Circunstancias, anhelo

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Un día simple, fantasmal,
perdido en la nebulosa cotidiana
de la rutina; una ocasión inexacta,
desigual, estropeada por repetida.

Un tiempo corto, detenido,
atravesado por dos miradas lejanas;
un instante profético, resultado
de cuatro pupilas en enlace.

¿Habría sospechado que mi corazón
se haría condescendiente a la caricia
de tu alma, al calor de tu presencia?
¡Nunca! Pero en la distancia, ahí,
muy lejos, y sin saberlo, ya se abotonaba
mi alma a la tuya, ya se unía mi corazón
a tu corazón.

Un beso ardiente, estelar, saturado
en llamas y cohetes que se elevaron
hasta el cielo; un impacto de galaxias,
intercambio de estrellas y emociones.

Un beso después del primer beso,
un universo después de la galaxia,
pedazos de sol que iluminaron
mi existencia entera.

Y ahora, en este andar de sentimientos,
puedo ser yo quien tome tu mano,
quien se acerque a ti, quien te mire
a los ojos para mirar tu alma, quien
bese tu risa, quien te acaricie el corazón.

Mi amor, es tu calor el que necesito,
la dulzura de tus labios, el resplandor
colorido de tu ser.

Mi amor, mírame que te hablo,
mírame que te necesito, sólo a ti,
porque nada hay como tu compañía
porque nada existe cuando estás conmigo.

Quieroterminarme la vida a tu lado...


DestierrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora