One Shots.

Posesivo.

I

Celos, ese era el sentimiento que dominaba el cuerpo del rubio... No podía creer lo que sucedía justo frente a sus ojos.

¡MALDITA FUERA!

¿Cómo se atrevía a besarse con otro frente a él?, si tan solo hace unos días  estaban cogiendo como locos en su maldita casa.

Justin no pudo evitar tensar la mandíbula.

¡NO PODÍA HACER NADA AL RESPECTO!

Quería matar a Dom, ese idiota  sabía lo que él sentia por Violette. Y sabía  que no sólo era atracción sexual.

Debía admitir que la muy maldita tenía un cuerpo de puta madre. Estaba buena, con todas  las letras bien merecidas en aquella palabra. Y era obvio que ningún hombre en la tierra se resistiría a ella y a sus encantos.

Basta, era suficiente.

El hijo de puta había comenzado a tocarle el trasero a la muchacha. No lo permitiría. Era suya. De su maldita pertenecía.

Caminó rápidamente hasta ellos y tomo a la chica del codo. Alejandola de su “amigo”. —Basta. —Gruñó mirando a la chica para luego voltear y sonreírle cínicamente a Dominic. —Hola Dom. —Después de decir aquellas palabras dejó que su puño cayera en la mandíbula del castaño frente a él. —Nunca más en tu vida te atrevas a tocar a mi chica. —Gruñó como león furioso. —Tampoco quiero verte cerca de ella. —Habló de la misma manera tomando a la castaña de la cintura y caminando lejos de la multitud  que los observaba.

Removiendose entre sus brazoS, Violette lo maldecía una y otra vez por sacarla de la fiesta. Él no hacia más que apretar con más fuerza su cintura, advirtiéndole de manera silenciosa para que cerrara la boca. —¡Sueltame ahora mismo, Justin! —Chilló cuando estuvieron en el estacionamiento. —¡No tienes derecho!, ¡estaba divirtiéndome, idiota! —Dijo clavando sus pies en el pavimento. —Detente y dejame entrar de nuevo, imbecil. —Justin no tuvo más opción que cargarla sobre su hombro, gruñendo con frustración por los gritos y pataleos que daba la castaña.

Una vez frente su automóvil la bajo. —¡¿Podrías callarte de una maldita vez?!, ¡estoy tratando de pensar con la cabeza fría! —La miró con furia. —No quiero verte cerca de ese imbecil.

—¿Qué?, ¡no! —Dijo indignada. —Te odio, maldito idiota. —Lo fulminó con la mirada. —¡Arruinaste mi noche de buen sexo!, ¡NO TIENES DERECHO!

—¡Cierra la maldita boca, Violette! —Gritó acorralandola contra su vehículo. —¡¿Es que acaso no entiendes?!, ¡tu no puedes estar con otro que no sea yo! —Juntó su frente con la de ella cerrando los ojos fuertemente. —Me perteneces, eres mi chica. —Jadeó. —Tengo todo el maldito derecho. Eres mía.

—Te equivocas. —Atacó ella. —Lo nuestro es solo sexo. —Intentó separarse, pero le fue imposible. El chico tenía sus manos en las caderas de ella, impidiéndole moverse con libertad. —Sexo casual y sin compromisos.

—NO. —Gimió él en queja besando el cuello de la chica. —Yo te quiero, Violette. —Dio pequeños mordiscos en el sitio. —Quiero que seas completamente mía.

—Tú sólo quieres sexo, Bieber. —Se quejó ella en un gemido. —Es lo que todos quieren.

—¡No!, —Se separó de su cuello para mirarla directamente a los ojos. —de verdad me gustas. No es solo sexo contigo.

—Mientes...

—No lo hago. —Sonrió. —Contigo es diferente. Siento... —Hizo una breve pausa. —Contigo siento la necesidad de ser posesivo, de protegerte. Me gustas en serio, nena. —Rozó sus labios lentamente con los de ella. —Quiero que me ames, tengo la necesidad de sentir que me amas, Violette. ¿Eso es normal?, no lo creo.

—Just...

—Déjame terminar. —La interrumpió. —Me entran unos celos demoníacos cada que un hombre se te acerca, ¡deseo pasar cada segundo contigo!, y sin embargo, tu prefieres a esos idiotas antes  que a mi. —Sonrió con pesades. —Quisiera matar a cada uno de ellos cuando siquiera te hablan. ¡DEBERÍA SER YO!, tu eres mi chica y soy yo quien debería estar a tu lado.

—No soy tuya, así  que basta, por favor...

—¡No!, no me detendré. —Declaró. —Eres mía desde el momento en que aceptaste acostarte conmigo la primera vez.

—No te acostarás conmigo cada que quieras, no soy un objeto, Drew.

—No, no lo eres. —Concordó. —Pero eso no significa que no puedas ser mía...

—Basta, dejame ír. —Se quejó. —No quiero estar contigo.

—Eso jamás.

—Por favor... Déjame volver a la fiesta. —Suplicó.

—No.

—¿Por qué?

—Volverás a besuquearte con cualquier idiota. —Afirmó.

—Sí, ¿cuál es que problema? —Ella lo hacía para molestarlo, podía estar seguro. —Soy soltera.

—¿No entiendes? —Rió sin gracia. —Nadie, escuchame bien, nadie a parte de mi, puede tocarte.

—No eres mi novio, así que esto es injusto. —Gruñó ella al sentirlo besar sus clavículas. —Puedo hacer lo que yo quiera.

—No decías lo mismo cuando dejabas que te la metiera... —Sonrió succionando. —Ahora, subirás al auto, iremos a mi casa y te demostraré de quien eres.

—No iré a tu casa.

—Bueno, el asiento trasero de mi automóvil es muy cómodo...

—No me acostaré contigo, Bieber. —Lo interrumpió.

—Eso lo veremos. —Sonrió quitando la alarma del BMW y separándose un poco de ella. —Sube.

—No.

—No me hagas enojar, Violette. —Tensó la mandíbula.

—Yo no soy Grace, —Gruñó. —a mi no me coges cuando tu quieras.

—Maldición, ¿éstas haciendo todo esto por ella? —Preguntó confundido. —Yo no he vuelto a acostarme con ella.

—No me mientas, ella tiene un vídeo.

—Tendrá que ser antiguo. —Aclaró. —Mi pene no ha entrado a su vagina desde hace 6 meses, bebé.

—No te creo. —Camino alejándose de él.

—Nena... —La perseguía.

—Eres un maldito idiota, ¿como puedes prohibir que me acueste con alguien, cuando tu lo haces todo el tiempo? —Se volteó a mirarlo furiosa, y chocó con su pecho, por lo cual tuvo que retroceder dos pasos. —Eres un hijo de puta.

—Ya te dije que no me he acostado con nadie desde que lo nuestro comenzó...

—¿lo nuestro?, la palabra “nuestro” no existe entre nosotros Justin.

—Violette... No digas tal cosa.

—Llama a Grace si estás muy urgido de sexo. —Sonrió sarcástica. —Quizás ella no se niegue.

—No quiero a Grace, te quiero a ti, nena. —La abrazó a si. —Te amo a ti.

Esas palabras hicieron que la chica se tensara visiblemente.

Primera parte.

RECOMPENSA POR NO PODER ACTUALIZAR ERRORES💕😓

Las amo, xoxo.