Todos los gatos caen de pie

2.Heartless

No existe dolor equiparable en el mundo al sufrido por perder al ser amado.

El primer amor.

Un corazón adolescente que se rompe en mil pedazos provocado por el rechazo. Uno cubierto por el manto de la mentira...

Hawk Moth rio histérico desde la oscuridad de sus dominios.

—¡Me encanta! —exclamó pletórico—. Vuela, mi pequeño akuma. Vuela hacia nuestra víctima perfecta.

La mariposa nocturna, atraída por el cúmulo de sentimientos destructivos que crecían en Marinette, avanzó a su encuentro. Con un suave y sigiloso aleteo, pasó por delante de la pequeña Tikki que asomaba desde el bolso de la adolescente. La kwami se percató de lo que estaba apunto de suceder demasiado tarde, sin darle oportunidad a reaccionar o avisar a Marinette.

Por primera vez en toda su historia, el akuma les ganó terreno. Ninguna de las dos fue lo suficientemente rápida. Marinette, sumergida en su dolor, no se dio cuenta de la presencia de la mariposa; y Tikki, era incapaz de transformarla en Ladybug si ella no invocaba su poder.

La pequeña kwami contempló con una mueca de espanto cómo la mariposa oscura alcanzaba a su amiga, que sollozaba encogida, y penetraba en su pecho, a través del escote de su vestido.

—¡No! ¡Marinette! —gritó su nombre, presa del pánico.

Sin embargo, no la escuchó. La sonrosada piel de la joven adquirió una tonalidad cetrina, el vibrante color rojo del vestido cambió al negro, y su mirada se apagó.

Al instante, Marinette dejó de llorar y se puso en pie con la vista puesta en la distancia.

—Heartless... —La voz de Hawk Moth la bautizó, escuchándole en el interior de su mente—. Deja que el aleteo de mi akuma alivie tu dolor. No necesitarás corazón. Mientras permanezca contigo nada podrá afectarte. Ahora, devolvámosle a Adrien el mismo daño que te ha causado. Entrégame el miraculous de Ladybug y ella desaparecerá para siempre.

Una cruenta sonrisa se dibujó en los labios de la chica, quién de inmediato posó su mirada sobre Tikki.

La pequeña Kwami se sobresaltó al verla, sabía qué era lo que le esperaba a continuación. Saltó del bolso de fiesta de Marinette y huyó a toda velocidad, aunque no lo suficiente rápido. Los dedos de la chica la atraparon en el aire y se cernieron en torno a su cuerpecito.

—¡No! ¡Marinette, detente! —chilló, retorciéndose para tratar de escapar.

La fría y tenebrosa energía que emanaba de la joven, debilitó al kwami casi al momento. En un desesperado intento de resistir, se transformó en un sencillo par de pendientes rojos. Su poder acababa de apagarse.

—Hawk Moth —habló la nueva versión de Marinette—. El miraculous de Ladybug ha sido capturado con éxito.

En la oscuridad de su escondrijo, Hawk Moth reaccionó con absoluta perplejidad al recibir la información.

—No es posible. Marinette Dupain Cheng... ¿Es Ladybug? ¿La escurridiza heroína de París? ¿Es esa la auténtica identidad de mi legítimo adversario?

Tras asimilarlo, estalló en una enorme y sonora carcajada de victoria.

—¡Sí! —exclamó sin dejar de reír—. Por fin ha llegado el día. Hoy la suerte me pertenece. Y no podía haber sido de mejor forma. ¡Heartless! —Llamó a su nueva subordinada—. Excelente trabajo, mi preciosa akuma. Ahora regresa junto a mí y entrégame el miraculous. Solo así conseguiremos que Ladybug desaparezca para siempre. A partir de ahora, quien te ame lo hará sin que ninguna máscara se interponga.