Capítulo 3

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El policía Kim me había ido a buscar en la mañana y me dejó en el departamento de Hoseok.

- ¿Estás segura de que estarás bien sola por un par de horas? - me preguntó el policía.

- Sí, no tiene de que preocuparse, cualquier cosa que pase lo llamaré enseguida.

- Tememos que alguien pueda estar buscándote, así que hay una patrulla afuera ante cualquier emergencia - asentí - bueno, ahora me iré, por favor cualquier problema llámame.

- Lo haré, no se preocupe - dije caminando hasta la puerta - hasta luego señor Kim.

- Hasta pronto... - era tan extraño no tener un nombre por el cual la gente pudiera llamarme. Sentía que las frases quedaban incompletas cuando la gente no llamaba mi nombre.

Me senté en el sillón de la sala y miré el techo... ¿Quién era yo? Pensé que estas cosas solo pasaban en las películas y en los libros, pero no en la vida real ¿Cómo era posible que pudiera olvidara todo? familia, amigos, mascotas , algún novio. Me sentía simplemente fatal porque en mi cabeza solo existía un vacio al momento de intentar recordar cualquiera de esas cosas. Me quedé en el sillón como una hora forzándome a recordar algo, pero lo único que conseguí fue un gran dolor de cabeza. Hoseok llegaría en una hora más, por lo que decidí tomar una ducha antes de que llegara.

El señor Kim me había entregado ropa nueva, la cual necesitaba con urgencia. Batallé en la ducha con mi largo pelo lavándolo con una sola mano y evitando mojar los puntos en mi frente, claramente ducharme de ahora en adelante sería un desafío.

Hoy en la mañana, por primera vez desde que Hoseok me había ayudado, pude ver mi rostro y solo quise morir. Mi ojo estaba morado, tenía una pequeña herida en mi labio, que dolía como como mil infiernos y luego estaba mi frente, donde los puntos de esa gran herida se dejaba ver. Para curarla tuvieron que cortar mi cabello y eso solo hizo que me sintiera aún peor.

Estaba intentando ponerme mi venda sobre el hombro, cuando escuché que la puerta se abrió ¿Hoseok había llegado antes?

- Hoseok ¿Me ayudas? - dije al salir del baño, pero no fue a Hoseok a quien encontré en la sala.

- ¿Quién eres? - una chica de cabello corto y altura mucho más grande que la mía se encontraba en la entrada del departamento ¿Quién era yo? Eso era algo que yo tambien quería saber.

- Emm bueno yo... - ¿Qué podía decir? Yo no sabía quién era.

- Te pregunté ¿Quién eres?

- Ehh... ¿Me creerías si te digo que no lo sé? - respondí estúpidamente.

- ¿Qué haces en el departamento de mi novio? - ¿Novio? mierda, yo no sabía nada sobre Hoseok.

- Ehh yo...

- ¿Por qué dudas tanto al responder? - me retó enseguida.

- Sé que esto sonará raro, pero yo tuve un accidente y perdí la memoria.

- ¿Estás de broma? - la chica se rió de mi respuesta.

- Eh no - respondí cortante.

- ¿Cómo es que llegaste aquí? - su mirada estaba llena de odio.

- Hoseok me trajo aquí y me ayudó.

- ¿Y te andas paseando así frente a mi novio? - había salido del baño usando un pantalón deportivo y un sostén del mismo estilo. No podía ponerme camiseta hasta que tuviera puesta la venda.

- Yo necesitaba ayuda, es solo eso - respondí tímidamente. Esta chica me estaba intimidando completamente con su mirada asesina y me asusté aún más cuando la vi acercarse a mí - gracias - dije cuando arregló mi venda por mí.

¿Quién soy? ~ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora