NOTA: Desde aquí comenzare a escribirlo en primera persona. Kayley les narrará lo demás ;D
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8 AÑOS DESPUES...
Un golpe en la cara me sacó de mi profundo y perfecto sueño .Había estado soñando con un bosque, como casi siempre. En mis sueños sentía que podía respirar el aire fresco y puro de la naturaleza y como la brisa fría de la mañana acariciaba mis brazos, pero la almohada que en estos momentos tenía en mi rostro me había sacado de mi paraíso. Tomé la almohada y la arrojé al suelo, muy irritada. Todo mi cuerpo se sentía cansado y adormilado por mis pocas horas de descanso. Forcé mis parpados a abrirse y mi pesado cuerpo que parecía estar sellado al colchón a sentarse. Fulminé con la mirada al chico que se encontraba sentado en la orilla de mi cama y me dedicaba una sonrisa burlona.
-Buenos días Kayley. Tu cabello se ve encantador esta mañana.-dijo en tono de burla.
-¿Por qué rayos hiciste eso?-le reproché, llevándome una mano inconscientemente a la cabeza para alizar mi pelo.
-¿Esto?-tomó la almohada del suelo y me la arrojó de nuevo, y debido a mis malos reflejos mañaneros esta me dio directamente en la cara. Escuché la risa y los pasos del chico al salir del cuarto.
Gruñí. Maldito Derek. Viviendo con nunca iba a poder tener una mañana como esas de las películas en las que el personaje se despierta con los primeros rayos del sol calentando su cara. Miré hacia la pequeña ventana del cuarto. Aún estaba obscuro afuera así que eso no iba a pasar de todos modos.
Me levanté di mi cama a pesar de mis enormes ganas de acostarme de nuevo y cubrirme con las cálidas sabanas, pero si hacia eso seguramente Derek vendría a molestarme de nuevo. Me puse el uniforme del colegio y baje las estrechas escaleras de la casa. Un olor a quemado llegó a mi nariz e inmediatamente supe que Derek estaba cocinando. Llegué a la cocina y lo vi muy concentrado vertiendo algo sobre la sartén, así que pasé detrás de él para sacar unos vasos. Los puse en la mesa y llené ambos de jugo.
Me senté en la silla y miré alrededor.
-¿Dónde están tus padres?-
Derek dio un respingo y casi se le cae la espátula que estaba usando para "cocinar".
-¡No hagas eso! Vas a hacer que algún día me dé un paro cardiaco. No te oí llegar...-dijo enojado.
Le sonreí malvadamente.-Solo si dejas de despertarme de esa manera.-
-Hmm...-Derek fingió una cara pensativa-No. Me gusta despertarte.-
Sonreí y negué con la cabeza. Este muchacho nunca iba a cambiar.
-¿Y bien, dónde están tus padres?-
-Salieron a trabajar temprano. Pero no te preocupes, eso quiere decir que llegarán más temprano también.- me aseguró. Derek puso lo que cocinaba en un plato y lo puso frente a mí. Arrugué la nariz cuando el olor a humo se intensificó.
-Si me enfermo con esta cosa será tu culpa. Esto huele a quemado.-
-Oh vamos. No es mi culpa que tengas olfato de gato. Además son hotcakes .Los hice especialmente para ti así que ahora te los comes.
Miré los panqueques calcinados de mi plato y luego a Derek. Apreciaba mucho que hubiera hecho eso por mí ya que sabía que a él no le gustaban tanto, así que empecé a comer y me aguanté el sabor a carbón de los hotcakes.
Así habían sido los últimos ocho años que había vivido con su familia. Desde aquél día en el cementerio, ellos me habían incluido como una más a pesar de no ser de su especie y estaba enormemente agradecida por eso. Los padres de Derek me trataban como si fuera su hija, pero él no. Los dos siempre tuvimos en claro que no éramos hermanos y nos tratábamos mas bien como mejores amigos.
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The Other Side
FantasySólo existen dos lados. En uno vives tú, ahí se encuentra todo lo que tu conoces. En el otro lado vive Kayley Knight, la princesa de los fenali, criaturas capaces de cambiar su físico de una forma peculiar. Su linaje le da cierto poder sobre su raza...