Capítulo 7

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Hoy me despierto aún más temprano de lo habitual. La gente común aún no sabe que hay un nuevo sistema, así que todos harán lo que se suponen que deben hacer un día normal. Posiblemente sea la policía la que vaya puerta por puerta para avisarlos o lanzarán un comunicado general. Evelyn deberá esperar aquí hasta reciba nuevas órdenes.

Es increíble, pero el registro general ya está instalado en toda la sede. Los de alto rango pasamos por un pasillo distinto. Para nosotros el registro es similar al de todos los días, pero para el resto supone un control exhaustivo. Subo deprisa a la sala de seguridad. Tengo que encontrar a alguien que pueda hacerle el control a Cattleya. Llamo al centro buscando a Christina, pero no está y nadie me dice dónde puedo encontrarla. Alguien me agarra el hombro por detrás. Es Zeke.

- Siento lo de anoche. – Me dice.

- ¿El qué? – Pregunto algo distraído.

- Siento haberme enfadado. – Dice mientras suspira. – Estaba preocupado por ti. – Sigo sin prestarle atención. – Oye, ¿qué te ocurre?

- Están realizando controles a todos los que trabajan en la sede. Busco alguien que pueda ir realizarle el control a Cattleya sin que suene sospechoso.

Zeke se ríe y yo lo miro enojado. Para mí es algo importante. Me coloca una mano en el hombro y se acerca a mí. Mira alrededor, pero no tenemos a nadie cerca.

- Christina está ahí abajo. Pensé que la habías llamado tú. Dice que se ha asegurado de que será ella la que le realizará el control a Cattleya, aunque espera que sea lo suficientemente lista como para no delatarla. Hay cámaras en las salas.

Sonrío y agacho la cabeza. Christina se me ha adelantado. Esa chica siempre me sorprende. Ahora me siento más tranquilo. Sin embargo, otra preocupación ocupa mi mente.

- Tengo que comunicar mi intención de presentarme voluntario como instructor de Osadía, porque hablaste con Cattleya, ¿verdad?

- Por supuesto. – Dice Zeke mirando a lo lejos. Hace un gesto con la mano y Lesley se acerca a nosotros.

- No meterías la pata, ¿no?

Zeke me lanza una dura mirada y le pido disculpas. Estoy nervioso y él lo entiende, así que cuando llega Lesley hasta nosotros, actúa con total normalidad.

- ¿Se lo has dicho ya? – Le pregunta Lesley a Zeke.

- Acaba de llegar.

- Bien. – Dice dirigiéndose a mí. – Le he dicho a Vernon que queremos ser instructores de Osadía. Primero me dijo que lo tenía que pensar, después, como no se ha presentado nadie más, ha aceptado.

Yo la miro entusiasmado, pero Lesley me hace un gesto con la mano para que me calme.

- Hay dos condiciones. La primera es que perderemos los derechos de alto rango, si cometemos cualquier error nos expulsan de Chicago. La segunda es que Laimute será nuestro supervisor.

- Acepto. – Digo sin dudar.

Lesley sonríe. Sabía que diría eso. Los dos vamos al despacho de Vernon para firmar el documento en el que renunciamos a nuestros derechos a cambio de poder ser instructores. Tengo que reprimirme mucho para no decir nada inapropiado. Lesley me mira recelosa, tampoco ella cree que vaya a permanecer callado, pero lo hago. Me trago mi bilis y firmo el documento sin más. Ya está hecho. Ahora sólo tengo que esperar que Cattleya supere la fase de la iniciación que va desde que elige ser de Osadía hasta que llega a la sede. A Lesley le apasiona ser instructora. Dice que siempre fue la profesión que quería elegir, pero que nunca tuvo la oportunidad de ejercer. Está dispuesta a renunciar a sus derechos, luchará por restaurar un sistema justo, y si no lo consigue, no quiere seguir viviendo aquí. Nos preparamos para marcharnos a la sede de Osadía. Antes de partir, Zeke me agarra del brazo y me aparta de la multitud.

Un nuevo comienzo (versión de Cuatro) Fanfic Saga Divergente de Verónica RothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora