Luto de distancias

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Desde ahí, en el inicio de las curvaturas

del asfalto y los puentes móviles;

hasta aquí, donde el viento es lento

y los árboles se turnan para llorar;

no lo creo: ¿tan lejos estás?

Pero nuestros árboles se trenzan,

y usamos la misma carretera

y el viento une nuestros puentes.

Qué crueldad no poder abrigarme

de ti en estas horas desafiantes,

cuando el tiempo me desarma

y la espada esgrima contra mí;

cuando las hordas y las antorchas

me persiguen y me acusan;

cuando las lunas en tus ojos

me miran pero ya no me sonríen.


¡Qué crueldad perderte y amarte así,

Mucho, pero solamente mucho!

DestierrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora