Rodando los ojos la mujer mayor volvió a hablar. —Ni siquiera me has dejado hablar, Charlotte. —Gruñó. —Joder, olvidate de él de una vez, niña.

—Pero mamá... —Susurró sentándose en la cama. —No lo logro comprender.

—¿Qué es lo que no comprendes bebé? —Dijo su madre sentándose a su lado, la chica miraba a la nada.

—¿Por qué no le gusto? —Susurró. —¿Es que acaso soy muy fea? —Sollozó recostando la cabeza en el hombro de su madre.

—Oh Char, no digas eso... —Habló la mujer con pena a su unica hija. —Eres completamente hermosa...

—Eso lo dices porque eres mi madre. —Sonrió.

—No cariño, —Sonrió ahora ella. —Lo digo porque es la verdad.

—Gracias....

—No debes agradecerme... Ya verás que llegará a tu vida un chico que sepa valorarte, y el cual te ame de verdad. —Besó a la muchacha en la frente.

—¿Dónde se esconde ese chico, mama? ¿Dónde se encuentra mi príncipe azul? —Se quejó en un arranque de negatividad.

—No lo sé... No te apresures a los hechos, aún eres muy joven. —Luego de decir aquello bajo de la cama para marcharse. Y una vez en el pasillo gritó. —¡Oh nena, recuerda que Bieber vendrá a visitarte hoy!

—¡Si, lo sé! —Gritó ella de vuelta, secando sus lágrimas.

Cuando Justin llegó todo fue de las mil maravillas, la mujer mayor preparó una merienda y vieron películas en el sofá de la sala de estar...

Aproximadamente a las 5:35 pm la Señora Vicent les aviso que iría a comprar algunas cosas para hacer la cena.

—Y bien... Cuentame muñeca, ¿cómo te fueron las cosas hoy con Frederick? —Sonrió con tristeza el muchacho, y a la chica se le cristalizaron los ojos. Quería borrar ese momento de su memoria.

—Bueno... —Habló entrecortadamente... —Él...

—¿Qué ha sucedido, Charlotte? —Preguntó disgustado, se había percatado del cambio de humor que había tenido la chica. —¿Qué mierda te ha hecho ese idiota? —Gruñó apretando la mandibula.

—Nada, Justin... —Susurró cubriéndose con la manta.

—Dime... —Se estaba enfureciendo.

—No quiero hablar de ello.

—Dime... —Exigió.

—¡Que no! —Chilló la muchacha.

—¡Que me digas, joder! —Ahora gritó él.

—Él me ha rechazado delante de todas las muchachas de la universidad... —Sollozó abrazándose a si misma. —Se burlaron de mi...

—Ese hijo de puta. —Murmuró Justin levantándose y caminando hasta la puerta de la entrada

—¿Justin? —Éste no le respondió, solo abrió la puerta y salió de la casa, la chica al percatarse de aquello corrió detrás de él. —¡Justin!, ¡¿A donde vas?! —Dijo tomándolo de la mano.

—¡Le iré a partir la cara a ese mal nacido! —Rugió soltándose de su agarre, parecía león enjaulado. Furioso. —¡¿Cómo mierda se atreve a hacerte eso?!, ¡Eres la chica más buena y hermosa que existe!

—No cometas alguna tontería... —Ella lo volvió a tomar de la mano. Y Bieber inevitablemente sintió mariposas... No, un zoológico en su estomago. —Vamos, volvamos a la casa. —Suplicó e hizo puchero. Bieber maldecía cada momento que pasaba con ella, joder, estas cosas hacían que se enamorará más de ella. —Por favor... —Y sin más se dejo guiar por ella.

—¿Por qué no quieres que le haga nada? —Gruñó un vez de nuevo en la sala.

—No quiero que te metas en problemas...

—¡No me importa meterme en problemas por ti, joder! —Gritó Justin, tirando de su cabello. —¡Te amo, maldita sea!, ¡¿qué no lo entiendes?! —Charlotte se encontraba perpleja, esto si que no se lo esperaba. El chico abrió mucho los ojos al percatarse de lo que había dicho... —Nena, yo...

—Justin... —De un momento a otro el tatuado caminó hacia ella y la beso, por un momento permaneció estática... Y al salir del shock se separó de él. —Tu...

—Lo siento... —Dijo el demasiado avergonzado. —No quería que te enteraras así.

—Tu... ¿por qué nunca me lo dijiste? —Susurró la chica a punto de llorar.

—Yo...

—Dimelo. —Exigió.

—Tenía miedo... —Ahora era el turno de él de susurrar. —Tu me ves solo como un amigo, y nunca aceptarías salir conmigo.

—Justin, yo...

—Si, lo sé. —Negó con la cabeza. —No hace falta que me lo digas. Tu amas a Fitz... —Charlotte bajo na cabeza con tristeza.

—Pero eso ya no me sirve de nada... —El rubio caminó hacia ella, y la abrazó. —Nunca me sirvió.

—Yo siempre estaré aquí para ti, bebé. —Dejó un beso en la frentre de la chica. —Así tu no me ames. —Sonrió.

—Oh Justin... —Suspiró. —Ojalá pudiera amarte a ti...

—Oh bebé, lo haras. —Sonrió dejando un beso en la punta de la nariz de la chica. —Me ganaré poco a poco tu amor, lo verás.

—Drew...

—Hablo en serio, Charlie. —La miró directamente a los ojos. —Me amarás. Lo sé. —Habló muy seguro. Y le dio un pico.

—¿Cómo éstas tan seguro de eso? —Sonrió ella con una pizca de picardía. 

—Nena, ¿No me haz observado? —Gruñó mordiéndole la mejilla. —Soy irresistible. —La chica sin poder evitarlo se echo a reír.

De verdad esperaba que el pidiera enamorarla...

Nota de la autora:

Este es mi primer one shot chicas,
😏😍

Esta pequeña historia esta basada en la canción Hide Away de Daya. Esa canción es muy hermosa, me siento muy identificada con ella...

¿Les gusto?, ¿quieren que siga haciendo este tipo de historias(cortas)?

No olviden votar y comentar que les ha parecido.💞

Me despido. xx