Destierros

Tú y yo

Hoy, desnudando la existencia rota
de un corazón triste, quiero romperme
lento, quiero hablar del amor.

Es un tiempo detenido en la
poca edad de los besos furtivos
de nuestros pechos, cuando tu
corazón no me habla y mi alma
no te escribe. Nos paseamos
por caminos ajenos en las horas
de la noche cuando no hay luna,
ni árboles, ni tejados, siendo
solamente lúgubres sombras sin
cuerpo, pedazos de oscuridad.

Quiero imaginar que tus manos
y mis manos y tus ojos y mis ojos
también son parte de esta distancia,
que revolotean haciendo círculos
en el aire, que se pierden en el cielo
cósmico de esta noche plutónica,
y después se encuentran trenzados,
en una cama, descubiertos por el
sol y la mañana.

Pero nos mantenemos en reposo,
medio muertos, encogidos, suspendidos.