CAPITULO 6
Mis pasos acelerados hacían eco por todo el vacío pasillo. Ya no había ni un alma en él, lo que hizo que me angustiara aún más y corriera más rápido hacia el salón. Vi como la puerta de madera se cerraba poco a poco, dejándome afuera. Prácticamente salte el último tramo que me separaba de la puerta y metí mi pie para impedir que se cerrara, provocando que mi pie fuera cruelmente apachurrado. Me quejé un poco por el dolor, pero decidí concentrarme en escabullirme por el pequeño hueco que había quedado. La maestra me miró con una mueca de desaprobación y me gruñó un “llegas tarde” para luego señalarme un asiento vacío al frente. Me fui a sentar algo fastidiada por estar al frente. Solo me tranquilicé al pensar que por poco me tocaba pasar la clase afuera. Además, ya era la última clase así que solo tendría que resistir un poco más.
Minutos después me encontraba escuchando a la profesora mientras trataba de poner toda la atención posible que se puede tener un viernes justo antes del timbre. Tenía que conseguir buenas notas. Por ahora, era lo único que podía hacer por los padres de Derek que habían gastado tanto por mantenerme.
Oí un sutil silbido a mi izquierda y me agache para esquivar un sacapuntas que pasó zumbando justo encima de mi cabeza. Por un segundo me quedé helada regañándome a mi misma por haberlo esquivado. ¿Qué clase de humano sabría que un sacapuntas viene volando hacia él? Todavía en mi lucha con mi conciencia que me golpeaba a palos, tomé el sacapuntas del suelo y vi que tenía un papelito dentro. La desdoblé y leí:
“Te invito a mi casa. Avísale a Derek también ;D
-Aaron”
Eché una rápida mirada hacia atrás y vi a Aaron sentado y con mirada expectante, esperando mi respuesta. Escribí mi contestación al reverso del papelito.
Llamé la atención del chico que ya se encontraba mirando una mosca parada en la ventana con la misma intensidad que un cirujano en medio de una operación. Le lancé el sacapuntas en un momento que la maestra se había volteado al pizarrón a escribir algo y él lo atrapó. Sí, hubiera sido genial lanzárselo sin avisarle y romperle un diente o dos, pero sé que después sé que él me haría pagar la operación.
La profesora llamó la atención de todos para explicarnos lo que había puesto en la pizarra, que resultaba ser una tonelada de tarea. Maldiciones y deseos de muerte hacia la maestra fueron murmurados por el salón. Apunté la tarea en un papelito y lo metí en el bolsillo de mi mochila.
Cuando la clase acabó, Aaron y yo salimos juntos del aula.
— ¿Y bien? ¿Qué dices? — dijo poniendo su brazo sobre mis hombros.
— ¿Sobre qué? —
— ¡Como que de qué! ¡Casi te mato con el sacapuntas! —exclamó. —Y hablando de eso, perdón por lanzártelo, pero como ya sabes que soy tan fuerte-flexiono el palillo al que él llamaba brazo. —No lo puedo controlar. —
—Aja. —dije sarcásticamente pero Aaron no se inmutó y siguió admirando su brazo como si en verdad existiera un musculo ahí.—Creo que sí puedo ir pero no sé si Derek esté ocupado. ¿Que no leíste el papelito? —
—Sí pero lo quería oír de ti.-dijo apretándome contra su esquelético costado y mirando hacia el frente. —Mira quien viene ahí. —
Derek caminaba por el pasillo con cara de fastidio, sus ojos fijos en nosotros. No parecía que hubiera tenido un buen día, cosa que destacaba por su ceño fruncido.
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The Other Side
FantasySólo existen dos lados. En uno vives tú, ahí se encuentra todo lo que tu conoces. En el otro lado vive Kayley Knight, la princesa de los fenali, criaturas capaces de cambiar su físico de una forma peculiar. Su linaje le da cierto poder sobre su raza...