Caos. Esa era la palabra que describía lo que Kayley tenía ante sus ojos. Guardias, gente huyendo, construcciones derrumbándose, fuego y vampiros; todos revueltos en una misma odisea.
Cuando se acercaban al reino, Kayley se intentaba convencer a sí misma que la explosión había sido tan sólo un accidente o que era parte de la celebración, que los gritos eran de emoción y felicidad, y que ella y su amigo solo estaban mal entendiendo todo. Lo malo es que ni ella misma se creía eso, y sus miedos se vieron confirmados al llegan a sus tierras.
Ahora ella y su amigo se encontraban en medio de la batalla, sin saber que estaba pasando ni cómo ayudar. Buscaban desesperadamente a alguien conocido entre la gente que corría aterrorizada, pero les resultaba casi imposible reconocer a alguien entre tantas personas.
Decidieron subir a un árbol cercano para tener una mejor vista. Peter soltó un largo suspiro y Kayley sentía que estaba a punto de llorar.
-¿Q...qué vamos a hacer?-tartamudeó.
-Tenemos que seguir buscando.-dijo
Kayley asintió, asustada.
Siguieron buscando entre la gente con la esperanza de encontrarse a alguien conocido. Los minutos pasaron y cada vez se ponía más oscuro, lo que hacía a la situación aún más terrorífica. Le aterrorizaba pensar que en esos momentos algo le pudiera estar pasando algo a su padre o a Alex, y ella estaba ahí, sentada en un árbol sin hacer nada para impedirlo.
-¡Mira allá!-dijo Peter apuntando con el dedo.
Kayley volteó hacia donde él apuntaba y vio a una mujer que le resultaba bastante familiar, acercándose entre el gentío.
Los dos la llamaron gritando lo más alto posible pero no servía de nada. Sus voces se ahogaban entre los gritos de la gente. Ella no los escuchaba. Trataron moviendo los brazos para llamar su atención y tirando ramas pero ninguno de los dos tenía una lo puntería bastante buena.
Peter volteo a ver a Kayley con miedo.
Si no llamaban la atención de ella tal vez no encontrarían a nadie más después y se quedarían atrapados en aquel árbol hasta que el fuego lo alcanzara, y eso no era una opción razonable. No soportaría estar ahí por mucho tiempo observando como la gente huía, así que tenía que pensar en algo rápido.
Una idea alocada pero brillante llego a la cabeza de Kayley.
-Ya se.-dijo y sin preguntarle a su amigo si estaba de acuerdo, porque estaba segura de que no lo estaría, se convirtió y salto desde lo alto de la rama para luego caer enfrente de la mujer. Esta soltó un grito y salto hacia atrás, asustada, pero cuando vio de quien se trataba, la abrazo con todas sus fuerzas. Kayley sentía como el enorme gentío las arrastraba y las alejaba cada vez más de donde se encontraba su amigo.
-¿Dónde está Peter?-grito la mujer desesperada por encima de las voces de todos los demás.
Kayley señalo el árbol de donde había saltado. La mujer inmediatamente se dio la vuelta y empezó a tratar de llegar a él, lo que resultaba bastante difícil ya que toda la gente corría hacia la dirección contraria pero eso no pareció importante para ella. Parecía desesperada por llegar con su hijo.
Después de casi ser tumbadas y aplastadas varias veces, finalmente lograron llegar al árbol. Lo subieron rápidamente y vio a Peter sentado en una rama. Él abrazaba sus piernas con los brazos y temblaba sin control. Su madre se acercó sollozando hacia él y lo abrazó con todas sus fuerzas, consolándolo y murmurándole cosas por lo bajo.
Esa escena le recordó a Kayley lo mucho que quería abrazar a su padre en esos momentos y sintió como su estómago ardía de preocupación. Tenía que encontrarlos y ahora que Peter esa a con su madre, no se sentiría culpable de dejar solo al pobre niño.
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The Other Side
FantasySólo existen dos lados. En uno vives tú, ahí se encuentra todo lo que tu conoces. En el otro lado vive Kayley Knight, la princesa de los fenali, criaturas capaces de cambiar su físico de una forma peculiar. Su linaje le da cierto poder sobre su raza...