One Shots.

Ya no estás.

Es triste saber que ya las cosas no son las mismas, que las personas cambian y el tiempo no puede retrocederse.

Debby estaba hecha un mar de lágrimas recostada en su cama mirando su teléfono.

Nada era lo mismo.

Justin no era el mismo.

Ya no le escribía, ya no la llamaba, y mucho menos se veían seguido.

Antes solían contarse todo, y ahora no hablaban de absolutamente nada.

Justin solo la buscaba cuando quería tener sexo, y eso la hacia sentirse como una prostituta sin serlo.

Llevaban más de un año y medio de relación, y las cosas habían cambiado demasiado.

Lo peor de todo es que ella estaba completamente enamorada de él.

Just👫:

Tenemos que hablar.

Okay, ¿de qué quieres hablar?

Puedes venir a mi casa, no es algo que se pueda decir por mensajes de texto.

Ahora mismo estoy muy ocupado, si tanta urgencia tienes puedo llamarte 5 minutos, ¿quieres que te llame?

No hace falta, puedo decirlo por aquí.

No quiero seguir así.

¿De que carajos hablas Debby?, no estoy para tu estupideces ahora mismo, te dije que estoy ocupado.

Disculpame, ya no te molestaré más. Terminamos Justin Bieber.

La reacción de Justin al leer ese mensajes no fue la mejor, ella debía estar bromeando.

Joder, él la amaba.

¿Qué mierda, Debby?, ¿estás loca?

No estoy para tus estúpidas bromas de mal gusto, ¿estás bromeando, verdad?

No lo hago, lo siento.

Para ese entonces la morena sentía su corazón roto en mil pedazos.

No puedes terminar conmigo, ¿estás jugando?

Maldita sea, debes estar haciéndolo, ¿verdad?

No estoy malditamente jugando Justin.

El corazón de Bieber se detuvo por un momento, no podía estar sucediendo aquello.

Estoy en tu casa en tres minutos, no puedes hacser esto sin explicarme.

Hacer*

Maldición, no puedo escribir.

Abre la puerta ahora mismo, Deb.

Luego de leer ese último mensaje la chica había  corrido escaleras a bajo para  abrir la puerta, mientras que con la manga del suéter que traía colocado limpiaba sus lágrimas.

—¿Qué mierda sucede contigo? —Fue lo primero que salió de la boca del rubio al entrar a la casa de su novia—, ¿como demonios es que quieres terminar conmigo, Debby?, ¿te has vuelto loca?

—No quiero seguir con esto —Dijo ella cerrando la puerta—. No es justo para nosotros.

—¿Estás viendo a alguien más? —Gruñó el muchacho sentándose en el sofá imaginando a otra persona con la morena, eso le enfurecía.

—¡NO! —Chilló Debby inmediatamente caminando por la sala—, tu no entiendes.

—¡Hazme entender entonces! —Gritó el chico frustrado, no lograba comprender la razón por la cual ella no quería continuar con él.

—Entre nosotros ya nada es lo mismo, Justin... —Susurró.

—No entiendo, ¿a que te refieres?

—¡Ya no estás!, casi ni hablamos, solo me buscar cuando quieres coger, a eso me refiero! —Gritó furiosa mirandolo a los ojos—, no quiero eso para mi Justin.

—Debby... —Susurró levantándose del sofá con la intensión de acercarse a ella, pero la chica inmediatamente se alejó.

—No, ya no más, ya no mas excusas. No puedo seguir contigo, no así.

—No...

—¡No!, ¡eso debo decir yo!

—Debby, por favor...

—Estoy enamorada de otra persona.

—¿Qué?

—Sí, no más. No quiero estar contigo.

—Debby, joder... Yo te amo —Decía el muchacho pasando su mano derecha por su cabello.

—Ya no más, Justin.