Capítulo 8

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¡Hola lectores! No, aún no muero. Solo me tomó más tiempo este capítulo de lo que esperaba. Lo siento mucho. Si sigues leyendo esto después de tanto tiempo entonces, ¡muchas gracias! Si acabas de empezar a leer entonces bienvenido :)

Como no espero que nadie se acuerde de nada (me ha pasado a mi con libros que no se actualizan en mucho tiempo) aquí tienen un pequeño resumen:

Hay dos lados. El tuyo y el de la princesa Kayley Knight, la princesa que pertenece a la orgullosa raza fenali. Estos son seres capaces de convertirse de animales a humanos. Hay otras razas además de los fenali: los vampiros y los licántropos.

Su mejor amigo, y más cercano, era del reino vampírico, pero se reunían en secreto ya que ambos reinos peleaban a muerte.

Hicieron un tratado de paz por lo que los fenali invitaron a su reino a los vampiros, quienes vieron esto como una oportunidad de destruir a sus rivales de una vez por todas.

El príncipe vampiro y mejor amigo de Kayley, Blaine, sabia de esto e intentó advertirle a  su amiga pero fue encerrado por los de su especie y el reino fenali fue atacado en pleno festejo.

Kayley, quien huía de vampiros en el bosque, saltó hacia unas enredaderas y despertó en un lugar completamente diferente...Había despertado en nuestro mundo donde fué encontrada por una mujer y su hijo de la misma edad de Kayley, Derek.

Ocho años habían pasado y Kayley había vivido entre los humanos, olvidando varias cosas de donde provenía. Todo indicaba que su vida podría llegar a ser a la de un humano normal, hasta que una misteriosa chica rubia que nunca había visto aparece en su clase, poseedora de un aura demasiado familiar.

Nota: Decidí volver a narrar desde tercera persona. Estaba bastante incómoda escribiendo desde primera y siento que así puedo acomodarme mejor.

CAPITULO 8

El ultimo tramo a su casa lo hizo corriendo. Con el corazón desbocado, Kayley abrió la puerta y la cerró violentamente detrás de si, asegurndose de cerrarla con llave. Cerró las cortinas de las ventanas, y checó todo el piso de abajo para asegurarse de que no hubiera nadie.

Hasta que se sentó en el sillón se dió de que todo su cuerpo estaba temblando. No entendia bien lo que acababa de suceder pero el color escarlata de la sangre brillaba intenso en su mente. La aterrorizante idea de que ese gato pudo haber sido ella la acompañaba.

Subió las escaleras lo mas rápido que sus piernas temblorosas se lo permitían sin pensar, solo siguiendo una necesidad que oprimía su pecho. Abrió la puerta del cuarto de Derek. La habitación se encontraba en penumbras. Por un horrible momento temió encontrarlo igual que al gato, pero lo vió acurrucado entre las sabanas, durmiendo.

-Derek-le llamó. Su voz salió cortada y débil.

El muchacho se removió en su cama y entreabrió sus ojos adormilados.

-Apaga la luz, Kayley- se quejo en voz somnolienta para luego darse la vuelta, dándole la espalda.

En ese momento, Kayley reaccionó y se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Se supone que ya no era ninguna niña que corre a los brazos de sus padres cada vez que esta asustada. O a los brazos de nadie. Por un momento, Kayley se sintió una molestia.

-Si. Lo siento.-susurró, cerrando la puerta suavemente.

Trató de tranquilizarse a si misma y se enjuagó la cara con agua fría.  para luego irse a dormir, o al menos lo intento por algunos minutos mientras daba vueltas entre las sabanas y observaba la ventana con recelo. Cuando finalmente se cansó de dar vueltas sin sentido, se paró y camino hacia la esquina más alejada de esta y se sentó ahí, abrazando sus piernas contra su pecho. Sentir la pared de su cuarto le daba la sensación de seguridad, de que podía estar alerta a lo que había a su alrededor.

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2015 ⏰

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