Capitulo 3:Hombres lobo(parte 1)

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Muy lejos del lugar donde Blaine estaba atrapado,Kayley se encontraba sentada en una pequeña silla donde una mujer alta y bella le arreglaba el pelo.Esta tomaba grandes piezas del cabello castaño de la niña y lo entrelazaba formando una gruesa trenza.La luz del sol que iluminaba la espaciosa habitación hacia que los destellos dorados de su cabello resplandecieran a su contacto.La mujer con un resoplido de cansancio, pero con alivio de haber terminado,le hizo el último toque a la trenza y colocó un bello broche que tenía una enorme flor morada con piedras plateadas y brillantes que iba a juego con el vestido de la niña.

-Listo.¡Se ve preciosa señorita Knight!-exclamó la mujer mientras se quitaba uno de sus rubios rizos de la cara.

Kayley se miró por unos segundos en un espejo que tenia a su lado.Era cierto lo que decía aquella mujer.El vestido le quedaba perfectamente y el enorme moño que tenia amarrado a la cintura lo hacia lucir mucho mejor.Pero aunque ella se veía realmente hermosa,su rostro no reflejaba exactamente a lo que se le puede llamar felicidad.En la cara de la niña se podia ver claramente una expresión de angustia y muy seguido esta se frotaba la cicatriz que se encontraba en la parte superior de la nariz,que era lo que siempre hacia cuando estaba nerviosa o preocupada por algo.

La cicatriz la había conseguido cuando trataba de conseguir que Blaine y su otro amigo Peter pararan de pelear.Peter,como era un hombre lobo joven,aun no podía controlarse cuando había luna llena, y este atacó a Blaine.El chico obviamente se defendió pero se pasó de la raya también porque empezó a atacar a Peter al igual de fuerte.Al ver esto, Kayley intentó separarlos,pero en eso la garra de Peter alcanzó su cara y le hizo un rasguño dejándole así una cicatriz que abarcaba toda la parte de arriba de su nariz.Kayley no se había enojado con su amigo por esto, pero Blaine si.Y desde ese entonces, él y Peter dejaron de ser amigos.

-¿Le ocurre algo señorita?-dijo la mujer al ver como Kayley delataba su nerviosismo al rascarse la nariz.

Kayley sabia que mentir ya no le iba a servir de nada, ya que ya la habian atrapado, asi que tomo una larga bocanda de aire.Esta se volteó y miró a los ojos a la mujer que tenia enfrente.

-Creo que hice que Blaine se enojara tambien conmigo...-dijo con un tono que reflejaba su desepción y tristeza.

-¿Porque?-pregutó la mujer,extrañada.

-Le dije que vendrian los lobos a nuestro pueblo y le pregunté si le gustaría venir pero por alguna razón se enojó y me empezó a gritar.-las últimas que dijo fueron casi audibles.

La niña bajó la mirada y la clavó en la pulsera que tenía en la mano.Aun recordaba el día en que Bliss(ese era el nombre de la mujer con la que estaba)su las había dado a ella y a Blaine.Kayley había batallado un poco en que él se la pusiera, pero al fin este accedió para que ella dejara de molestarlo con eso todo el tiempo.La pulsera de Kayley era una cadena dorada, por donde colgaba un pequeño dije de un candado que tenia una "B" grabada en él.A su lado estaba una llave del tamaño de medio palillo de dientes que también era dorada y tenía un pequeño diamante en la parte superior.La de Blaine era igual pero en plateado y era mucho más gruesa,lo que hacia que el brazalete se viera tosco,y no como una pulsera de niña.Ademas,no tenía adornos de diamante como la de Kayley,y tenia grabada una "K" en vez de una "B".

-No se preocupe princesa,ya se le pasará.Usted sabe que los vampiros son criaturas muy inestables, hablando de su genio.-puntualizó Bliss.

-¿Eso cres?-preguntó Kayley con algo de esperanza.

-¡Pues claro!Yo he tratado con muchos vampiros adultos y créeme que no son nada amables,pero después de un rato se les pasa.-Kayley sonrió un poco por lo que le dijo Bliss.

De repente se escuchó como alguien tocaba la puerta y entraba en la habitación.Era un hombre de unos 35 años y llevaba puesta una majestuosa corona en la cabeza.

-Buenas tardes Bliss-dijo con una voz grave pero suave.

Bliss se inclinó hacia el,haciendo una profunda reverencia y murmuró:

-Buenas tardes su excelencia-

Kayley salió corriendo y se lanzó a los brazos de aquel hombre.

-Papi-dijo mientras lo abrazaba.

-Hola preciosa-le dijo este con ternura,devolviéndole el abrazo-Te traje una sorpresa.-le susurró al oído.

-¿De veras?-exclamó Kayley emocionada.

Su padre sacó de su bolsillo un collar se arrodilló paro ponérselo a la niña.

-Date la vuelta-le dijo su padre.

Kayley se dio la vuelta y el hombre le puso el collar y lo abrochó.

La niña tomó rápidamente el colgante del collar y al verlo soltó un gritito ahogado.El collar era una fina pero resistente cadenita plateada y por ella colgaban un dije con forma de alas.En medio de ellas brillaba una pequeña piedra azul que emitía un débil brillo azulado.

-¡Es precioso padre,gracias!-dijo abrazándolo de nuevo.

-Era de tu madre.Para ella siempre fue un objeto muy importante pero nunca me dijo porque.-el hombre bajó la mirada por un momento y luego continuó-Ahora es tuyo.Prométeme que lo cuidarás bien.-

-Te lo prometo-

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Perdón si me he tardado mucho pero no he tenido suficiente tiempo,entonces aquí les dejo la primera parte ,para dejarles mínimo una pequeña partecita para leer por mientras :)

The Other SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora