Capítulo 3:

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Narra Will: 

 Pasaban los días y las torturas empeoraban. Los gemelos me golpeaban o torturaban de casi cualquier forma hasta que dijera algo de los diarios o cayera desmayado al suelo.
Pasaron dos meses, creo, y las torturas eran iguales, pero un día note que Dipper no me golpeó tan fuertemente, casi y no me hace daño.
Pasaron dos meses más y Dipper seguía igual, no digo que era lindo que me torturaran, pero me parecía raro.
Un día, estaba en el sótano, donde había una cama. Estaba recostado en ella boca abajo, ya que en la espalda tenía cortes bastante profundos, la gemela había usado un cuchillo.
Casi no podía levantarme, pero lo hice cuando escuche que alguien bajaba las escaleras. Me levante de un salto y me puse en un rincón de la habitación.
Dipper apareció con una caja entre las manos, eso me dio más miedo.
Me miró a los ojos y yo espere que sea con esos ojos fríos y sin expresión, pero era diferente, era una con tristeza, ¿por que?.
Rápidamente cambió a esa mirada inexpresiva otra ves.

-Ven.- Me ordeno.

Yo le obedecí con miedo aún de lo que me pudiera hacer. Llegué hasta estar frente a el y baje la cabeza, ya estaba temblando un poco por el miedo, no podía defenderme, todavía tengo estas cadenas.

-Tranquilízate, vengo a curar tus heridas, ¿si?.-

Yo lo miré confundido, pero asentí.
Nos sentamos en la cama, yo de espaldas a el.

-Quítate la parte de arriba del traje.- Me ordenó.

Lo hice y después de un rato sentí algo frío en uno de los cortes de mi espalda, ardía, pero no me queje.
Después de un rato de que el atendiera mis heridas, terminó y se fue, yo no le dije nada.

Narra Dipper Gleeful:

No se por que, no podía dañarlo, no cuando me miraba con esos ojos celestes... que se parecen al cielo y que reflejan total inocencia. ¿Qué estoy pensando?.  Bueno, no importa. Sólo sano sus heridas para que no muera.

Ojos Celestes. DipWill. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora